27 Ene

El Realismo y Naturalismo en la Literatura del Siglo XIX

1. La Segunda Mitad del Siglo XIX

A nivel político, en 1868, tras la revolución de «La Gloriosa», Isabel II abdica. Tras esto, se da el gobierno provisional de Serrano, el breve periodo de Amadeo de Saboya (1870-1873) y la Primera República. En 1874 se produce la Restauración monárquica con Alfonso XII (1884-1885). Termina el siglo con el desastre de 1898, con la pérdida de Cuba, Puerto Rico y Filipinas.

A nivel social, la burguesía se instala en el poder, mientras que los progresistas se enfrentan al conservadurismo y a los privilegios de los ricos. El proletariado se une para defender sus derechos.

En lo artístico, el Romanticismo se mantendrá en el teatro. Surgen una serie de corrientes: el positivismo (hay que observar y experimentar para conocer la realidad), la filosofía marxista (abolir la burguesía e implantar el socialismo) y las ciencias (gran importancia del evolucionismo y la genética).

2. El Realismo

Al principio, el término «realista» se usa para nombrar con tono despectivo a los artistas que pretendían reflejar la sociedad de la época. Hacia 1830, Balzac y Stendhal publican sus primeras novelas realistas. El Realismo se extendió y triunfó en toda Europa.

Los rasgos del Realismo son:

  • La observación y descripción precisa de la realidad.
  • La ubicación próxima de los hechos.
  • El propósito de crítica social y política.
  • El estilo sencillo y sobrio.
  • La preferencia de la novela.

Las características de la novela realista son:

  • La verosimilitud.
  • El narrador omnisciente.
  • El didactismo.
  • La estructura lineal.
  • Las descripciones minuciosas y detalladas.
  • La aproximación del lenguaje al uso coloquial.

Los personajes se relacionan de forma problemática con su grupo social; se hace hincapié en el análisis psicológico. Se distinguen así dos tipos de novela: la psicológica y la de ambiente social.

3. El Naturalismo

Su iniciador fue Émile Zola, autor de La novela experimental. El Naturalismo se basa en una serie de corrientes:

  • El determinismo social y biológico (el hombre no tiene libertad, su destino está condicionado por la herencia biológica y las circunstancias sociales).
  • El experimentalismo.
  • El socialismo.

La documentación y la observación son rigurosas. Los temas son la miseria humana, la corrupción, la marginación, las enfermedades mentales, etc. Los personajes son psicópatas, alcohólicos, etc. Los ambientes se describen de forma impresionista y detallada; son sórdidos, tristes y negativos.

En España destacan Emilia Pardo Bazán, con La cuestión palpitante, Los pazos de Ulloa y La madre naturaleza, y Vicente Blasco Ibáñez, con La barraca, Cañas y barro, Arroz y tartana y Entre naranjos.

4. El Realismo en España

En 1870 se publica La fontana de oro, de Benito Pérez Galdós. A mitad de siglo se da un prerrealismo con Fernán Caballero (La gaviota) y Pedro Antonio de Alarcón (El sombrero de tres picos). Al principio se realizan novelas de tesis, que se vuelven psicológicas. Se distinguen dos grupos de novelistas: los conservadores (José María de Pereda y Armando Palacio) y los liberales (Valera, Galdós y “Clarín”).

Los autores más importantes del Realismo-Naturalismo son:

  • Juan Valera, con Pepita Jiménez, Doña Luz y Juanita la larga.
  • José María Pereda, uno de los representantes más importantes del realismo regionalista, con Sotileza y Peñas arriba.
  • Leopoldo Alas, “Clarín”, con Su único hijo y La Regenta (1885).
  • Benito Pérez Galdós: Galdós realiza una rigurosa documentación, tiene intención crítica y utiliza la ironía, además de ajustar el habla de los personajes a sus características y utilizar el monólogo interior. En su obra novelística encontramos:
    • Los Episodios Nacionales, que suponen la historia novelada de gran parte del siglo XIX (Trafalgar, Bailén, Zaragoza…).
    • Las primeras novelas, que son de tesis (Doña Perfecta y Gloria).
    • Las “novelas españolas contemporáneas”, que escribió a partir de 1881 y en las que analiza el momento en el que vive (La desheredada, El amigo manso, Tormento, La de Bringas, Miau y Fortunata y Jacinta, su obra maestra).
    • Las novelas espiritualistas, escritas a partir de 1890, con temas como el amor o la caridad cristiana (Misericordia, Realidad y Nazarín).

Además, también escribió teatro; destacan Electra y El abuelo.

5. La Poesía en la Segunda Mitad del Siglo XIX

El subjetivismo, la imaginación y el pasado histórico se eliminan como temas poéticos (a excepción de Bécquer y Rosalía de Castro). Se dan tres tendencias:

  • El prosaísmo de Ramón de Campoamor, con su obra Humoradas.
  • El retoricismo de Gaspar Núñez de Arce, con Gritos de combate.
  • La poesía intimista posromántica de Bécquer y Rosalía de Castro.

6. El Teatro en la Segunda Mitad del Siglo XIX

Los autores prefieren temas de actualidad y un lenguaje menos retórico que el romántico. Se dan tres tendencias:

  • La alta comedia, dirigida a la burguesía, en la que destacan Ventura de la Vega y Tamayo y Baus.
  • El drama neorromántico, en el que destaca José Echegaray, con El loco Dios.
  • El drama social, en el que aparecen personajes de clases no burguesas; destacan Enrique Gaspar, con Las circunstancias, y Joaquín Dicenta, con Juan José y El señor feudal.

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