28 Ene

Contabilidad Presupuestaria

La contabilidad presupuestaria es el proceso de medida de las magnitudes futuras que constituirán el reflujo de la actividad de la empresa, que se plasmará tanto en la actividad financiera como en la de costes. De todas las mencionadas anteriormente, podríamos destacar la contabilidad financiera o externa y la de costes o interna, las cuales se diferencian principalmente por su uso externo e interno en la empresa, respectivamente. Y porque la contabilidad financiera se encuentra sometida a estrictos principios contables, mientras que la contabilidad de costes se adapta a los equipos y métodos de producción de cada empresa.

Método Contable

Cualquier empresa, para llevar a cabo su actividad, realiza operaciones con el mundo exterior. Como consecuencia, su patrimonio se ve alterado y obtiene resultados, pérdidas y ganancias. El método contable se ocupa de emitir información relativa a este tipo de transacciones, proporcionando datos que se refieren al patrimonio poseído por la empresa en un momento dado, y a los resultados generados en un cierto periodo de tiempo. Para elaborar esta información se aplica un método específico que engloba y reúne una serie de postulados que permiten someter a observación la realidad económica. Se expresan los aspectos cualitativos y cuantitativos de dicha observación conforme a unas reglas que garantizan un determinado grado de objetividad y procesan la información relevante para obtener unos resultados que contengan agregados relevantes. Es decir, primero captan o perciben hechos económicos que realiza la Entidad siguiendo el principio de dualidad; segundo, se valoran y se miden las operaciones; a continuación, dichas operaciones se expresan en un lenguaje contable; y por último, tras esta contabilización se obtienen unos estados sintéticos que van a servir para la toma de decisiones.

Principio de Dualidad

(Lucca Pacioli). Delimitada la realidad económica y categorizados sus elementos, la aplicación de este principio consiste en distinguir, al menos, dos elementos que se relacionan entre sí. También es aplicable en los hechos económicos. De este modo, la empresa cuando realice una transacción distinguirá como mínimo dos elementos, diferenciando el que constituye el origen o recurso de la operación (causa) y el que se considera el empleo o aplicación (efecto). Una transacción puede estar compuesta por varios elementos. Si una empresa adquiere una nueva máquina, esta operación la vamos a denominar transacción, cuyos elementos serán la máquina y el dinero que se gasta por esa máquina.

Siempre que contabilizamos debemos conocer la valoración de aquello que queremos contabilizar. Para ello utilizaríamos los atributos cuantitativos, por ello debemos conocer que los elementos que se pretenden contabilizar sean cuantitativos. También es necesario poder medir, expresar los elementos como unidades físicas.

Primero de todo vamos a llevar a cabo la valoración a través de la unidad monetaria, y de este modo alcanzar el precio global de la operación. Dicho procedimiento irá complementado con la operación de medición. Para la medición se utilizarán un conjunto de reglas que no dejen factores discrecionales que puedan quedar en manos de distintos sujetos. Cuando estos sujetos llegan a unos mismo resultados nos encontramos frente a un método válido objetivo. Hay que tener en cuenta que en las empresas las medidas de mediación y valoración se subordinan en objetos tan esenciales como la supervivencia y expansión de la empresa. Lo que nos lleva a unos criterios conservadores y tendentes a no sobrevalorar los agregados económicos.

La medición se ajustará al papel que desempeña cada elemento en el proceso productivo. Por ejemplo, en el caso de una máquina, las horas que está activa, el número de años de vida útil, las toneladas que produce, etc. Según el proceso productivo, se utilizará un criterio u otro, y este se deberá mantener a lo largo del tiempo y sólo se podrá cambiar por causa justificada, indicando los motivos y consecuencias que se puedan producir.

Para el cálculo del coste de producción se establece como medida el tiempo. El factor trabajo se medirá según las horas trabajadas por cada trabajador; y en el factor capital, las horas de producción de las máquinas.

En cuanto a los precios que se utilizan en la valoración, cabe hablar de precios reales y no potenciales. Los precios reales son los precios de mercado, por tanto, serán precios de adquisición para los factores y precios de venta para los productores. Los precios potenciales sólo se utilizan para poner de manifiesto una posible pérdida, en el caso de que sean inferiores a los de adquisición.

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