11 Ene

Conceptos Fundamentales en la Filosofía de Platón y Aristóteles

Felicidad

La felicidad es el bien supremo del hombre. Puesto que la felicidad es aquello que acompaña a la realización del fin propio de cada ser vivo, la felicidad que le corresponde al hombre es la que le sobreviene cuando realiza la actividad que le es más propia y cuando la realiza de un modo perfecto. Es más propio del hombre el alma que el cuerpo, por lo que la felicidad humana tendrá más que ver con la actividad del alma que con la actividad del cuerpo; y dentro de la actividad del alma, con aquella que corresponde a la parte más específicamente humana, el alma intelectiva o racional. Por tanto, la felicidad más humana es la que corresponde a la vida teorética o de conocimiento (por ello el hombre más feliz es el filósofo, y lo es cuando su razón se dirige al conocimiento de la realidad más perfecta, Dios).

Alma

El concepto alma procede del latín “anima”, que significa aire, aliento, respiración. Sin embargo, tanto Platón como Aristóteles utilizaron frecuentemente el vocablo “psyché”. Dos son las acepciones del término en el mundo griego:

  1. Aquello que nos permite alcanzar el conocimiento y la ciencia, nos acerca a los dioses y nos diferencia del resto de seres: alma como principio de racionalidad.
  2. Aquello que se encuentra en los seres vivos gracias a lo cual dichos seres son capaces de realizar actividades vitales, a diferencia de los seres inertes.

De estas dos acepciones Aristóteles va a subrayar la segunda, aunque sin olvidar totalmente la primera. Así, Aristóteles define el alma como principio de vida. Ahora bien, en tanto que el alma es principio de vida y existen distintos niveles o modos de vida, deberá también existir distintas almas o funciones del alma. Concretamente Aristóteles habla de:

  • Alma vegetativa: presente en las plantas, los animales y los hombres, permite las actividades vitales más básicas como la reproducción, el crecimiento y la nutrición.
  • Alma sensitiva: presente en los animales y los hombres, permite el conocimiento inferior o sensible (la percepción) y los deseos y apetitos (deseo sexual, comida,…).
  • Alma intelectiva o racional: presente sólo en el hombre, constituye su parte más elevada. Ella es la que permite las actividades propias de la voluntad y del intelecto o entendimiento.

Naturaleza

Naturaleza procede del concepto griego “physis”. Se trata de una noción importante en todos los filósofos griegos, si bien fue Aristóteles el que con más detalle la estudió. Hay dos sentidos fundamentales del término naturaleza:

  1. La Naturaleza entendida como la totalidad de los seres naturales.
  2. La naturaleza entendida como el ser propio de las cosas.

Desde el primer sentido la naturaleza es entendida como el conjunto de los seres que poseen en sí mismos el principio del movimiento y el reposo. Desde el segundo sentido la naturaleza se concibe como aquello que hace que una cosa sea lo que es, la esencia.

Potencia y Acto

Potencia: Poder para ejercer una transformación en un objeto o disposición para poder llegar a ser algo. Se divide en activa y pasiva:

  • Potencia activa: capacidad, poder o facultad para ejercer una transformación sobre algo o de producir algo. Aristóteles utiliza este concepto también en psicología.
  • Potencia pasiva: capacidad o aptitud para llegar a ser otra cosa, para adquirir una determinación o forma. En este sentido la potencia se contrapone al acto.

Acto: El ser actual, la realidad del ser. Aristóteles establece dos formas de ser atendiendo al tiempo: si nos fijamos en las características, propiedades o determinaciones que una cosa u objeto tiene en el presente, hablamos del ser en acto, que es la más importante forma del ser, y que se define a veces como realidad del ser. Por el contrario, si hablamos de aquello que aún no es pero a lo que apunta a un ser en virtud de lo que ya es, hablamos del ser en potencia. Aristóteles defenderá la superioridad del acto respecto de la potencia, ya que:

  • Algo es potencia porque es acto en relación a algún conjunto de propiedades.
  • La potencia es potencia respecto de un futuro acto.

Convergencias y Divergencias entre Platón y Aristóteles

Sus doctrinas tuvieron coincidencias pero también divergencias, las cuales si se llegaran a conciliar podrían complementarse adecuadamente para constituir una síntesis superior a ambas doctrinas separadas. Para Platón el Ser tiene realidad eterna y consistente en tanto que la cosmovisión de Aristóteles más definida es la del devenir. Ambas posiciones se unen en la afirmación de que ambas realidades son efectivamente reales. Platón, como Sócrates, le daba validez a los juicios éticos y ambos por medio de la discusión racional intentaban entender estos valores y lograr una definición. Los valores éticos son ideales que se espera sean realizados en forma concreta en el mundo material. Para Platón los valores ideales son inmutables y son captados intuitivamente mediante un proceso de razonamiento. Todos los valores morales ideales son perfectos y tienden al bien porque participan de la idea suprema del Bien. De esta manera Platón elaboró una metafísica sobre los valores morales y estéticos basada en la ética de Sócrates ampliándola posteriormente a las sustancias individuales. Este nuevo punto de vista lo llevó a Platón a investigar más profundamente la relación entre los objetos sensibles y las ideas o esencias ejemplares. Desarrolló entonces el concepto de que las cosas cambiantes son las copias, espejismos o imitaciones de las ideas verdaderas y esa era la relación que veía entre el mundo sensible y el inteligible.

El verdadero significado del devenir de Platón era la búsqueda del acercamiento gradual a la idea para lograr que se realice tanto en la personalidad como en la sociedad, realización que es tarea de Dios y de los hombres. La filosofía es una actividad mental y se ocupa principalmente del Ser y luego del devenir, por lo tanto el acento en el pensamiento de Platón está puesto en el Ser inmutable. El legado de Platón en Aristóteles se percibe en su afirmación de que la metafísica estudia al Ser en cuanto ser, pero Aristóteles entiende el cambio y el devenir como la causalidad final del Primer Motor Inmóvil que distingue a la contemplación teórica de los objetos inmutables como la actividad más excelsa del hombre. La principal objeción de Aristóteles a la teoría de Platón era el dualismo entre los objetos sensibles y las ideas y ningún tipo de justificación que los uniera. Para Aristóteles, toda la naturaleza tiene presenta una escala jerárquica de especies y cada una de ellas tiende hacia la total actualización de su esencia de una manera asombrosa e inexplicable. La naturaleza es para Aristóteles un proceso dinámico de autoperfección y autodesarrollo y toda esa serie de fenómenos tiene un sentido y un significado. Para Aristóteles por lo tanto el Ser de una cosa Es, sólo en acto, el ser se está realizando constantemente en la materia, en los fenómenos, atraído por la Actualidad última, el Ser Supremo. Aristóteles pensaba que el fin del hombre es una actividad y no una cualidad mientras que para Platón parecía limitarse más a la cualidad. Ninguna de las dos teorías sobre la realidad es la verdad total, pero ambas contribuyeron a esclarecer racionalmente una posible respuesta sobre el misterio del mundo y el sentido de la vida.

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