04 Ene

Carlos IV apartó del gobierno a los ilustrados y confió el poder a Godoy. La ejecución de Luis XVI en Francia impulsó a declarar la guerra a Francia. España perdió y quedó subordinada a los franceses por temor al ejército napoleónico. La alianza con Francia derivó en conflicto con Gran Bretaña y en la batalla de Trafalgar (batalla entre la flota británica y la francoespañola), la armada quedó destrozada. Esto acentuó la crisis de la hacienda real. Godoy recurrió al endeudamiento y planteó medidas (desamortización de tierras eclesiásticas) que fueron inútiles, generando oposición de la nobleza y la iglesia. Los impuestos campesinos aumentaron el descontento popular.

El Motín de Aranjuez

La situación empeoró cuando Godoy firmó un tratado con Napoleón (Tratado de Fontainebleau) autorizando a los ejércitos napoleónicos a entrar en España para invadir Portugal. A cambio, se crearía un principado para Godoy y Portugal se repartiría entre Francia y España. Cuando estalló el motín de Aranjuez, los reyes huyeron al sur. El motín, con participación popular, de la nobleza palaciega y el clero, pedía la destitución de Godoy y la abdicación de Carlos IV en su hijo Fernando VII, desencadenando una crisis de la monarquía. Carlos escribió a Napoleón y este invadió España definitivamente.

La Monarquía de José Bonaparte

Carlos y Fernando fueron llamados a Bayona y ambos abdicaron. Napoleón nombró a José I rey de España. El Código de Bayona establecía la igualdad ante la ley, los impuestos y los cargos públicos. José inició la liquidación del Antiguo Régimen (desamortización de tierras del clero, desvinculación de mayorazgos, abolición del régimen señorial y abolición de la Inquisición), pero contó con poco apoyo.

Guerra de la Independencia

La familia real fue llevada a Bayona. Una multitud impidió su partida, lanzándose sobre los franceses. La oposición contra los franceses se organizó en Juntas, partidarias de Fernando VII, que pretendían canalizar la agitación popular. Después, se formaron juntas provinciales que asumieron la soberanía en ausencia de Fernando y declararon la guerra a Napoleón. Se creó la Junta Suprema Central para asumir la autoridad y dirigir el país.

Las guerrillas jugaron un papel crucial en la resistencia. El Tratado de Valençay supuso la vuelta de Fernando VII y el fin del conflicto napoleónico en España.

Actitudes Sociales, Políticas e Ideológicas Tras la Invasión Francesa

  • Afrancesados: Intelectuales, altos funcionarios y alta nobleza que veían en la monarquía napoleónica la garantía para modernizar el país.
  • Frente patriótico:
    • Absolutistas: Deseaban la vuelta de Fernando VII como monarca absoluto.
    • Ilustrados (Jovellanistas): Deseaban la vuelta de Fernando VII, pero con reformas.
    • Liberales: Buscaban la instauración de un régimen liberal-parlamentario.

Las Cortes de Cádiz

La Junta Central Suprema decidió convocar Cortes. Las Cortes se abrieron en septiembre de 1810. Por presión de los liberales, se constituyeron en una cámara única frente a la representación estamental. Se consultó al país a través de las juntas provinciales y ayuntamientos. En la primera sesión, aprobaron la soberanía nacional. Las Cortes querían eliminar el Antiguo Régimen y ordenar el Estado como un régimen liberal: supresión de señoríos, eliminación de mayorazgos, desamortización de tierras comunales, abolición de la Inquisición, libertad de imprenta, anulación de gremios y unificación del mercado.

La situación de guerra impidió la aplicación de lo legislado y, al final de la guerra, la vuelta de Fernando VII frustró toda idea liberalista.

El Reinado de Fernando VII

La Restauración del Absolutismo

Los liberales hicieron jurar la Constitución y aceptar el nuevo marco político a Fernando VII, quien acató las condiciones. Sin embargo, los absolutistas le mostraron su apoyo incondicional (Manifiesto de los Persas). Fernando, seguro de la debilidad de los liberales, anuló la Constitución y anunció la vuelta al absolutismo. Era una vuelta al Antiguo Régimen. El Congreso de Viena y la Santa Alianza garantizaban la defensa del absolutismo y frenaban cualquier avance liberalista. En España, hubo un cambio de mentalidad en muchos grupos sociales y, mediante pronunciamientos militares liberales y amotinamientos, el país mostró su descontento y puso fin a la monarquía absoluta.

El Trienio Liberal (1820-1823)

El 1 de enero de 1820, el coronel Rafael Riego se sublevó. El rey se vio obligado a jurar la Constitución y convertirse en monarca constitucional. Se nombró un nuevo gobierno que proclamó una amnistía y convocó elecciones. Las Cortes se formaron con una mayoría de diputados liberales e iniciaron su tarea legislativa. Durante el trienio, se restableció la Constitución de Cádiz y buena parte de su obra. Se pretendía liquidar el feudalismo y liberalizar la economía. Dos problemas dificultaron la labor de los liberales: la actitud conspiradora del rey (veto y alianza con las potencias absolutistas europeas) y la división interna del grupo liberal.

La Década Ominosa

La Santa Alianza respondió a las peticiones de Fernando VII e intervino en España para restaurarlo como monarca absoluto. Fernando encargó la intervención de Francia (los Cien Mil Hijos de San Luis), que restablecieron a Fernando como monarca absoluto. Durante este período, hubo una feroz represión contra los liberales. Hubo otro exilio. Algunos militares liberales intentaron reimplantar la Constitución de 1812. El fracaso de esos pronunciamientos se pagaba con la vida. Otra conspiración vino de los ultrarrealistas, que no aceptaban las tímidas reformas de Fernando VII y su aproximación a la burguesía industrial. Se sublevaron en Cataluña en 1827. Son los precursores del carlismo. Este sector se organizó en la Corte en torno a Carlos Mª Isidro, hermano del rey y su posible sucesor.

El Conflicto Dinástico

Al nacer Isabel en 1830, Fernando VII abolió la Ley Sálica y, al morir en 1833, la nombró como su sucesora. Su hermano Carlos Mª Isidro se opuso junto con sus partidarios, defensores de la tradición, opuestos a cualquier forma de liberalismo y defensores del Antiguo Régimen. María Cristina (reina regente), para defender el trono de su hija, tuvo que buscar apoyos en los sectores liberales. Cuando Fernando murió, ese mismo día Carlos se proclamó rey (levantamiento absolutista) y se inició la Primera Guerra Carlista.

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