15 Nov

Immanuel Kant, hasta 1770, se había preocupado por cuestiones científicas relacionadas con la física o las matemáticas. Sin embargo, en su periodo crítico, se centró en el problema de la metafísica: si esta disciplina alguna vez podría llegar a exponer algo que sea ciencia.

Esta inquietud se refleja en el siguiente fragmento, donde Kant explica que la metafísica aún no ha encontrado su método. Lo que pretende es probar a la metafísica, y esto lo lleva a cabo en su periodo crítico.

Fragmento 1

De esta manera, Kant, al realizarse una serie de preguntas, entre ellas “¿Qué puedo saber?”, que es la que responde a la metafísica, se pregunta por los límites de la razón, ya que nuestra capacidad de razonar es limitada. En esto se contrapone al dogmatismo. También se pregunta por las posibilidades de la razón, ya que algunas tenemos, contrario al escepticismo.

El dogmatismo es un puro análisis de conceptos vacíos que no alcanza realidad alguna. Por su parte, el escepticismo metafísico de Hume afirma la metafísica como imposible y que las leyes físicas se convierten en leyes probables, punto que Kant no puede aceptar.

Una vez alejado del método dogmático y del escéptico, Kant empleará para enfrentarse a estas preguntas un nuevo método: el método trascendental o crítico.

El Problema de la Metafísica como Ciencia

Entonces surge el problema: ¿Puede la metafísica convertirse en ciencia? Kant parte de un hecho: las matemáticas y la física son ciencias desde Tales y Galileo-Newton, respectivamente. En cambio, la metafísica no parece haberlo conseguido.

Kant entiende por metafísica un conocimiento cuyos principios jamás deben ser tomados de la experiencia, puesto que no deben ser conocimientos físicos, sino metafísicos. Es, pues, un conocimiento a priori o de la razón pura, pues versa sobre objetos no empíricos.

Kant aborda el problema de la siguiente manera: la metafísica debería estar compuesta por proposiciones científicas semejantes a las de las matemáticas y la física. Estas proposiciones o juicios, para ser científicos, deben ampliar nuestro conocimiento y poseer validez necesaria y universal.

Tipos de Juicios

Kant divide los juicios en dos tipos:

  • Analíticos: El predicado se encuentra ya incluido en el sujeto. Es un juicio explicativo que no aumenta nuestros conocimientos.
  • Sintéticos: El predicado no se encuentra en el sujeto. Es un juicio extensivo que sí aumenta nuestros conocimientos. Pueden ser a priori (independientes de la experiencia, necesarios y universales) y a posteriori (fundándose en la experiencia, son probables).

Kant dice, pues, que los juicios científicos deben ser sintéticos a priori, al contrario que Hume, que afirmaba que los juicios matemáticos eran analíticos y los físicos eran sintéticos a posteriori y, por ello, probables.

La Posibilidad de la Ciencia

Una vez explicado esto, podemos retomar la cuestión fundamental: ¿Cómo es posible la ciencia? ¿Cómo son los juicios sintéticos a priori?

Kant se remite entonces a las matemáticas y a la física (puras, sin mezcla de elementos empíricos):

  • Matemáticas: Se componen, según Kant, de proposiciones sintéticas a priori. La pregunta surge de cuestionarnos cómo es posible que tales proposiciones se construyan a priori, es decir, independientes de la experiencia. La respuesta es, pues, a partir de las intuiciones a priori del espacio (para la geometría) y del tiempo (para la aritmética). Las matemáticas construyen todos sus teoremas independientes de la experiencia, pero con valor para ella, para los fenómenos.
  • Física: Su objeto es la naturaleza, por la cual entiende el conjunto de todos los fenómenos determinados por leyes generales, por proposiciones sintéticas a priori. ¿Cómo las leyes de la naturaleza pueden ser a priori? Kant responde a esto que el entendimiento no toma sus leyes de la naturaleza, sino que las prescribe a esta. Así, las reglas de uso de las categorías son las leyes de la naturaleza. Las leyes físicas se imponen entonces a la experiencia con carácter necesario, pero solo tienen valor para el mundo fenoménico.

La Metafísica y su Imposibilidad como Ciencia

Una vez examinadas las dos ciencias, volvemos a la metafísica: ¿Puede ser una ciencia? Todo el desarrollo de la Crítica de la razón pura señala que, evidentemente, no, ya que es imposible un conocimiento de las cosas en sí mismas y, en concreto, del alma, mundo y Dios, ya que no poseemos intuición alguna de tales seres. La experiencia sensible es el límite de todo conocimiento posible. Así pues, la metafísica es imposible como ciencia.

Si no es posible, nos preguntamos qué función tienen entonces las ideas de la razón pura, ya que no nos sirven para conocer nada. Sin embargo, negativamente, señalan los límites que no se pueden traspasar y, positivamente, estimulan a que la investigación no se detenga nunca. Las ideas se convierten, pues, en ideales.

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