14 Dic
Corrientes Literarias Hispanoamericanas de la Segunda Mitad del Siglo XX
En Hispanoamérica, durante el siglo XX, surgen una serie de corrientes literarias de varios países, una gran cantidad de autores y corrientes estéticas. La novela hispana tiene como principales características:
- Interés por los problemas sociales.
- Acciones desarrolladas en la ciudad.
- Búsqueda de nuevas formas de expresión.
- Mezcla de temas reales y fantásticos.
El Realismo Mágico
A partir del año 1940 aparece el realismo mágico gracias a la influencia europea y norteamericana, a la asimilación de elementos oníricos e irracionales propios de los surrealistas y las ideas opuestas a Ortega y Gasset. El realismo mágico se caracteriza por:
- Buscar lo extraordinario dentro de la realidad cotidiana.
- Valorar la realidad frente al tradicionalismo.
- Uso de lo mágico, onírico y lo fantástico como centro de la narración.
- Uso de nuevas técnicas narrativas (monólogo interior, estructuras complejas, inversiones cronológico-temporales).
Los pioneros fueron Jorge Luis Borges, Miguel Ángel Asturias, Alejo Carpentier y Juan Rulfo. De Juan Rulfo destacamos Pedro Páramo, en la que rompe con la cronología lineal y el pasado y el presente se unen, y la historia del pueblo es contada por los muertos. Pinta la ciudad de Comala, mito de la narrativa hispanoamericana.
El «Boom» de la Narrativa Hispanoamericana
En los años 60 se dan a conocer una serie de autores influidos por los cambios de los años anteriores, que originan el denominado “boom de la narrativa hispanoamericana”, que se caracterizó por:
- Rechazo de la mímesis y la invención de la realidad novelesca.
- Incorpora una temática mítico-alegórica, pero sin abandonar el existencialismo.
- El absurdo de los convencionalismos sociales e individuales.
- Ofrece varias intrigas entrelazadas.
- Experimentar con la estructura para que haya un descodificador más que un lector.
- Búsqueda de nuevos sistemas de lenguaje: el uso de múltiples perspectivas, combinación de personajes narrativos, diversos puntos de vista y los monólogos interiores.
- La total integración de lo real con lo fantástico.
El autor más importante es Gabriel García Márquez, que creó la ciudad de Macondo como centro neurálgico de sus novelas. Su estilo integra los modos tradicionales de contar historias con las técnicas más complejas; su capacidad para crear acontecimientos mágicos, sueños y presagios se integran perfectamente en lo cotidiano. Por otro lado, en sus novelas queda reflejado y denunciado las situaciones de la Hispanoamérica contemporánea. Sus temas favoritos son el tiempo, la memoria, la soledad, el amor, la pasión o la violencia.
El “Boom” provocó la aparición de nuevos autores en Hispanoamérica; el número de novelas publicadas aumentó rápidamente por el aumento de lectores.
La Narrativa Hispanoamericana a partir de 1970
Las generaciones jóvenes deben continuar descubriendo nuevos estilos narrativos para seguir con las aportaciones de los autores ya consagrados y con los nuevos gustos de literatura. A partir de los años 70 existen dos caras de la corriente narrativa hispanoamericana:
- Los autores que asumen su papel de comunicadores y que sitúan la novela al mismo nivel que otros medios de comunicación. Manuel Puig, Boquitas pintadas.
- Los autores que escriben para una minoría, con lo que sus obras son más herméticas y difíciles, y solo son accesibles a unos cuantos lectores iniciados. Sobresale Severo Sarduy, experimentador de la narrativa alterando la organización oracional o exponiendo temas como el erotismo, la violencia y la metamorfosis. De donde son los cantantes.
En general, se han producido novelas menos comprometidas y más enfocadas en problemas individuales en los últimos años. Destaca Roberto Bolaño con 2666.
El Cuento Hispanoamericano en el Siglo XX
En la literatura hispanoamericana del siglo XX, el cuento sufre los mismos cambios que la narración. La novedad más importante es que la narración empieza en un momento en que el conflicto ya está avanzado o se inicia por el final de los hechos. El relato no se centra en el qué, sino en el cómo ocurrió. Otros cuentos siguen con la estructura de dejar para el desenlace la resolución de la intriga.
En la primera década del siglo XX continúa el regionalismo e indigenismo con autores como Rómulo Gallegos, pero a mediados se nos muestran mundos mágicos, extraños y misteriosos de la mano de Jorge Luis Borges y Julio Cortázar. La mezcla de realidad y fantasía es constante; se crean mundos fantásticos para crear metáforas sobre ellos. A lo largo de los años, los realistas incorporarán temas y técnicas del realismo existencial, del realismo comprometido y del neorrealismo. También el realismo mágico influye en cuentos en los que realidad y fantasía parten del mismo mundo. El surrealismo influye recuperando las tradiciones culturales precolombinas.
Suelen ser relatos cortos en los que la acción se crea alrededor de un momento importante de la vida del protagonista y tienden a desaparecer las situaciones intermedias; tienen pocos personajes y lugares. El narrador juega con el lector creando momentos de suspense y con finales inesperados.
A partir de la decadencia del “Boom”, la variedad de estéticas es enorme, como en la novela. Pero aparecen los microrrelatos o microcuentos. Maestros de este género son Augusto Monterroso y Andrés Neuman.
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