27 Mar
La dialéctica marxista
Marx toma de Hegel el esquema dialéctico de Tesis-Antítesis-Síntesis. Sin embargo, este esquema dialéctico no sirve para explicar el desarrollo (el «desenvolverse») del espíritu o la conciencia, sino de la materia. Por ello, Marx dirá que Hegel tuvo el mérito de exponer de un modo conceptual la dialéctica, aunque lo hiciera al revés: en vez de tomar la materia como punto de partida, que es precisamente la propuesta marxista, Hegel opta por la conciencia. La dialéctica marxista representa una inversión del planteamiento hegeliano: para el autor de El capital, la materia (entendida sobre todo en un sentido económico) es la clave explicativa de la realidad. Así, frente a la dialéctica de la Idea de Hegel, Marx propone una dialéctica de la realidad y de su transformación revolucionaria. Desde esta óptica, no tendrá sólo fines explicativos o descriptivos de la realidad, sino que intenta modificarla, ser un elemento más que indique las contradicciones internas que deben ser eliminadas. La concepción marxista del ser humano puede encontrarse en sus primeros escritos, particularmente en los Manuscritos, en la crítica a Hegel y las Tesis sobre Feuerbach, que constituyen el núcleo del llamado “humanismo marxista”. La crítica marxista se concreta en estos 3 puntos:Respecto al ser humano hegeliano, que es autoconciencia y pensamiento, para Marx debe primar en el hombre la actividad.En el polo opuesto, al entenderlo únicamente como actividad y trabajo, la economía política cosifica al ser humano, robándole su capacidad de tomar decisiones y de “hacerse a sí mismo”En cuanto a Feuerbach, su concepción del ser humano sigue siendo demasiado abstracta y teórica. Se olvida del lado práctico del ser humano, y así se aleja del hombre concreto para ocuparse de una esencia tan abstracta como inútil.
Marx defiende que no existe una esencia de “ser humano” que deba ser realizada, sino que el hombre es trabajo, actividad. El ser humano se hace a sí mismo en sus propias acciones y decisiones, sin realizar ningún modelo previo. El hombre es un ser activo, y su dimensión práctica es más importante que la teórica. El hombre no puede entenderse sólo como un “animal racional”: si la capacidad de pensamiento domina sobre la capacidad de acción, se reproduce una concepción injusta heredada ya de las sociedades esclavistas. Además, hemos de tener en cuenta que el trabajo y la acción es lo que pone en contacto al ser humano con la misma naturaleza y con el resto de seres humanos. A través del trabajo el hombre transforma la naturaleza y ocupa un puesto determinado en la sociedad. Por todo esto, dirá Marx en la sexta tesis sobre Feuerbach que “la esencia humana no es algo abstracto inherente a cada individuo; es, en realidad, el conjunto de las relaciones sociales.”
Tomando como referencia este cambio en la concepción del ser humano, Marx reforma también otro concepto heredado de Hegel y de Feuerbach: la alienación. Podríamos definirlo como aquel proceso o situación social por la cual el hombre se convierte en algo distinto, ajeno o extraño a lo que debería ser, a lo que le corresponde. Marx entiende que esta alienación se da precisamente en el trabajo: aquello que debería realizar al hombre (no olvidemos que éste es actividad) es precisamente lo que le termina cosificando, lo que le esclaviza, lo que le convierte en algo inhumano, por tanto en algo distinto de lo que el hombre es. En la medida en que el trabajo no humanice al ser humano, se tratará de un trabajo alienante, y estará en el punto de mira de la crítica marxista. En concreto, Marx afirma que esta alienación que se produce por medio del trabajo tiene 4 dimensiones:
Respecto a la naturaleza: ésta deja de ser un patrimonio común sobre el que cualquier ser humano puede disponer para trabajar, y se convierte en la propiedad de otro, en materia prima que se puede comprar y vender, enajenada respecto a su original propiedad común.
Respecto al trabajo mismo: éste no le pertenece al proletario sino al burgués que le emplea, y que aprovecha la situación de superioridad que esto genera. Además es un tipo de actividad que no es elegida, libre ni creativa, sino que a menudo consiste en una mecanización del ser humano. El proletario no elige su trabajo y se ve obligado a venderse a sí mismo como trabajo, lo que le hace sentirse extraño, insatisfecho, explotado. “Está en lo suyo cuando no trabaja, y cuando trabaja no está en lo suyo”, llegará a decir Marx para el que la libertad del proletariado queda limitada “a sus funciones animales, en el comer, beber, engendrar, y todo lo más en aquello que toca a la habitación y el atavío, y en cambio en sus funciones humanas se siente como animal.”
