28 Dic

Repoblación. Se refiere a la acción consistente en poblar los nuevos territorios reconquistados para explotarlos económicamente y asegurar su dominio.

La presura (VIII-XI, norte del Duero y Pirineos), entrega la propiedad a aquel que ocupaba un terreno sin dueño, no requiere conquista y favorece el minifundio. La repoblación concejil (XI-XIII, Duero, Montes de Toledo y valle del Ebro) divide el territorio en alfoces y concejos. El rey ofrece facilidades a través de fueros y cartas de población para atraer gente a estas peligrosas zonas de frontera. En Aragón se procede a la unificación Foral en 1247. En los siglos XII y XIII el proceso lo protagonizan las órdenes militares (Calatrava, Montesa…) en Teruel, Castellón o el valle del Guadiana, siendo habituales los repartimientos a nobles (donadíos y heredamientos).

La repoblación forja una sociedad estamental, cerrada y jerarquizada en la que cada estamento tiene una función determinada (oratores, bellatores, laboratores) y una monarquía feudal caracterizada por la debilidad del rey (salvo en tierras de realengo). En Castilla éste tendrá más poder (apoyado en la Curia y en las Cortes) que en Aragón (carácter “pactista” y de “federación”).

La expansión y la roturación de nuevas tierras lleva a la recuperación económica y demográfica, modifica la estructura de propiedad, favorece la ganadería trashumante (Honrado Concejo de la Mesta), revitaliza el mundo urbano al incorporar las urbes musulmanas y el comercio se desarrolla debido a los excedentes agrícolas y a novedades como las letras de cambio, auge de las ferias…

En lo cultural trae la convivencia de cristianos, judíos y musulmanes fruto de las generosas capitulaciones, lo que se traduce en intercambio y esplendor cultural (Escuela de Traductores de Toledo, cantar del mio Cid, Camino de Santiago, arte ROMánico, gótico, mudéjar.
…)


Mudéjares Y MORISCOS El término mudéjar se refiere a los musulmanes que viven bajo dominio cristiano una vez que la Reconquista se ha consolidado. Suponen un ¼ de la población en Aragón y Valencia, 1/20 en Castilla. El término significa “sometido” lo que indica que la mayoría vivirían en tierras de señorío dedicados a la agricultura o artesanía.

Las necesidades económicas y demográficas llevan a la coexistencia pacífica. Se les permite quedarse en sus casas, mantener su religión, lengua y costumbres, organizados en aljamas de protección real, si bien sufrirán mayor presión fiscal y con el tiempo la convivencia empeorará.

Con los Reyes Católicos, durante el proceso de formación Estado Moderno y de las monarquías autoritarias, se busca la unidad política, territorial y religiosa fiel al ideal de “un rey, una ley, una fe”. Se persigue a las minorías que por motivos étnicos, religiosos o políticos no se integran en ese intento de uniformización. Así, tras la revuelta del Albaicín (1499), se procede al bautismo de los mudéjares castellanos (1502) y aragoneses (1526), pasando a denominarse moriscos.


Serán perseguidos por la Inquisición acusados de falsos cristianos y colaboradores de turcos y piratas berberiscos, consideración que llevará a varias rebeliones (Las Alpujarras, 1568). El Duque de Lerma (valido de Felipe III)
Los expulsará de España en 1619-10 por motivos de seguridad del Estado, lo que conllevó una gran pérdida económica y demográfica ya que supone no recuperar los préstamos que ha hecho la burguésía y perder mano de obra. Dejaron su huella a través del arte mudéjar como se ve en la Seo de Zaragoza o las torres mudéjares de Teruel.

Westfalia. La hegemonía alcanzada con Carlos I y Felipe II se vendrá abajo con los Austrias menores. La Pax Hispánica de Felipe III y el duque de Lerma, mantiene el equilibrio pero durante el reinado de Felipe IV el declive es un hecho. Las políticas de Olivares (Uníón de Armas, Capítulos de Reformación…) llevaron a varias rebeliones destacando las de Cataluña (1640-52) y Portugal (1640-68). Tras el Corpus de Sangre se sofocó la rebelión catalana en 1652. La de Portugal, impulsada por el duque de Braganza, terminará con su independencia (1668).

