05 May
William Dilthey (1833-1891) y el historicismo ●Para Intentar corregir las consecuencias derivadas de la herencia de los ideales Revolucionarios y del imparable progreso técnico, Dilthey aboga por una Perspectiva histórica para salvar al hombre de los peligros del desarrollo Técnico e industrial. ●Filósofo Alemán e historiador de las ideas, dedicó su vida a la docencia universitaria. En obras como Teoría de las concepciones del mundo o Introducción A las ciencias del espíritu, su objetivo es la Elaboración de de una filosofía de la vida en medio del frenesí del progreso Científico, técnico e industrial. ●Sostuvo Que los ideales de la Ilustración alemana no debían quedar sepultados en la Consolidación del mundo industrial. Estaba convencido de la necesidad de complementar los Fenómenos del cambio técnico y económico con Una perspectiva consciente de la continuidad histórica, filosófica y Humanística de la tradición alemana. Con ese propósito, distingue entre Ciencias de la naturaleza y del espíritu ●Las ciencias De la naturaleza aspiran al conocimiento de leyes, se Enfrentan a fenómenos aislados que tienen que relacionarse entre sí como causas Y efectos; forman un todo ordenado, dan Lugar a hipótesis que el futuro se encarga de respaldar o de desmentir, aspiran A tener una validez externa, pues pretenden controlar realidades duraderas, Estructuras fijas o de lenta evolución. El conocimiento de las leyes de la Naturaleza tiene una utilidad económica
Ideas, proyectos, sentimientos, afectos, entusiasmos y reflexiones La historia Quiere conocer realidades que tienen lugar en un tiempo breve y casi nunca se Muestran ante nuestros ojos, sino que están sepultadas en el pasado. ●La conciencia Histórica quiere adentrarse en la realidad de la acción Humana y, a partir de ella, hacerse con la intención, los deseos y la voluntad De los seres humanos. Las ciencias del espíritu no predicen el curso de la Historia, pretenden realizarlo, intervenir en él e impulsarlo desde la acción Humana diferente, libre y creativa. Aspiran a potenciar la Libertad y la creatividad. ●Las ciencias Del espíritu conectan la acción histórica con la Interioridad del hombre, una realidad invisible que se intenta penetrar Mediante la comprensión. La interioridad está Compuesta por los fenómenos de la vida humana. Este ámbito necesita del trabajo De un intérprete que dota a la vida del hombre de una profundidad de sentido Que solo se puede conquistar si nos adueñamos de la acción de los hombres del Pasado. El objeto de esta tarea corresponde a la hermenéÚtica que, en la medida En que se hace con la vida del pasado, con su sentido y su intención, sirve Sobre todo al presente. La hermenéÚtica tiene Una dimensión práctica primordial.
El Nihilismo se Presenta en dos momentos: pasivo (como Mera destrucción de los valores), y activo (en El momento inicial, simbolizado por la muerte de Dios, duda y destruye los Valores hasta entonces vigentes; a partir de ese momento, propone una nueva Valoración de la vida y del hombre) La Nueva moral exige una inversión de los valores Tradicionales: rechaza el mundo trascendente y defiende la exaltación de esta Vida y este mundo; rechaza la moral del rebaño y defiende los valores fuertes y Nobles de la antigüedad clásica, de la Grecia presocrática (orgullo, fuerza, Jerarquía,…); rechaza una directriz extrínseca y proclama la muerte de Dios; Rechaza la razón y afirma la irracionalidad, lo instintivo; rechaza la Finalidad preestablecida y trascendente y defiende los valores representados Por el Dios Dionisio y la tragedia griega (sobre todo, Esquilo) ●La Nueva moral se logra mediante la voluntad de poder, Caracterizada por el deseo de ser más, de crecer y superarse; por la energía Absoluta, generadora de valores (querer, llegar a, convertirse en…). ●La Voluntad de poder se caracteriza por el deseo de el Eterno retorno, que supone retornar cíclicamente a vivir lo Mismo; amar y aceptar la vida, exaltando la tierra por encima de todo; expresar La voluntad de reafirmarse en el propio destino ●El Superhombre Se carácteríza por estar en posesión de la voluntad de poder; amar la Vida y desear el eterno retorno; mantener una conducta activa; ser creador de Valores; negar y superar la decadente moral tradicional; poseer libertad de Espíritu.
En El yo y el ello (1923), Presenta un esquema elaborado de la estructura psíquica del hombre en la que se Distinguen tres instancias: el ello, que Es el inconsciente, y representa el mundo pulsional y el sustrato biológico de La existencia humana, en tanto que especie; el yo, que es el administrador de Las fuerzas del ello y adapta al hombre para vivir en el mundo; el superyó, que Representa el conjunto de ideales del yo, a los que intenta ajustarse como las Normas morales, reflejo de las prescripciones de la propia cultura
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