Respecto al producto de su trabajo: tampoco éste le pertenece, sino que es la mercancía, el capital que será vendido para beneficio exclusivo del burgués, dueño de los medios de producción. Esto aumenta aún más el abismo de desigualdad que existe entre la burguésía y el proletariado. El producto final termina esclavizando a su productor, que no ejerce ningún tipo de poder sobre él.
Respecto a la sociedad: la alienación del trabajo es el origen de las clases sociales. El lugar del trabajo es sinónimo del lugar que se ocupa en la sociedad, lo que determina todas las posibles relaciones sociales. Además, el trabajo propio del capitalismo genera competencia y desigualdad: el otro no es visto como un compañero, como otro ser humano, sino como un rival con el que competir, contra el que luchar. El trabajo capitalista genera egoísmo y destruye toda posibilidad de unas relaciones sociales basadas en la justicia y la igualdad.
Para Marx hay una relación directa entre esta alienación del trabajador y la propiedad privada. Por eso, desde esta primera época en que perfila el concepto de alienación, abogará por una supresión del capital, que tendrá como consecuencia la desaparición de la alienación del hombre. El ansia de tener, de dominar las cosas, de vencer sobre los demás se verá sustituido por una nueva relación con la naturaleza basada en sentimientos como el amor o la confianza.
El poder de la dialéctica reside entonces no sólo en su capacidad “teórica” sino también en su capacidad práctica, revolucionaria. La contradicción es el motor de la realidad, y los procesos dialécticos se presentan de un modo abierto, inacabado: las síntesis alcanzadas no son perfectas, e incluyen dentro de sí contradicciones que terminarán manifestándose, y dando lugar a nuevas síntesis de la realidad.
La dialéctica marxista tiene un doble significado:Por un lado, Engels trata de aplicar el esquema materialista a la naturaleza, resultando de esto el materialismo dialéctico, en el que Marx no participó directamente (de hecho, aún se duda de que se identificara con este tipo de explicación).Por otro lado, Marx desarrolla el materialismo histórico, que trata de comprender la historia y la economía a través de la dialéctica. Veamos en qué consiste esta teoría marxista.
Ética kantiana, aquí se propuso 2 objetivos fundamentales a) demostrar la falsedad de toda doctrina moral que pretenda basarse ne la experiencia y b dar a la ética una bqae exlusivamente racional y apriorística Kant escribíó una obra titulada la fundamentación de la metaficisa cominenca con la siguiente afirmación no hay nada en el mundo ni tampoco fuer de el que pueda ser considerado bueni sin limitación excepto la buena voluntad (actuar por deber) éticas materiales y la ética formal. Ne todas las éticas anteriores a Kant el valor de la conducta era medido en función de los resultados, pero siempre se trataba de doctrinas basadas en la idea de que existe un fin o un bien supremo que el ser humano debe alcanzar y que será lo que determine el valor moral de sus actos si estos conducen a ese fin serán buenos en caso contrario malos a todas estas doctrinas éticas Kant les da el nombre de éticas materialesy contrapone a ellas su ética formal
Las éticas materiales están basadas en la experiencia mientras que la ética formal de Kant tendrá como único fundamento la razón que es la condición indispensable para que una ética pueda tener valor unicersal frente a todsa las éticas anteriores que sitúan lo bueno o el bien como el objeto al que debe dirigirse la voluntad del ser humeno es decir como lo que toda persona debe intentar alcanzar la ética formal de Kant sitúa el único bien posible en la voluntad misma no en algo externo a ella, por lo tanto Kant solo toma en cuenta el lado interno de la actividad del ser humano, haciendo depender el valor moral de dicha actividad exclusivamente del propósito o voluntad que la mueve, si hacemos depender el valor de un comportamiento del hecho de que se adecue o no a un fin determinado entonces dicho valor depnedera de algo exterior a la persona para Kant en cambio el valor de comportamiento solo se mide por la puerza de las intencions no por su éxito o resultado
El concepto de deber moral
La buena voluntad a la que se refiere Kant puede ser definida como aquella que obra no solo conforme le deber sino también por deber según Kant las acciones de un individuo pueden ser moralmente hablando de 3 tipos, contrarias al deber conformes al deber aunque no realizadas por deber, realizadas por deber desde el punto de vista moral las primeras tienen por supuesto un valor negativo mientras que las segundas carecen de valor no son morales ni tampoco inmorales solo las ultimas poseen valor moral positivo y pleno Kant llega el extremo de declarar que los actos que benefician a otros individuos o a la sociedad carecen de significación moral si el autor de tales actos obra impulsado por alguna inclinación natural en vez de hacerlo por deber ¿Qué entiende Kant por deber cuando se da cuenta de que los preceptos éticos que se impone a la razón tiene un carácter ibjetivo y que el tiene la obligación de obedecerlos el reconocimiento de esta obligación que hace que el sujeto se sienta sometido a la ley moral es lo que hace la diferencia entre las inclinaciones naturales de una persona y el sometimiento de esta a lo que dicta la ley moral una persona puede sentir inclinación hacia ciertas consecuencias de sus actos pero respeto solo puede sentirlo hacia la ley moral al reconocer el valor objetivo de esta