La Guerra de los Treinta Años (1618-48) tiene su origen en la disputa entre Fernando II y los príncipes protestantes, siendo ejemplo de la lucha por la hegemonía europea y de las disputas religiosas. Holanda, Inglaterra, Dinamarca, Suecia y Francia no estaban dispuestas a aceptar la hegemonía de los Habsburgo y se alinearon en contra de España y el Imperio alemán. Los problemas internos y la derrota en Rocroi (1643) marcan el devenir de la guerra que finaliza con la Paz de Westfalia (1648), continuando la guerra con Francia hasta la Paz de los Pirineos (1659).


Dichas paces reconocen el derecho de los príncipes a escoger la religión de sus Estados, la independencia de las Provincias Unidas y de la Confederación Helvética, ventajas territoriales para Suecia y la cesión del Rosellón, Cerdaña, Artois y otras plazas flamencas. El esfuerzo bélico dejó arruinada a la monarquía, pasando la hegemonía continental a manos de Francia y el dominio de los mares a holandeses e ingleses.

El declive se concretará durante el reinado de Carlos II (1665-70) siendo la Guerra de Sucesión española la que termine de desintegrar el patrimonio de los Habsburgo.

El siglo XVII supondrá por lo tanto un siglo de crisis pero se gana el calificativo de Siglo de Oro al dar a luz a grandes figuras en arte y literatura (Góngora, Quevedo, Velázquez…)

SEÑORIO. Los señoríos son una institución propia de las Edades Media y Moderna en la que su titular acumula en un territorio los siguientes elementos: jurisdicción, rentas y en ocasiones patrimonio. De acuerdo a la titularidad podían ser individuales o colectivos, laicos o eclesiásticos. Hablamos de infantazgos cuando el señorío pertenece a los hijos de un rey, señoríos de las órdenes militares, abadengos cuando pertenece a un monasterio, behetría donde los habitantes designaban voluntaria y temporalmente a su señor y solariegos cuando pertenece a un noble. En términos jurisdiccionales significaba un traspaso de ciertas competencias de la corona hacia un particular para que las ejercieran en un determinado territorio rindiéndole beneficios a través de las rentas pagadas por los campesinos. Durante la Edad Media los señoríos se concedieron como pago por participar en la reconquista. A partir del S XVI debido a la necesidad de Hacienda de obtener recursos ya no serán donaciones sino rentas (lo inicia Carlos I con la venta de los bienes de las órdenes militares). El desmantelamiento foral de los señoríos se produjo durante el régimen liberal que buscaba una organización territorial y una uniformidad administrativa además de unas leyes comunes que se aplicaban a todos los territorios e individuos. El proceso comenzó con las desamortizaciones provocadas por las Cortes de Cádiz y culminando con la ley de 1837 que consolidaba la propiedad privada aboliendo definitivamente el señorío.


ANTIGUO R. Término utilizado por los revolucionarios de 1789 para designar al conjunto de instituciones que tenían la intención de sustituir. Comprende el periodo correspondiente a los S XVI y XVIII, antes de las revoluciones liberales y de la industrialización. Los elementos que lo caracterizan son: 1) Monarquía absolutista: es un absolutismo mediatizado por la intervención de la iglesia que se encarga de regular el matrimonio, que tiene importancia dentro de su jurisdicción eclesiástica, pago de diezmos, pago de primicias, etc. Y la pervivencia de instituciones  que en ocasiones hacen frente a la corona. 2) Sociedad estamental: grupos sociales diferenciados jurídicamente a los que se pertenecía por nacimiento, por matrimonio o por toma de estado religioso, eran tres: nobleza, clero y estado llano, los dos primeros controlaban los cargos públicos, tenían jurisdicción en sus señoríos y disfrutaban de una justicia diferente a la de los no privilegiados, quienes además eran los únicos que pagaban impuestos y tan apenas tenían derechos sociopolíticos. 3) Importancia de la educación: se quitarán los privilegios de la educación a la iglesia, quien hasta entonces tenía el monopolio, se reformarán los estudios superiores y universitarios, se crearán academias y sociedades económicas de amigos del país. 4) Economía: aparecerá la libertad de comercio e industria, se favorecerá la creación de manufacturas, suprimirán algunos privilegios de la Mesta, se inicia una ley agraria, aumenta el comercio colonial y hay un crecimiento demográfico.

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