24 Sep

8A. Los Austrias Menores y la Decadencia del Imperio Español

Este siglo, conocido como el de los Austrias Menores, presenció una decadencia militar y la pérdida de la hegemonía española en Europa. El reino de Castilla sufrió una profunda crisis económica. El Imperio Hispánico tuvo que hacer frente a diversos desafíos:

Desafíos Externos:

  • Ataques de los turcos en el Mediterráneo.
  • Rivalidad con holandeses, franceses e ingleses en Europa y los mares.
  • Independencia de los Países Bajos.

Desafíos Internos:

  • Rebeliones en Cataluña, Andalucía y otras zonas.
  • Independencia de Portugal.

Las guerras constantes contribuyeron a un declive paulatino del imperio. Los Austrias Menores fueron:

Felipe III (1598-1621):

Hijo de Felipe II y Ana de Austria, Felipe III se caracterizó por su desinterés en la política y su afición a las fiestas. Confió los asuntos de Estado al Duque de Lerma, quien carecía de un programa político coherente y se dedicaba a sus propios intereses. Trasladó la Corte a Valladolid y finalmente fue sustituido por su hijo, el Duque de Uceda.

Política Exterior:

Felipe III heredó un vasto imperio y un gran ejército, pero también una gran deuda y dos guerras en curso. Su reinado fue relativamente pacífico. Se firmó la paz con Inglaterra y la Tregua de los Doce Años con los Países Bajos. Sin embargo, España se vio involucrada en la Guerra de los Treinta Años.

Política Interior:

En 1609, se llevó a cabo la expulsión de los moriscos. Durante los últimos años, los moriscos habían permanecido impermeables a los intentos de cristianización debido a su aislamiento, el mantenimiento de sus costumbres y su crecimiento demográfico. Fueron odiados y finalmente expulsados.

Felipe IV (1621-1665):

Hijo de Felipe III, Felipe IV fue un rey culto con mayor interés en la política. Delegó el gobierno en el Conde-Duque de Olivares, quien intentó restaurar la posición internacional de la monarquía.

Política Interior:

Olivares presentó el proyecto de la Unión de Armas (1625), en el que todos los reinos debían participar en un esfuerzo común para la defensa del imperio. Proponía un ejército permanente compuesto por contingentes de cada reino. La idea suscitó una fuerte resistencia y provocó que el rey apartara a Olivares del cargo.

Política Exterior:

España participó en la Guerra de los Treinta Años, que inicialmente enfrentó a alemanes protestantes contra católicos, pero se convirtió en una guerra europea. Los ejércitos españoles obtuvieron algunas victorias, pero fueron derrotados en Rocroi por los franceses. La Paz de Westfalia (1648) puso fin a la guerra y supuso:

  • El fin de la hegemonía española.
  • El fracaso de los Habsburgo.
  • La hegemonía francesa como gran potencia europea.
  • El reconocimiento de la libertad religiosa.
  • La independencia de los Países Bajos.

La guerra entre Francia y España continuó, con España siendo derrotada. En la Paz de los Pirineos (1659), Francia obtuvo:

  • El Rosellón, Cerdaña, Artois y plazas flamencas.
  • Concesiones para las mercancías francesas en España y América.
  • El matrimonio entre Luis XIV y María Teresa de Austria.

Carlos II (1665-1700):

A la muerte de su padre, Carlos II tenía solo 4 años, por lo que su madre, Mariana de Austria, actuó como regente. El reinado se divide en dos etapas:

  1. Caracterizada por el sufrimiento económico y las luchas por el poder entre Don Juan José de Austria, el padre Nithard y Fernando Valenzuela. Se reconoció la independencia portuguesa.
  2. Con el Duque de Medinaceli y el Conde de Oropesa, hubo una voluntad regeneracionista y de reformas económicas, administrativas y religiosas.

La recuperación fue difícil debido a las agresiones de la Francia de Luis XIV, con cuatro guerras en las que España perdió plazas fronterizas. Los últimos años del reinado estuvieron marcados por las tensiones por el problema sucesorio. Ante la imposibilidad de Carlos II de tener un heredero, se disputaban el trono español dos candidaturas:

  1. Felipe de Anjou, Borbón, con el apoyo de los castellanos.
  2. Archiduque Carlos de Austria, Habsburgo, apoyado por Aragón y Cataluña.

Carlos II nombró heredero a Felipe de Anjou para asegurar el apoyo francés y evitar el desmembramiento territorial. Por temor a esta unión, se formaron alianzas antifrancesas que desembocaron en la Guerra de Sucesión a la Corona española.

8B. Gobierno y Conflictos Internos

1) Gobierno de Validos:

El gobierno de validos estuvo muy extendido en Europa. Los teóricos de la privanza pensaban que el rey absoluto, para hacer frente a sus obligaciones, tenía derecho a descargar su trabajo en una persona (ministro o fiel amigo). El poder del valido residía en la confianza que el rey depositaba en él. Si desaparecía la confianza, el valido perdía sus poderes. Este sistema provocó un distanciamiento entre el rey y sus vasallos, y las oligarquías desconfiaban y reforzaron el poder absoluto. Destacan el Duque de Lerma con Felipe III y el Conde-Duque de Olivares con Felipe IV.

2) Conflictos Internos:

Se produjeron revueltas y sublevaciones internas. Olivares inició una serie de reformas para lograr su proyecto de la Unión de Armas.

Revuelta de Cataluña (1640-1652):

Olivares fracasó en su proyecto de Unión de Armas. Cataluña se convirtió en un frente militar. Las tensiones y la crisis económica desembocaron en una revuelta campesina. Se produjeron motines entre campesinos y soldados. El día de Corpus Christi, los segadores entraron en Barcelona, y el motín terminó con el asesinato del virrey y la huida de las autoridades (Corpus de Sangre). Finalmente, Barcelona se rindió a las tropas reales con la condición de que se respetaran sus fueros.

Independencia de Portugal (1640):

Portugal rechazó el proyecto de Olivares y llevó a cabo una sublevación en la que vencieron. Proclamaron rey al Duque de Braganza con el nombre de Juan IV. Tuvo el apoyo de Francia e Inglaterra.

Revuelta de Andalucía (1641):

Dirigida por el Duque de Medina Sidonia, quien quería un reino andaluz independiente, la revuelta fue aplastada.

Revuelta de Aragón (1648):

Llevada a cabo por el Duque de Hijar, similar a la andaluza, fracasó.

Después de las crisis, la estructura política se mantuvo intacta. Con los Borbones, se cambió la forma de articular España.

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