05 Jul
Crítica a la Razón Pura de Kant
a) Contextualización
Estamos ante uno de los principales filósofos ilustrados. Immanuel Kant protagoniza un giro copernicano en el ámbito de la teoría del conocimiento, dando lugar a un idealismo trascendental que pondrá al sujeto en una situación predominante con respecto al objeto conocido. Su Crítica de la razón pura desembocará en el fin de la metafísica como ciencia y dejará paso al uso de la razón práctica, que recuperará los principales objetos metafísicos como postulados.
b) Tema
Kant distingue dos usos de la razón: uno teórico, donde la razón no debe ir más allá de los límites de la sensibilidad, y uno práctico, donde sí puede traspasar tales límites, aunque no con ánimo de un conocimiento teórico.
c) Ideas
- La tarea crítica de su gran obra, La Crítica de la razón pura, parece a primera vista de corte negativo, ya que nos plantea la imposibilidad de que la razón traspase los límites de la sensibilidad.
- No obstante, dicha labor crítica se torna positiva cuando nos damos cuenta de que, hasta la fecha, la razón especulativa iba a la deriva, intentando construir castillos en el aire a base de conceptos vacíos de contenido.
- Es cierto que, a través del uso teórico de la razón, la metafísica pone fin a su intención de convertirse en ciencia; los juicios sintéticos a priori en el ámbito de la metafísica no son posibles, nos dirá Kant, pero las entidades metafísicas no dejarán de tener su función, al menos en el uso práctico de la razón, en la que se convertirán en postulados de la razón práctica y explicarán el motivo por el que cada persona obedece al imperativo categórico y hace lo que debe.
d) Relación entre las ideas
En este texto de carácter argumentativo, Kant nos plantea, como primera tesis, la utilidad negativa de la tarea crítica, ya que pone límites a la razón, advirtiéndonos del peligro de traspasar los límites de la experiencia sensible en el ámbito del conocimiento; pero, a renglón seguido, nos dice que ese aparente sentido negativo de la crítica se torna positivo, ya que, aunque creamos que estamos limitando el “poder” de la razón, lo que estamos haciendo realmente es poner las cosas en su sitio, dando su lugar al uso puro práctico de la razón y desechando la razón especulativa, que no nos llevaba a ningún sitio, tan solo a creer que podíamos llegar a conocer lo que solo es objeto de creencia.
Por todo ello, concluye que lo que aparentemente parece destruido con la crítica a la metafísica, retoma su fuerza como postulados de la razón práctica.
e) Explicación de las ideas
Kant es el máximo representante de la llamada filosofía crítica, y esto es así porque su tarea fundamental es someter a la razón al tribunal crítico que elimine de ella todos los elementos oscuros y no racionales. La tarea fundamental de este pensador es hacer un juicio a la razón para resolver las interpretaciones antagónicas e irreconciliables de la razón que había en su tiempo, entre el dogmatismo racionalista, que tomaba a la razón como la base o fundamento del conocimiento y de la moral, y el escepticismo empirista, que llega a mantener que el fundamento se remite a lo dado a los sentidos.
Debemos tener en cuenta que Kant, en el análisis de la facultad de conocer (uso teórico), establece las condiciones para el conocimiento científico, apreciando que es necesario aplicar los conceptos (categorías puras y conceptos a posteriori) a la información dada por los sentidos, con lo que deduce que la metafísica no es una ciencia, esto es, que no puede haber un conocimiento científico de Dios, del alma y del mundo (objetos metafísicos por antonomasia). Pero, si bien no puede haber un conocimiento de estos tres objetos metafísicos, sí tienen un papel en la ética; en el uso práctico de la razón, esos conceptos metafísicos sí podrán aplicarse más allá de la experiencia, pero solo en tanto que somos seres prácticos, éticos; pero sin que por ello podamos afirmar que esos enunciados prácticos formen conocimientos. No son conocimientos, ya que no podemos saberlos ciertos, solo podemos tener fe, fe racional, en que lo son, porque sin ellos no será posible realizar los fines prácticos que la ética propone a todo ser racional.
Kant se verá obligado, por un lado, a negar la validez a la metafísica en su uso para el conocimiento teórico de la experiencia y, por el otro, a proponer el uso de esos mismos objetos de la metafísica a la razón cuando esta intenta hacer reales sus objetivos morales o prácticos.
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