10 Ago

Deficiencias Nutricionales en Niños

Los niños que empiezan a andar padecen a menudo una queratomalacia que se asimila a la «ceguera nocturna«

BERIBERI INFANTIL., en la que la dieta deficiente en tiamina de la madre se corresponde con una baja concentración de ese nutriente en su leche. Es espectacular la respuesta clínica de estos pacientes a la administración parenteral de tiamina, cuando son tomadas a tiempo.

RAQUITISMO. donde los niños de corta edad no reciben vitaminas D, ni en el alimento ni en suplementos, y donde no están todavía expuestos a la luz solar debido al hacinamiento humano. Hay que tratar de evaluar por lo menos tres signos clínicos del grupo presuntivo, y hacer una evaluación indirecta según criterios aplicados al diagnóstico.

DEFICIENCIA DE HIERRO. La anemia, sumamente frecuente en los niños de corta edad de muchos países en desarrollo, se debe a menudo a cierto número de factores concomitantes tales como las carencias alimentarias, las infecciones bacterianas y parasitarias y las anomalías genéticas como sucede especialmente con la anemia drepanocítica en los niños de ascendencia africana.

Malnutrición Proteico-Calórica (MPC)

  • Insuficiente aporte calórico y proteico
  • Presente en el 50% de los adultos hospitalizados.
  • Aparece a los 5-10 días de la aparición de un estrés
  • Contribuye a la morbilidad y mortalidad.

Causas de MPC

Inanición

Disminución de la ingesta
  • Psiquiátrica (depresión)
  • Anorexia vinculada al cáncer, insuficiencia renal…
Disminución de la asimilación
  • Alteración del tránsito: obstrucciones, íleo paralítico
  • Malabsorción: mucositis, tiflitis …

Estrés

  • Sepsis aguda
  • Inflamación aguda o crónica (tiflitis, enterocolitis)

Mecanismos mixtos

  • Ciclos metabólicos inútiles (cáncer)
  • Aumento de la demanda energética (fiebre)

Evaluación del Estado Nutricional

PESO PARA LA EDAD (P/E)

Interpretación: según la clasificación de Federico Gómez.

El P/E se utiliza en los niños y se valora como el porcentaje del peso esperado o ideal para una edad determinada. El déficit de peso evalúa tanto la desnutrición presente como la pasada ya sea debida a un proceso agudo o crónico

P/E = PESO ACTUAL x 100 = % de peso – 100 = % de déficit de peso

            PESO IDEAL

1gAAAAAElFTkSuQmCC

PESO PARA LA TALLA (P/T)

El peso para la talla P/T ha reemplazado al P/E como criterio para el diagnóstico de desnutrición aguda o presente. Es muy útil para evaluar el impacto de los programas de intervención nutricional.

P/T = PESO ACTUAL x 100 = % de peso – 100 = % de déficit de peso

    PESO IDEAL PARA TALLA ACTUAL

x+JNIG5u7YYsQAAAABJRU5ErkJggg==

TALLA PARA LA EDAD (T/E)

T/E = TALLA ACTUAL x 100 = % de talla – 100 = % de déficit de talla

           TALLA IDEAL

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CLASE: LOS OLIGOELEMENTOS

HIERRO

El cuerpo humano contiene de 4-5 g de hierro; esta cantidad guarda relación con el peso corporal, masa muscular, edad, sexo. Se distribuye como sigue:

  1. Hierro ligado a la hemoglobina. Se calculan 3 g en el varón y una cifra algo menor en la mujer.
  2. Hierro de transporte o plasmático. La cantidad es exigua (3-4 mg), o sea por debajo del 1 por mil de la cantidad total de hierro contenida en el cuerpo. Va vehiculado a una globulina llamada transferrina o siderofilina. Sólo un 30 % se halla saturada de hierro, representando el hierro plasmático o sideremia (valor normal: 60-140 ug/dl); el 70 % restante permanece libre. La capacidad total de fijación del hierro (hierro sérico [80-120 ug/dl] + capacidad latente de fijación [240 ug/dl], equivale a 280-350 ug/dl en el varón, y hasta 400 ug/dl en la mujer).
  3. Hierro de depósito. Importa 1 g, y se halla, principalmente, en las células reticulohistiocitarias del hígado, bazo y médula ósea, en forma de ferritina (hidrosoluble) y hemosiderina.
  4. Hierro hístico, Aproximadamente 0,5 g. Se halla parcialmente como parte integrante del sistema enzimático celular en forma de citocromos, catalasa, peroxidasa, deshidrogenasa succínica y mioglobina.

