07 Mar
Las Desamortizaciones en España: Un Largo Proceso de Transformación (Siglo XIX)
La desamortización española fue un largo proceso histórico, económico y social iniciado a finales del siglo XVIII por Godoy (1798). Constituyó un elemento crucial en la transición del Antiguo Régimen al liberalismo en España.
El Contexto del Antiguo Régimen y la Necesidad de Reforma
En el Antiguo Régimen, la mayor parte de la propiedad de la tierra estaba vinculada a instituciones como la nobleza, la Iglesia (que la había acumulado como beneficiaria habitual de donaciones y testamentos) y los municipios (tierras comunales y baldíos). Estas tierras, al estar vinculadas, no se podían comprar, vender ni dividir. Los ilustrados, primero, y los liberales, después, consideraron que esta forma de propiedad era poco racional e impedía su explotación eficiente. Por ello, denominaron a estas tierras «manos muertas» y buscaron modificar esta situación mediante desamortizaciones.
Las desamortizaciones consistieron en la expropiación forzosa y posterior venta en subasta pública de las tierras y bienes que, hasta entonces, no se podían enajenar. Se convirtieron en una herramienta clave para la transformación económica y social del país.
Finalidades de la Desamortización
La desamortización se convirtió en un arma política con múltiples objetivos:
- Financiero: Sanear la Hacienda Pública, en crisis permanente debido a las continuas guerras, y obtener recursos para la reforma agraria e infraestructuras.
- Político: Debilitar económicamente a los estamentos privilegiados del Antiguo Régimen (nobleza e Iglesia), principales opositores al liberalismo, y ampliar la base social de apoyo al nuevo régimen.
- Clientelismo Político: Favorecer a la burguesía liberal, el único grupo social con liquidez para adquirir las propiedades subastadas, consolidando así su poder económico y su apoyo al gobierno y a la reina Isabel II.
Primeros Intentos y el Reinado de Isabel II
El primer intento de desamortización, impulsado por Godoy durante el reinado de Carlos IV, no prosperó debido a la oposición de la nobleza. Posteriormente, las Cortes de Cádiz y el Trienio Liberal intentaron nuevamente cambiar la estructura de la propiedad, pero fue durante el reinado de Isabel II cuando se llevaron a cabo los procesos desamortizadores más significativos.
La crítica situación de la Hacienda Pública, agravada por las guerras, impulsó la necesidad de obtener recursos. La reforma agraria y la inversión en infraestructuras se consideraron prioritarias.
Las Grandes Desamortizaciones del Siglo XIX
Se distinguen dos grandes procesos desamortizadores durante el reinado de Isabel II:
1. Desamortización de Mendizábal (1836-1837)
Juan Álvarez de Mendizábal, durante la regencia de María Cristina, inició la desamortización de los bienes eclesiásticos (clero regular), suprimiendo además las órdenes religiosas. Los objetivos principales fueron:
- Financiero: Obtener ingresos para pagar la deuda pública y financiar la guerra carlista.
- Político: Ampliar la base de apoyo al liberalismo entre los compradores de bienes desamortizados.
- Social (limitado): Se planteó, aunque tímidamente, la creación de una clase media agraria de campesinos propietarios.
Los resultados fueron mixtos:
- No se solucionó completamente el problema de la deuda pública.
- El liberalismo ganó adeptos, pero se generó un conflicto con la opinión pública católica.
- La mayoría de los bienes fueron adquiridos por nobles y burgueses adinerados, excluyendo a los campesinos pobres.
- No se mitigó la desigualdad social; muchos campesinos vieron cómo los nuevos propietarios burgueses subían los alquileres.
2. Desamortización de Madoz (1855)
Pascual Madoz, durante el Bienio Progresista, llevó a cabo una desamortización más amplia, afectando tanto a bienes eclesiásticos como civiles (bienes del Estado, órdenes militares y, sobre todo, ayuntamientos –bienes propios y comunales-). Esta desamortización también tuvo consecuencias negativas, ya que arruinó a muchos ayuntamientos y perjudicó a los vecinos más pobres, que perdieron el acceso a las tierras comunales.
Consecuencias de las Desamortizaciones
Sociales
Los cambios en la estructura de la propiedad acentuaron el latifundismo y empeoraron la situación de los campesinos, que se vieron privados de recursos (leña, pastos, etc.). Esto provocó un éxodo rural masivo y un proceso de urbanización, con el consiguiente aumento del proletariado y el jornalismo.
Culturales
La desamortización tuvo un impacto negativo en el patrimonio cultural y artístico, ya que muchos bienes muebles e inmuebles de las clases privilegiadas fueron destruidos o dispersados. Algunos edificios se transformaron en espacios públicos, museos o instituciones.
Económicas
Se acentuó el latifundismo. Se modernizaron algunas infraestructuras y se introdujeron nuevos cultivos (vid, olivo), impulsados por el establecimiento del sistema capitalista y la liberalización del mercado. Sin embargo, la desamortización también provocó una deforestación masiva y la destrucción de ecosistemas, ya que se talaron millones de hectáreas de montes para convertirlos en tierras de cultivo.
Políticas
Se creó una nueva élite política y económica: la burguesía liberal de propietarios, que apoyó firmemente al régimen isabelino. Como contrapartida, surgió un nuevo grupo social, el proletariado, formado por las clases populares urbanas, que buscaron participar en la vida política a través de nuevos partidos.
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