Teoría de los imperativos
Si la razón determinase inevitablemente al a voluntad entonces se daría una coincidencia entre lo que es objetivamente necesario y lo que es subjetivamente necesario pero sobre la voluntad no actúa solo la razón sino que también las distintas inclinaciones naturales del ser humano por lo que este al otmas una decisión tiene siempre ante si distintas posibilidades precisamente por eso por que el ser humano puede elegir y sus acciones no están predeterminadas el deber moral se le presetna en forma de impertaivo los imperativos pueden ser de 2 clases categóricos e hipotéticos los primeros ordenand una acción como objetivamente necesaria por que así lo que establece la razón y no hacen referencia a ningún fin en las éticas materiales los imperativos que encontramos son los hipotéticos que nos imponen una obligación en función del fin que busquemos estos imperativos nunca podrán tener valor universal y además tendrán su origen no en el sujeto racional sino en algo externo a este dado que se basan en la inclinación natural del sujeto para alcanzar un determinado fin por eso las éticas materiales tienen estas carácterísticas a) son empíricas b)son heterónomas c) constan de imperitvos hipotéticos frente a las éticas materiales Kant defiende una ética formal con estas carácterísticas a)racional b) autónoma y c)basada en impertaivos categboricos pues solo una ética así podrá ser universal la formula mas conocida del imperativo categórico que Kant presenta en su teoría ética dice obra de tal modo que puedas querer que la máxima de tu acción se convierta al mismo tiempo que ne ley moral universal la diferencia entre máxima moral y ley moral es que la primera es la regla que un individuo aplica en su acción mientra que la ley moral es puramente raciona y por lo tanto es objetiva y universalanet valida este impertavio tiene valor universal porque lo que reclama de nosotros esuqe la máxima de nuestra acción sea de tal clase que pueda ser elevada a la categoría de ley universal o lo que es lo mismo que la regla que utilizamos subjetivamente y la ley objetiva coincidan
Kant
Si para clasificar los juicios empleamos el criterio del modo de justificar su verdad, obtenemos los dos tipos siguientes: juicios a priori y juicios a posteriori: Losjuicios a priori son aquellos que no tienen su fundamento en la experiencia sino en el ejercicio de la razón pura. Son universales y necesarios; ejemplo: «el todo es mayor que las partes que lo componen»; lo peculiar del pensamiento kantiano en este punto es su creencia en la existencia de juicios sintéticosa priori, por ser a priori no tienen su fundamento en la experiencia y son universales y necesarios; por ser sintéticos, son extensivos, nos dan información nueva. Según Kant, estos juicios no son posibles en la metafísica, pero sí en matemáticas y en la parte racional de la física: el propio Kant pone los siguientes ejemplos: «4 + 3 = 7», «la línea recta es la distancia más corta entre dos puntos», «la cantidad de materia del universo se mantiene invariable», «en todo movimiento acción y reacción son siempre iguales».Los juicios a posteriorise verifican recurriendo a la experiencia, son juicios empíricos, se refieren a hechos. Tienen una validez particular y contingente. Ejemplos: «los alumnos de filosofía son aplicados», «los ingleses son tranquilos». Hay que tener cuidado con las nociones «universal y necesario» y «particular y contingente»: que un juicio sea universal y necesario no quiere decir que todas las personas deban saber que es verdadero, o que necesariamente tengan que hacer dicho juicio; que un juicio sea particular y contingente no quiere decir que sólo algunas personas saben que es verdadero o que no es necesario que lo hagamos. El juicio «A es B» es universal y necesario si la nota o carácterística «B» se encuentra en todos y cada uno de los individuos que caen bajo el concepto «A» (si no tiene excepciones), y si necesariamente todos los individuos «A» la poseen. Que sea particular y contingente quiere decir que es pensable que haya algún «A» que no posea la propiedad «B» (es pensable que haya excepciones) y que aún en el caso de que los «A» existentes actualmente la posean, es pensable que otros «A» del futuro no la posean, porque el vínculo entre «A» y «B» es contingente, es así, pero puede no ser así.
