20 Nov
Inteligencia
En el caso de la inteligencia humana, Fuster opina que es la culminación de la evolución de un mecanismo cerebral dedicado a la adaptación del organismo a su ambiente. Su evolución ha ocurrido en un continuo evolutivo de los medios para adaptarse al mundo. En humanos, la adaptación al mundo involucra e incluso requiere la persecución de metas que transcienden al individuo. Estas metas están basadas en el procesamiento de una gran cantidad de información que se extiende sobre grandes expansiones de tiempo y espacio. Por lo tanto, en principio, el desarrollo de la inteligencia humana es el desarrollo de redes cognitivas y de la eficiencia con que estas procesan la información. Fuster hace hincapié en señalar que la inteligencia es el procesamiento de información cognitiva tocante a metas comportamentales o cognitivas.
Piaget
El sistema clasificatorio de Piaget se basa en el aspecto cognitivo del comportamiento. Para él, cada uno de los periodos que describe completa al anterior y lo supera. En un principio, Piaget señala cuatro periodos o estadios:
1. Período Sensoriomotor
Se da desde el nacimiento a los dos años de vida. Piaget le llama así a este periodo porque el recién nacido cuenta solo con los esquemas sensoriomotores congénitos, como los primeros reflejos o instintos. Poco a poco, estos esquemas se van coordinando hasta construir la organización advertida elemental propia de los animales, que después se va modificando y perfeccionando.
En este período, el recién nacido se va diferenciando progresivamente de los objetos que le rodean, por el procedimiento de irlos definiendo, de tal forma que los objetos llegan a cobrar una identidad propia, aunque estos cambien de aspecto, lugar y tiempo.
2. Período del Pensamiento Preoperacional
Comprende de los dos a los siete años. Este periodo consta de dos fases: la fase preoperacional y la fase instintiva.
Fase Preoperacional
Abarca de los dos a los cuatro primeros años del niño. En esta fase, el niño mantiene una postura egocéntrica, que le incapacita para adoptar el mismo punto de vista de los demás. También en esta fase, la manera de categorizar los objetos se efectúa globalmente, basándose en una exagerada generalización de los caracteres más sobresalientes.
Fase Instintiva
La fase instintiva se prolonga hasta los siete años y se caracteriza porque el niño es capaz de pensar las cosas a través del establecimiento de clases y relaciones, y del uso de números, pero todo ello de forma intuitiva, sin tener conciencia del procedimiento empleado. En este período, el niño desarrolla primero la capacidad de conservación de la sustancia, luego desarrolla la capacidad de conservación de la masa, y posteriormente la del peso y la del volumen. Piaget señala que el paso del período sensoriomotor a este segundo período se produce fundamentalmente a través de la imitación, que de forma individualizada el niño asume, y que produce la llamada imagen mental, en la que tiene un gran papel el lenguaje.
3. Período de las Operaciones Concretas
Comprende de los siete a los once años. Este período ha sido considerado algunas veces como una fase del anterior. En él, el niño hace uso de algunas comparaciones lógicas, como, por ejemplo, la reversibilidad y la seriación. La adquisición de estas operaciones lógicas surge de una repetición de interacciones concretas con las cosas, aclarando que la adquisición de estas operaciones se refiere solo a objetos reales.
Con esta adquisición de las operaciones concretas, se produce una serie de modificaciones en las concepciones que el niño tiene sobre las nociones de cantidad, espacio y tiempo, y abre paso en la mente del niño a las operaciones formales que rematan su desarrollo intelectual.
4. Período de Operaciones Formales
Este último período en el desarrollo intelectual del niño abarca de los once o doce años a los quince años aproximadamente. En este período, los niños comienzan a dominar las relaciones de proporcionalidad y conservación. A su vez, sistematizan las operaciones concretas del anterior período y desarrollan las llamadas operaciones formales, las cuales no solo se refieren a objetos reales como la anterior, sino también a todos los objetivos posibles. Con estas operaciones y con el dominio del lenguaje que poseen en esta edad, son capaces de acceder al pensamiento abstracto, abriéndoseles las posibilidades perfectivas y críticas que facilitan la razón.
Para Piaget, todo el proceso de desarrollo de la inteligencia está en la estimulación entre los dos aspectos de la adaptación, que son: la asimilación y la acomodación.
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