09 Feb

Desamortización de Mendizábal

Entre 1836 y 1837 (Regencia de María Cristina), Mendizábal llevó a cabo la primera desamortización propiamente dicha que tenía como objetivos:

  • Sanear la Hacienda y hacer frente a la deuda provocada por la primera guerra carlista
  • Reforma agraria en beneficio del campesinado
  • Reforma de la Iglesia
  • Beneficiar a la burguesía liberal posibilitándole adquirir tierras

La desamortización estaba orientada a los bienes del clero regular y posteriormente también secular y se llevó a cabo mediante dos decretos a través de los cuales los bienes eran declarados propiedad del estado y sacados en pública subasta.

Sin embargo, la desamortización no cumplió los objetivos esperados: la deuda pública aumentó, la reforma de la Iglesia no se realizó y los campesinos no pudieron adquirir tierras al no disponer de créditos, por lo que su situación empeoró al subir los arrendamientos los nuevos propietarios. Además, el régimen isabelino se granjeó la oposición de toda la Iglesia, los campesinos, los liberales (contrarios a un enfrentamiento con la iglesia) y los ilustrados (apoyaban una reforma agraria real)

Desamortización de Espartero

Durante la regencia de Espartero (1840-1843) se completa la desamortización de Mendizábal y se inicia una nueva en 1841 que afectó a tierras e inmuebles del clero secular en las ciudades. Estas fueron sacadas a subastas y compradas por grupos financieros que se beneficiaron de la construcción en un momento de gran demanda de la vivienda.

La ley de desamortización de Espartero estuvo vigente 3 años y finalizó con el ascenso al poder de Narváez en 1843.

Desamortización de Madoz

La ley general de Desamortización de 1855 (bienio progresista) finalizaba el proceso iniciado con Espartero y autorizaba la desamortización de los baldíos y bienes propios de los ayuntamientos, que eran sacados a subasta con el objetivo de hacer frente a la deuda del estado, nivelar el presupuesto y financiar obras públicas como el ferrocarril.

La ley estuvo en vigor 14 meses en contra la oposición de los moderados y la propia reina y alcanzó mayores ventas que las anteriores. Sin embargo, sus consecuencias fueron desastrosas: los campesinos, que no pudieron acceder a la compra de las tierras, se vieron privados de terrenos para cazar, pastar y recoger leña y los municipios de las tierras de las que obtenían la mayoría de los recursos

Conclusiones

  1. Todo el proceso desamortizador sirvió para conseguir dinero para planes del Estado y no para repartir las tierras entre los campesinos al no estar acompañada de una reforma agraria. Sin embargo, sí que aumentó la superficie cultivada, lo que aumentó la producción agraria.
  2. Por otro lado, dio lugar a la aparición del proletariado agrícola (sin tierras, trabajo estacional y pésimas condiciones) y una burguesía terrateniente.
  3. Aumentaron los desequilibrios entre el latifundismo (centro y sur) y minifundismo (norte)
  4. La enajenación de las tierras municipales empeoró las condiciones de los campesinos más pobres
  5. Pérdida y expolio del patrimonio artístico y cultural (obras de arte y bibliotecas) -Abandono y ruina de edificios de interés artístico (otros transformados en edificios públicos)
  6. La desamortización de edificios eclesiásticos contribuyó a la creación de la ciudad burguesa (desaparición de caseríos, crecimiento en altura, nuevas vías, etc)
  7. La cuestión agraria siguió siendo un problema hasta la aprobación de la ley de reforma agraria durante la II República
  8. Propios y baldíos de los ayuntamientos (tierras comunales) durante el bienio progresista al frente de Espartería.
  9. Apoyo de la Iglesia a un liberalismo moderado.
  10. Castigo a la iglesia y se dejó de apoyar

Introducción

Los últimos años del reinado de Isabel II estuvieron marcados por problemas económicos, políticos y sociales que la oposición identificó con los Borbones. Entre 1868 y 1874 se da en España un periodo revolucionario que supone la caída de la monarquía, y la implantación de un gobierno provisional seguido de una regencia, una monarquía parlamentaria extranjera, una república federal y otra unitaria y que finaliza con la restauración de los Borbones en el trono con Alfonso XII. El sexenio supone una etapa clave en nuestra historia contemporánea (sufragio universal masculino, movimiento obrero, republicanismo y federalismo)

Revolución de 1868

Sus desencadenantes fueron numerosos: una crisis múltiple (económica, social, financiera, de subsistencia), la rápida sucesión de gobiernos inoperantes, manifestaciones estudiantiles (Noche de San Daniel) y en prensa y la falta de apoyos populares, del ejército, la burguesía y los intelectuales.