La crítica de Nietzsche a la metafísica occidental se centra en dos aspectos: el relativo a la aparición de la metafísica occidental y el relativo a sus conceptos fundamentales:
Conceptos básicos de la metafísica tradicional
: la filosofía presenta una idea del mundo totalmente inadecuada: en primer lugar y de modo fundamental por considerar al mundo como un cosmos y no como un caos, por creer en la racionalidad intrínseca de la realidad. La invención del Mundo Racional trae consigo la invención de los conceptos básicos de toda la metafísica tradicional: entidades “racionales” como esencia, substancia, unidad, alma, Dios, permanencia, …; estas entidades son puras ficciones, nada nos garantiza su existencia, como no sea el prejuicio y el poder fascinador del ejercicio de la razón. Dado que el mundo que se muestra a los sentidos no presenta estas carácterísticas pues éstos nos ofrecen la corporeidad, lo cambiante, la multiplicidad, el nacimiento y la muerte, los filósofos acaban postulando la existencia de dos mundos, el mundo de los sentidos, pura apariencia, irrealidad, y el Mundo Verdadero, el Ser, dado a la razón, y horizonte último de nuestra existencia. Esto es precisamente lo que Nietzsche llama “platonismo”. Una consecuencia de la invención del Mundo Verdadero es la valoración positiva del mundo del espíritu y la valoración negativa de la corporeidad. La filosofía tradicional (filosofía que ha dominado todo el mundo occidental, aunque se haya expresado de un modo distinto en distintos autores) comienza con Platón, quien se inventa un mundo perfecto, ideal, absoluto, al que contrapone el desvalorizado mundo que se ofrece a los sentidos. Platón identifica el Ser con la realidad inmutable, estática, absoluta y relega al mundo de la apariencia lo que se ofrece a los sentidos (lo cambiante, la multiplicidad, lo que nace y muere). La filosofía posterior acepta este esquema mental básico, aunque lo exprese con distintas palabras.
El nacimiento de la metafísica occidental
: cuando se explica la aparición de la filosofía en el mundo griego es común señalar que la gran aportación de esta época es el descubrimiento de la racionalidad en el mundo. Las cosas se describen como si antes del siglo VI a. C. (fecha de la aparición de la filosofía) la realidad ya fuese racional, circunstancia olvidada por la actitud mítica y, sin embargo, puesta en evidencia por los primeros filósofos griegos. Es común indicar que los primeros filósofos descubren el mundo como una totalidad ordenada, descubren que es un cosmos y no un caos. El punto de vista de nuestro autor es radicalmente contrario a esta interpretación: los griegos inventan la racionalidad y el supuesto carácter ordenado del mundo. Nietzsche considera que en la aparición de la metafísica occidental encontramos dos elementos básicos: uno de índole psicológico, y otro, la fe en el lenguaje
Origen psicológico de la metafísica
: la metafísica es un signo de determinada tendencias antivitales, de tendencias guiadas por u instinto de vida decadente y contrario al espíritu griego anterior. Sólo la falta de instinto, el tono vital disminuido, permitíó la exageración del papel de la razón, de la vida consciente, y la aparición de las fantasías metafísicas consecuencia de esta hipertrofia de la razón: el Mundo Verdadero, Eterno, Inmutable propuesto por los primerosfilósofos, particularmente a partir de Sócrates y Platón. La raíz moral (inmoral, dirá Nietzsche) que motivó la aparición de la filosofía platónica fue el temor a la mutación, la muerte y la vejez, lo que le condujo a inventarse un mundo en donde no estén presentes dichas categorías. Las categorías metafísicas como substancia, ser, esencia, unidad, son puras invenciones para en ellas encontrar el reposo, la regularidad y calma que realmente no sugiere el único mundo existente, el que se ofrece a los sentidos. La metafísica platónica –y en el fondo, toda la occidental– es un síntoma de resentimiento ante el único mundo existente, miedo al caos;
influencia de la gramáticapara Nietzsche el lenguaje da lugar a una visión errónea de la realidad:la mayoría de las frases de nuestro lenguaje tienen la estructura sujeto-predicado, estructura que da pie a unainterpretación substancialista de la realidad: en el mundo existen cosas, unidades definidas por carácterísticas que le son propias y que las hacen distintas de las demás;en nuestro lenguaje son fundamentales las frases con el verbo ser, verbo que favorece la idea de la existencia de entidades dotadas de rasgos permanentes, de substancias;
con el lenguaje hablamos de distintas cosas mediante las mismas palabras, lo cual parece suponer que existen semejanzas entre ellas, cuando no identidad. Dado que con el lenguaje atribuimos ser a las cosas, que mediante los conceptos –las “células” básicas del lenguaje– creemos posible referirnos a lo universal, el lenguaje favorece también la creencia en la existencia de esencias, de naturalezas universales (recordemos que para el propio Platón la existencia de términos universales como los nombres comunes, los adjetivos o los sustantivos abstractos lleva necesariamente a creer en la existencia de las naturalezas universales a las que llama Ideas).Si nuestra gramática fuese distinta, nuestra forma de entender el mundo sería también distinta. Sólo la superación de la creencia en la gramática puede superar también la concepción típica de la metafísica tradicional:
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