08 Mar

Nietzsche: Crítica a los Valores de la Cultura Europea

Nietzsche parte del supuesto de que la cultura occidental está en decadencia. Es una cultura racional que se opone a la vida. Nietzsche trata de hallar el origen de esta crisis y lo encuentra en el platonismo y el posterior desarrollo de sus ideas en el cristianismo y en el pensamiento metafísico alemán. Nietzsche hace una crítica total a la cultura europea: la moral, la religión y la filosofía.

Crítica a la Moral Tradicional

La crítica más profunda es la crítica de los valores morales. El principal error de la moral tradicional es la negación de la vida, es aquella moral que se opone a la vida, los sentidos y a los instintos de la vida.

La base de la moral es el platonismo. El mundo de las ideas sirve para los cristianos. Se otorga mayor peso al más allá. Hay una evasión respecto al hombre concreto y además afirma que alguien desde fuera del mundo dirige a los hombres y de esta forma potencia los valores débiles (compasión, misericordia, renuncia).

Tipos de Moral según Nietzsche

Nietzsche distingue dos tipos de moral:

  • La moral de los señores: Es propia de los hombres superiores (libres y creativos) que aman la vida, el poder y el placer. En ella es bueno todo lo que eleva al individuo, todo lo que se basa en la afirmación y aceptación de la vida. Es una moral activa y creadora de nuevos valores, propia de aquel que tiene voluntad de poder.
  • La moral de esclavos: Es la moral propia de los débiles, cuyos valores se oponen a la vida. Es la moral de la mediocridad y la moral de la democracia que pretende igualar a todas las personas.

Nietzsche defiende la moral de los señores, que es la moral que afirma y exalta la vida.

Crítica a la Religión

Toda religión nace del miedo, las necesidades y la impotencia que siente el hombre ante la vida. Ninguna religión aporta verdad. Los valores de las antiguas Grecia y Roma se han invertido con la invención del mundo celestial que supone una negación y desprecio al mundo terreno.

Nietzsche considera el cristianismo como una moral vulgar que se opone a los valores de la verdadera virtud (grandeza, nobleza, poder). No viene del hombre sino de Dios, que ha sido el gran obstáculo contra la vida y por eso hay que acabar con él.

El Nihilismo y la Muerte de Dios

Más que la afirmación de algún ismo, expresa la muerte de las verdades absolutas y de las ideas inmutables: el mundo de las ideas de Platón, los idealismos, todas las creencias o verdades que atraviesan el curso completo de la historia de occidente. Los valores de la cultura occidental ya no impulsan las vidas de las personas. Es el nihilismo: los valores supremos pierden su validez; el hombre no cree en nada y cae en la máxima desesperación, es la época de máxima seguridad del último hombre.

La muerte de Dios significa que se han derrumbado los pilares de la cultura occidental. Con la muerte de Dios, el hombre se libera de un gran peso que lo abruma y le impide ser hombre.

De ahí la necesidad de superar esta crisis. Esa será la tarea del filósofo: superar el nihilismo moderno, ofreciendo al hombre una moral nueva que se base en la exaltación de la vida. Nietzsche plantea una filosofía radicalmente nueva, cuyos conceptos centrales son el superhombre, la voluntad de poder y el eterno retorno de lo idéntico.

Nueva Moral: El Superhombre

La expresión «Dios ha muerto» es más que la afirmación de algún ismo, es la muerte de las verdades absolutas y de las ideas inmutables: el mundo de las ideas de Platón, todos los idealismos, como todas las grandes creencias que atraviesan el curso completo de la historia de occidente. Los valores de la cultura occidental ya no impulsan las vidas de las personas. Es el nihilismo, los valores supremos pierden su validez, el hombre no cree en nada y cae en la máxima desesperación, es la época de máxima oscuridad, del último hombre. La muerte de Dios significa que se han derrumbado los pilares de la cultura occidental. Con la muerte de Dios, el hombre se libera de un gran peso que lo abruma y le impide ser hombre.

De ahí la necesidad de superar la crisis. Esa será la tarea del filósofo: superar el nihilismo moderno, ofreciendo al hombre una nueva moral que se base en la exaltación de la vida.

Nietzsche plantea una filosofía radicalmente nueva, cuyos conceptos centrales son el superhombre, la voluntad de poder y el eterno retorno de lo idéntico.

Ante la muerte de Dios, solo podemos elegir entre dos opciones: el último hombre o el superhombre. El hombre debe asumir la tarea de llegar a ser Dios, de llegar a ser superhombre.

Nietzsche ve en su propio tiempo la época del último hombre en la que habían dominado valores que ahora ya están muertos. Es el hombre de la vida moderna sin plantearse metas ideales. Es el hombre nihilista.

Ahora bien, esta negación absoluta de los antiguos valores, abre la posibilidad de la llegada del nuevo hombre, el superhombre que es capaz de crear valores nuevos. El superhombre dará un nuevo sentido a la realidad, valores de la vida que no se fundamentarán en un más allá sino en este mundo. Se constituirá el gran riesgo del superhombre, que ya no cuenta con ninguna ayuda fuera de sí. Nietzsche caracteriza al superhombre como un espíritu libre, que no cederá ante nada, pero que participará en la inocencia y espontaneidad propias del niño.

Las Tres Transformaciones del Superhombre

Nietzsche describe el proceso de transformación del superhombre de tres maneras:

  • El hombre como camello: Representa al hombre capaz de soportar el peso de la moral y el peso de la trascendencia. Su máxima es el deber kantiano.
  • El hombre como león: Representa al hombre que lucha contra su amo y destruye los valores establecidos. Es el hombre que busca su libertad, se hace rico y dueño de sí mismo e impone su voluntad.
  • El hombre como niño: Representa la voluntad creadora y espontánea. El niño representa la vida como aventura y juego y es natural y sincero al decir sí a la vida.

La Voluntad de Poder

El origen de la voluntad de poder se halla en la voluntad de vivir de Schopenhauer, que Nietzsche transforma. La voluntad de poder es una fuerza creadora que rige toda la realidad, la búsqueda de elevación, de superación, de perfección, de desarrollo de todas las potencialidades vitales. Se manifiesta especialmente en el hombre y lo hace como plenitud vital, como conjunto de pasiones e impulsos que dentro de él tienden hacia una continua elevación, hacia la producción de formas cada vez más perfectas.

El concepto de voluntad de poder significa la perfecta conciliación del impulso formal, de la perfección racional y del impulso instintivo y creador.

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