Tras varios pronunciamientos fallidos y la sublevación en el cuartel de San Gil (saldo de 66 fusilamientos), progresistas, demócratas, unionistas y republicanos firmaron el Pacto de Ostende en 1866. En el se comprometieron a derribar la monarquía e instaurar un gobierno provisional que convocase cortes constituyentes para decidir la forma del nuevo estado.

El pronunciamiento militar tuvo lugar en Cádiz en 1868 al frente de Topete, dirigido por Prim y Serrano y al grito de « Viva España con Honra ». La revolución, conocida como la Gloriosa, extendió al resto de la península con la formación de juntas en las ciudades y triunfó tras el exilio de la reina y la victoria en Alcolea.

Gobierno provisional y regencia de Serrano

Para evitar la dualidad de poderes o un enfrentamiento entre ejército (monárquicos) y juntas (demócratas y republicanos), se formó un gobierno provisional presidido por Serrano y con Prim como segundo. Este consiguió la disolución de las juntas y comenzó un programa revolucionario (supresión del impuesto de consumo, librecambismo, expulsión de jesuitas, etc).

Se convocaron elecciones por sufragio universal masculino a Cortes Constituyentes, las cuales elaboraron la Constitución de 1869. Esta establecía una Monarquía democrática, por lo que se nombró a Serrano regente y Prim se convirtió presidente. La búsqueda de un nuevo monarca que se identificase con la constitución llevó a la elección de entre varios candidatos, de Amadeo de Saboya, votado en Cortes en 1870.

Amadeo I de Saboya (1871-1873)

El reinado de Amadeo I comenzaba con falta de apoyos: una ajustada votación en cortes (191), una fría acogida por parte del pueblo Madrileño y el asesinato de su principal apoyo, Prim que provocó una división en los progresistas entre los partidarios de Sagasta y los de Zorrilla. Serrano se puso al frente del gobierno

A pesar de su voluntad de convertirse en un buen monarca constitucional y demócrata, Amadeo I de Saboya tuvo que hacer frente a numerosos problemas:

  • Oposición del clero por la cuestión de la libertad de culto
  • Oposición de la nobleza y aristocracia latifundista que temían la pérdida de sus propiedades
  • Oposición de la burguesía, descontenta ante las medidas librecambistas, el movimiento obrero, la insurrección cubana y la abolición de la esclavitud
  • Oposición de los republicanos mediante revueltas en las ciudades
  • Tercera guerra carlista
  • Guerra de independencia en Cuba y Puerto Rico
  • Movimiento obrero y sindicalista
  • Problemas en el ejército

Tras 2 años de reinado y cansado de la luchas internas, Amadeo I renuncia a La Corona (por el y toda su descendencia) en 1873, dejando una carta para ser leída en el congreso.

La primera República (1873-1874)

Violando la constitución, congreso y senado se reunieron en la llamada Asamblea Nacional, y tras leer la carta de renuncia de Amadeo, proclamaron la República y nombraron a Figueras presidente del gobierno. La república, de tipo federal, se establece con las bases de la constitución monárquica de 1869 y fue aclamada por el pueblo mientras que solo fue reconocida como legítima por países federales como EEUU y Suiza. El cambio de monarquía a república no supuso una gran ruptura pues los integrantes del congreso eran los mismos que en la fase anterior.