Los síntomas que presentan los pacientes anémicos no son debidos sólo a la hipohemoglobinemia, ya que se presentan incluso en los que tienen las cifras de hemoglobina normales; cabe atribuir una parte de ellos a la disminución de las enzimas endocelulares recién citadas.

Las pérdidas cotidianas de hierro (0,5-1,5 mg en el varón; 1-2,5 mg en la mujer), se cubren con la alimentación y reutilización del hierro procedente de la degradación hemoglobínica. Se absorbe a nivel de la mucosa duodenal y yeyunal, gracias a un proceso activo que requiere aporte de energía e intervención de un proceso enzimático.

La absorción aumenta tras hemorragias y depleción de los depósitos orgánicos de este metal (aunque no exista anemia); en los procesos hemolíticos; en condiciones de hipoxia; tras la toma de grandes cantidades de ácido ascórbico, y, en general, siempre que aumenta la eritropoyesis.

Por el contrario, su absorción disminuye en presencia de poliglobulias postransfusionales, tras la administración parenteral de hierro; por alimentación rica en fosfatos y fitatos, y siempre que disminuya la eritropoyesis.

1) HIPOSIDEREMIA

La falta de hierro afecta a un 20-59 % de la humanidad, siendo el síndrome carencial más frecuente, con particular incidencia en las mujeres en edad menstrual y personas ancianas. La falta de hierro aparece a veces enmascarada, sin anemia, sospechándose entonces su presencia por los datos clínicos y confirmándose con los del laboratorio.

CLÍNICA. Es muy variada en sus manifestaciones:

1. Síntomas generales y nerviosos.

Fatiga persistente con irritabilidad, cefalea, vértigo.

2. Síntomas cutaneomucosos.

Piel seca, pérdida del brillo y caída del cabello, fragilidad capilar, queilitis angular (boqueras). Muy típicas son las anomalías ungueales; así, las uñas se tornan frágiles, con surcos longitudinales y transversales, a veces se aplanan o se hacen cóncavas (coiloniquia, spoon nail, uña en cuchara). Las mucosas bucal, lingual y vaginal se resecan y atrofian, son frecuentes la glosodinia y leucorrea.

3. Síntomas digestivos.

Son casi constantes los fenómenos dispépticos; se relacionan con anomalías en la mucosa gástrica de tipo atrófico, que conducen a la hipoacidez o anacidez. La hipoacidez o anacidez repercute sobre la absorción del hierro, creándose un círculo vicioso: a mayor hiposiderosis peor digestión, menor aprovechamiento del hierro alimentario y acentuación de la carencia de hierro. La disfagia sideropénica o poscricoidea es casi exclusiva de las mujeres jóvenes (96 %), se acompaña de queilitis angular, lengua lisa y depapilada, atrofia de la mucosa gástrica con aclorhidria (77 %) y disminución del hierro sérico (96 %). La anemia falta en el 65 % de los casos.

4. Síntomas genitales.

Las menorragias aparecen a veces asociadas a una anemia ferropénica, cediendo con la «terapia marcial»; las pérdidas genitales persistentes son, a su vez, causa de una mayor exposición del metal.

5. Síntomas por inadecuado aporte.

En la infancia, predispone a los preescolares a los estados nutritivos deficientes y a una mayor susceptibilidad a padecer infecciones, en especial del tracto respiratorio superior.

EXÁMENES COMPLEMENTARIOS.

Aparece sideremia disminuida en las anemias ferropénicas y todos los estados de sideropenia; en infecciones y neoplasias; en la policitemia vera, grandes hipoproteinemias y hemosiderosis pulmonar idiopática.

Encontramos anemia microcítica hipocroma, sideremia baja, capacidad de fijación de hierro aumentada (en las anemias infecciosas y tumorales está disminuida), aumento de la transferrinemia y disminución del hierro teñible y sideroblastos (valor normal: 30-50 %) en la médula ósea.

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