16 Mar

Crisis de 1808: Guerra de la Independencia y Comienzo de la Revolución Liberal

El año 1788 marca el fin del reinado de Carlos III y el ascenso al trono de Carlos IV. En 1789, la Revolución Francesa sacude Europa, impactando profundamente a España. Inicialmente, Carlos IV frena la tendencia ilustrada e impone una censura a las ideas revolucionarias. Carlos IV y su esposa, María Luisa de Parma, delegan el poder en un valido, Manuel Godoy, figura ajena a la alta nobleza. Su política hacia Francia atraviesa dos fases:

  1. Hostilidad (1793): España se une a las naciones europeas que declaran la guerra a Francia tras la ejecución de Luis XVI y María Antonieta. Francia prevalece, derrotando a los ejércitos del Antiguo Régimen.
  2. Alianzas con Napoleón (desde 1804): La Revolución Francesa se modera con Napoleón en el poder. Godoy se alía con él mediante tratados militares contra Inglaterra. Destacan:
    • Tratado de San Ildefonso (1800): Conduce a la Batalla de Trafalgar (1805), un enfrentamiento entre la flota británica y la hispano-francesa.
    • Tratado de Fontainebleau (1807): España permite el paso de tropas francesas para conquistar Portugal, que sería dividido. Este plan perjudicaba a Inglaterra.

En 1808, la ocupación francesa de España genera un fuerte sentimiento de resistencia. En marzo de 1808, estalla el Motín de Aranjuez, un movimiento anti-Godoy apoyado por Fernando VII, heredero de Carlos IV. El pueblo asalta el palacio con la intención de acabar con Godoy. Carlos IV abdica y Fernando VII asume el trono. Aunque Godoy es destituido, la política se mantiene, pero la hostilidad hacia los franceses crece. Napoleón convoca a la familia real a una reunión en Bayona.

El 2 de mayo de 1808, el pueblo de Madrid se subleva contra los franceses, quienes responden con una feroz represión el 3 de mayo. Mientras, en Bayona, Napoleón presiona a Fernando VII para que devuelva el trono a su padre. Carlos IV, considerándose incapaz, entrega el trono a Napoleón, quien lo cede a su hermano José I. Este evento se conoce como las Abdicaciones de Bayona.

En España, estalla la Guerra de Independencia (1808-1814), ya que la mayoría de los españoles rechaza a José I. Esta guerra presenta tres dimensiones:

  1. Internacional: Involucra a España, Francia, Portugal e Inglaterra.
  2. Civil: Enfrenta a los afrancesados (partidarios de Francia) y a los patriotas (opositores).
  3. Revolución política: El vacío de poder se llena con un sistema político que proclama la soberanía nacional.

La guerra se desarrolla en tres etapas:

  1. 1808: Tras el 2 de mayo, se forman juntas de defensa en cada provincia, que nombran una Junta Suprema del Reino en Sevilla. Esta junta, leal a Fernando VII, se declara soberana y convoca elecciones constituyentes para 1810. Los franceses ocupan la meseta, pero son derrotados en la Batalla de Bailén. José I abandona Madrid.
  2. 1809-1812: Napoleón interviene personalmente, dominando casi todo el territorio, excepto Lisboa y Cádiz. En Cádiz se reúnen las Cortes Constituyentes. El dominio francés se ve constantemente amenazado.
  3. 1812-1814: La situación de Napoleón en Europa empeora. Retira tropas de España, lo que permite a los ingleses desembarcar. Un ejército hispano-inglés logra victorias clave, como en las Batallas de Arapiles y Vitoria. Napoleón renuncia al dominio de España y, mediante el Tratado de Valençay, devuelve el trono a Fernando VII.

Consecuencias de la guerra:

  • Marca el inicio de la Edad Contemporánea en España.
  • Destrucción de infraestructuras.
  • Fractura social entre afrancesados y patriotas, y entre constitucionalistas y conservadores.
  • Mayor importancia del estamento militar, que influirá en la política.
  • Movimientos de independencia en América, aprovechando el vacío de poder.
  • Inspiración para artistas y escritores como Goya y Benito Pérez Galdós.

Las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812

Durante la guerra, la Junta Suprema Central se refugia en Cádiz, la única ciudad no ocupada por los franceses. Esta junta gobierna en nombre de Fernando VII como una regencia. El Consejo de Regencia convoca elecciones constituyentes. Se celebran elecciones y se forman Cortes distintas a las del Antiguo Régimen, con diputados elegidos por asambleas de personas influyentes de cada provincia española y americana.

La mayoría de los diputados eran de clase media o alta: abogados, profesores, médicos o sacerdotes. Por ello, las leyes promulgadas fueron de carácter ilustrado, inspiradas en la Revolución Francesa.

El 19 de marzo de 1812 se aprueba la Constitución de Cádiz, conocida como «La Pepa». Se esperaba que entrara en vigor al salir los franceses de España y regresar Fernando VII. Sus características principales son:

  • Extensa y detallada.
  • Carácter utópico, idealizada.
  • Establece la soberanía nacional: el poder reside en el pueblo, expresado a través del sufragio universal masculino.
  • Separación de poderes:
    • Legislativo: en las Cortes.
    • Ejecutivo: en el rey y sus ministros. El rey elige a sus ministros pero no puede promulgar leyes. Las leyes de las Cortes pueden ser vetadas por el rey durante un máximo de dos años, pero el rey no puede disolver las Cortes.
    • Judicial: en tribunales independientes.
  • Libertades individuales: imprenta, propiedad, expresión y residencia.
  • Religión católica como confesional del Estado, aunque se suprime la Inquisición.
  • Igualdad ante la ley: se eliminan los tribunales especiales.

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