19 Mar

INT:La estructura de la propiedad de la tierra es un factor fundamental para analizar la situación de la agricultura española en el Siglo XIX: en la Edad Media se formaron grandes patrimonios territoriales consolidados gracias a su conversión en manos muertas  Así, desde las leyes de Toro, gracias a la propiedad vinculada o amortizada, los grandes dominios territoriales permanecieron inalterados. Un objetivo de la política económica desde el Siglo XVIII fue la reforma de la propiedad de la tierra, con expedientes como el Tratado de la regalía de amortización de Campomanes, y el Informe sobre la ley agraria de Jovellanos, Entre las medidas propuestas en ellos, la más importante por su calado fue la que propónía la modificación de la estructura de la propiedad, manifestando que las tierras vinculadas a señoríos, mayorazgos o en manos de la Iglesia debían ser objeto de compraventa.Pero no sé adopto ninguna decisión al respecto, y la propiedad agraria quedó inalteráda. Sólo hicieron repartos de las tierras que pertenecían a los concejos y estaban sin cultivar. Sin, Embargo, estas tierras acabaron en manos de las oligarquías locales, el establecimiento de una economía capitalista era incompatible con los privilegios y la amortización. Así pues, la desamortización fue promovida por los gobiernos liberales durante el Siglo XIX. DES: Estas desámortizaciónes se produjeron de dos formas mientras que las tierras de la iglesia y los ayuntamientos fueron expropiadas, subastadas y adquiridas por otra gente.Las de la nobleza fueron transformadas en propiedades privadas sin cambiar de manos mediante la ley del régimen señorial.Las desamortizaciones se  llevon a cabo con 3 objetivo: la modernización de las estructurad de propiedad de la tierra,convirtiéndola en un bien enajenable sometido a las leyes del mercado capitalista c)el reparto de tierras que diera lugar a una clase social de pequeños
primer objetivo es coyuntural, mientras que los otros dos son estructurales y encamina a propiciar la revolución industrial según el modelo inglés: la propiedad privada de la tierra llevaría su explotación con fines de máxima rentabilidad y beneficio, lo que daría lugar a los excedentes necesarios para la industrialización; a su vez, el reparto de tierras entre pequeños propietarios llevaría a estos a aumentar su poder adquisitivo, convirtiéndose así en los consumidores necesarios de los bienes industriales. El primer objetivo se cumplíó relativamente, pues, si bien es cierto que los ingresos por las desamortizaciones lograron sanear las arcas de la Hacienda pública, sus problemas estructurales de la Hacienda continuaron debido a la ausencia de medidas que modificaran la
política fiscal española.


El segundo objetivo se cumplíó también de forma relativa, ya que las estructuras anticuadas, la falta de iniciativa de los propietarios debido a su mentalidad tradicional rentista, y la competencia exterior impidieron una eficaz transformación de la explotación agraria española. El tercer objetivo no se cumplíó en absoluto, ya que, al no subdividirse los lotes subastados en la mayoría de los casos, los labradores de medianos recursos no pudieron adquirir las grandes extensiones desamortizadas, quedando éstas en manos de la nobleza tradicional y de nuevos propietarios pertenecientes a laburguesía adinerada.En consecuencia, la doble desamortización eclesiástica y civil contribuyó al proceso de concentración de la tierra en pocas manos.Algunas de estas tierras, como bosques, zonas de pastos, barbechos o yermos, que habían permanecido sin cultivar, comenzaron a ser sembrados, De este modo, la superficie cultivada aumentó, principalmente la de cereales, lo que permitíó que, a pesar del crecimiento de la población, el abastecimiento de trigo, esencial para la alimentación de las clases más humildes, pudiera
garantizarse casi siempre con la producción nacional, e incluso generar excedentes para la exportación.La secuencia histórica de este proceso desamortizador es la siguiente: )En 1768 se produce la llamada Reforma de Olavide con la que el Estado vendíó tierras de su propiedad, parte de ellas obtenida tras la confiscación de los bienes de los jesuitas, que habían sido expulsados de España. Estas ventas se hacían con la condición de que la posesión de las tierras nunca pudiera volver a manos muertas.) La primera desamortización del Siglo XIX fue realizada en el reinado de Carlos TV por Godoy y el ministro Cayetano Soler entre 1800 y 1803. En ella se desamortizaron bienes de la Compañía de Jesús, de hospitales, hospicios, Casas de Misericordia y de Colegios Mayores universitarios e incluía también bienes no explotados de particulares. ) José 1 realizó también una pequeña desamortización consistente en para gastos de guerra de las tropas de, y que se devolvieron en 1814.) El decreto de las Cortes de Cádiz de 1813 de incaútación de bienes fue unfintento desamortizador que se dirigía hacia los bienes de “traidores”, la Ínquisición, las Órdenes militares y los Conventos suprimidos, Este germen desarhortizhdor húcdó truncado con la regtauración absolutista que supuso el regreso de Ferriándo VII en 1814 ) Durante el Trienio liperal se llevaron a cabo otras desamortizaciones tan poco ambiciosas como la anterior e igualmente deshechas tras la caída del régimen liberal. )


En 1836, la desamortización de Mendizábal respondía a la urgente necesidad del bando cristiano de hater frente a los gastos de la I Guerra Carlista. Se centró en Ios bienes del clero regular.Parcialmente en desuso, y previamente se suprimíó la Mesta, y con ello el predominio de los ganaderos sobre los agrícolas. Tuvo esta desamortización consecuencias muy importantes como la división de lotes que se encomendó a comisiones municipales, que manipularon en beneficio de unos pocos configurando grandes lotes inasequibles a los pequeños propietarios. Las tierras fueron compradas por nobles y burgueses adinerados. Así, no pudo crearse una verdadera clase media en España que la sacase de su crisis.El liberalismo ganó adhesión de ricos propietarios y el odio  de los campesinos.El 2 d Septiembre el recién nombrado regente, el progresista Espartero impuso la amortización de bienes del clero secular excepto unos pocos. Esta ley durará escasamente tres años y al hundirse el partido progresista la ley fue derogada.) Durante el segundo gobierno de Espartero, su ministro de Hacienda, Pascual Madoz, realizó una nueva desamortización en 1855 que fue ejecutada con mayor control que la de Mendizábal. Se declaraban en venta todas las propiedades del Estado, del clero, de las Ordenes Militares, cofradías, obras pías, santuarios, del ex-infante D. Carlos, de los propios y los comunes de los pueblos de la beneficencia y de la instrucción pública. Con algunas excepciones. Igualmente se permitía la desamortización de los censos pertenecientes a las mismas organizacione CONC:Como resultado de las desamortizaciones muchos conventos e iglesias de valor artístico fueron abandonados o echados abajo y ahora han desaparecido o, en el mejor de los casos, son una ruina; igualmente, muchos libros y bibliotecas conventuales se dispersaron y sus libros fueron a parar en su mayor parte a las bibliotecas públicas de la época, y centenares de miembros del bajo clero incrementaron la mendicidad en España. Pero no sólo no se consiguió la creación de una clase de pequeños y medianos propietarios, como se ha explicado, sino que las condiciones de vida de muchos pequeños campesinos y asalariados agrícolas empeoraron con la revisión al alza de las rentas y el endurecimiento de las condiciones de los contratos, como era la obligatoriedad de pagar la renta en metálico y no en especie.

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