Si hay algo que caracterizó a la república fue la inestabilidad:

  1. Fue proclamada por unas cortes con minoría republica y mayoría radical de parte de Zorrilla
  2. Fue inesperada y ninguno de sus 4 presidentes pudo preparar un programa de gobierno
  3. El republicanismo estaba dividido
  4. Paso de ser una república federal a una unitaria (dictadura de Serrano), atravesando un conflicto cantonal de por medio
  5. El estado perdió toda autoridad y tuvo que enfrentarse a la guerra carlista, la insurrección cantonal (territorios que buscaban el autogobierno) y la independencia de Cuba y Puerto Rico
  6. Oposición de las fuerzas conservadoras (Carlistas, nobleza, militares y burguesía)
  7. Descontento del campesinado que llevó a cabo asaltos de tierras en el campo

En el gobierno se sucedieron 4 presidentes del ejecutivo que no lograron controlar la situación: Figueras, Pi y Margall, Salmerón y Castelar. Este último comenzó el proyecto de Constitución Federal de 1873 (nunca aprobado) que organizaba el territorio en 17 estados incluyendo Cuba y Puerto Rico. Castelar comenzó a controlar la situación con el uso del ejercito. Sin embargo, fue destituido tras una moción de confianza en el congreso.

Ante esta situación, Pavía dio un golpe de estado, disolvió las cortes y el General Serrano se hizo con la jefatura del gobierno comenzando, aún dentro de la república, una etapa dictatorial. Serrano llevó a cabo una política de orden: represión de los federalistas más radicales, ilegalización de la internacional y terminar con el cantón de Cartagena. A pesar de esto, no se logró acabar con los carlistas y la situación financiera era pésima.

Conclusión

Al mismo tiempo y en un intento por estabilizar la situación, las clases políticas más conservadoras se alinearon para traer de vuelta la monarquía en la persona de Alfonso XII (Alfonsinos). En el manifiesto de Sandhurst (escrito por Cánovas del Castillo), Alfonso XII muestra su disposición para convertirse en rey constitucional. Los planes de Cánovas incluían una restauración civil pero Martínez Campos se adelantó proclamando al monarca mediante un pronunciamiento en Sagunto, dando comienzo a la nueva etapa política: la Restauración, un régimen monárquico conservador y católico.

El sexenio representó un intento de ampliar el liberalismo y hacerlo más democrático pero los problemas políticos, económicos y sociales llevaron a la burguesía a anteponer la estabilidad y el orden de la restauración a la democracia.

Introducción

La restauración borbónica en la persona de Alfonso XII se produjo en un contexto internacional de estabilidad y tendencia hacia la democracia. Cánovas del Castillo, el artífice detrás de su sistema político, recoge las bases de este en el manifiesto de Sandhurst: un régimen conservador basado en la alternancia pacífica en el poder del partido Conservador y liberal, a través de corrupción y manipulación electoral, logrando una etapa de estabilidad política, ideológica y militar.

Fundamentos de la Restauración

El sistema de la restauración está basado en el modelo bipartidista británico: el turnismo, es decir, la alternancia pacífica en el poder de conservadores y liberales sobre las bases de la C de 1876.

Constitución de 1876

Estuvo en vigencia entre 1876 y 1931 (paréntesis en durante la dictadura de P. Rivera) debido a su carácter flexible que permitía distintas interpretaciones. Establecía una soberanía compartida entre rey y cortes (bicamerales, congreso elegido por censitario y senado por derecho propio). El concepto de Constitución interna de Cánovas defendía que ambas instituciones eran intrínsecas a la historia de España y se situaban por encima de cualquier partido político. El rey (ejecutivo) nombraba al presidente del gobierno, se declara el estado confesional católico con tolerancia religiosa y se realizó un recorte de libertades respecto a la C de 1869, posteriormente ampliadas en 1890.

Turnismo, bipartidismo y caciquismo

Dos partidos principales que recogen las diferentes posturas se alternan en el poder y en la oposición. Una vez que el monarca retira la confianza al gobierno, encarga a la oposición convocar elecciones. Tras salir victoriosos en estas mediante fraude electoral, el partido elegido renueva el congreso y demás cargos de poder, mientras que el contrario pasa a la oposición. Este sistema dejaba sin posibilidades de participación a republicanos, socialistas y nacionalistas.

El sistema estaba controlado por las altas clases gobernantes (oligarquía) y para asegurar su funcionamiento se utilizaban el fraude electoral (varios votos por persona, quemar urnas, voto de fallecidos, etc) además del caciquismo: terratenientes, funcionarios, curas, capataces u otras personalidades que ejercían su influencia sobre la población para manipular su voto a cambio de favores. En ocasiones también se colocaba un diputado por distrito, por lo que era elegido automáticamente sin votación (encasillamiento). Algunos de los factores que explican su éxito son el desinterés y alejamiento pueblo-política, atraso económico, población aislada y el medio rural, analfabetismo y relaciones de dependencia campesino-terrateniente

Partidos políticos

Los partidos políticos eran grupos de presión con redes de influencia desde Madrid a los caciques locales. El sistema excluía a terceros partidos y se basaba en:

-Partido conservador, al frente de Cánovas del Castillo (posteriormente Silvela, Dato, Maura). Heredero del partido moderado y unionistas de derecha. Tiene los apoyos de la alta burguesía, aristocracia, ejército, terratenientes y altos funcionarios, sobre todo en el sur y el Levante español. Defiende el recorte de libertades, sufragio censitario, orden, tradicionalismo y centralismo.

-Partido liberal, al frente de Sagasta (posteriormente Martínez Campos, Canalejas). Heredero del partido progresista, unionistas de izquierda y demócratas de derecha. Tiene los principales apoyos en la media burguesía, comerciales y los obreros industriales, sobre todo en las ciudades. Defiende el sufragio universal, amplias libertades, jurado popular, Estado menos centralista y menos clerical


ETAPAS DE LA RESTAURACIÓN 

ALFONSO XII

El reinado de Alfonso XII supuso la pacificación militar e ideológica y la consolidación del bipartidismo: 

-Fin de la guerra carlista y supresión de fueros vascos 

-Fin de la guerra en Cuba (Paz de Zanjón) prometiendo una cierta autonomía, nunca concedida

-Pacificación ideológica con la Constitución de 1876 y el bipartidismo

El modelo centralista implantado por Cánovas será el origen de sus principales problemas: crisis de 1898 y nacimiento de los nacionalismos

REGENCIA DE MARÍA CRISTINA 

Tras la muerte de Alfonso XII, Sagasta y Cánovas firman el Pacto del Pardo comprometiéndose a mantener el turno pacifico para garantizar la estabilidad, sistema que funcionaría hasta 1898. Tras la firma del acuerdo, Sagasta accedió al poder dando comienzo al conocido como Parlamento Largo en 1890, periodo durante el cual se aprobaron leyes que aportaron democratización al sistema y permitieron la legalización de sindicatos y partidos políticos (libertad de reunión, expresión, de prensa, sindical y ley de Sufragio universal). 

Los gobiernos de Sagasta y Cánovas, cada vez más cortos e inestables, tuvieron que hacer frente a los siguientes problemas:

-Conflicto y pérdida colonial de 1898, que acarrea crisis económica, financiera, en el ejército, etc. Supuso una crisis de la conciencia nacional.

-Creación de partidos nacionalistas vascos (PNV)  y catalanes (Lliga) que buscan autogobierno frente al centralismo

-Movimiento obrero, a través de partidos políticos (PSOE) y la vía sindical y revolucionaria

-Críticas al régimen de la restauración con propuestas regeneracionistas


CRISIS DE 1898

Cánovas llevó a cabo políticas internacionales de neutralidad para conservar las posesiones de Filipinas, Puerto Rico, Cuba y puntos del norte de África. Sin embargo, los intereses económicos de terceros países y la burguesía colonial, junto con los escasos recursos económicos y la débil Marina de España acabarían desembocando en la pérdida de todas las colonias en 1898 en un contexto internacional de expansión imperialista. Esto supondría un duro golpe para la política interior española y la conciencia nacional

CONCLUSIÓN 

La crisis del 98 deja al descubierto todos los males de España: miseria, atraso, sistema político ficticio, nacionalismos en alza y tensiones obreras y campesinas. A estos problemas se les tratará de dar solución a través del regeneracionismo de Joaquín Costa pero sus reformas fracasarán debido a la oposición de las altas clases sociales junto a la rigidez del sistema y su inestabilidad tras la muerte de Cánovas y Sagasta. Las bases del sistema canovista se verán sacudidas con la crisis de 1909 y la de 1917, que darán paso a una serie de ineficaces gobiernos de concentración que no pudieron evitar el ascenso al poder en 1923 del « Cirujano de Hierro », que personificaría el fin definitivo del sistema de la restauración: Miguel Primo de Rivera

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