09 Nov

Desarrollo del Lenguaje en la Infancia

1. La Importancia del Placer y el Juego en el Aprendizaje Temprano

Durante la infancia, se produce un período crítico en el desarrollo del lenguaje. En esta etapa, los niños son especialmente receptivos y poseen una habilidad innata para absorber nuevos idiomas. La plasticidad cerebral les permite adquirir con mayor facilidad los sonidos, las estructuras gramaticales y el vocabulario. Por ello, es fundamental utilizar enfoques pedagógicos que fomenten el aprendizaje a través del placer y el juego.

Cuando los niños participan en actividades lingüísticas lúdicas, su motivación e interés por el lenguaje aumentan. Esta conexión emocional facilita una mejor retención y comprensión. El lenguaje les permite comunicar sus pensamientos, necesidades y emociones, promoviendo así el desarrollo cognitivo. Enseñar de manera sutil, sin presión, permite que los niños se sumerjan en el lenguaje de forma orgánica. El aprendizaje a través del juego, la imaginación y el uso intuitivo del lenguaje son cruciales para despertar su interés y curiosidad, desarrollando habilidades de reflexión y comprensión. El desarrollo lingüístico también influye en el desarrollo social y emocional, permitiéndoles comunicarse, resolver conflictos y comprender las emociones de los demás.

2. La Reflexión sobre el Lenguaje en los Niños

Los niños poseen una capacidad innata para reflexionar sobre el lenguaje, aunque su enfoque varía según su edad y experiencia. Esta reflexión se manifiesta de diversas formas:

  • Preguntas y comentarios: Cuestionan el significado de palabras, la estructura de oraciones o las reglas gramaticales, mostrando curiosidad por el lenguaje.
  • Experimentación activa: Corrigen errores o juegan con nuevas palabras, explorando las posibilidades del lenguaje.
  • Juegos verbales: Adivinanzas, trabalenguas y juegos de palabras estimulan el pensamiento lingüístico.
  • Expresión verbal: Al contar historias o participar en conversaciones, demuestran una comprensión de cómo usar el lenguaje para comunicarse eficazmente.

Estas experiencias les permiten comprender mejor el funcionamiento del lenguaje y desarrollar habilidades comunicativas más sofisticadas.

3. La Adquisición de la Escritura

La escritura se desarrolla más tarde que la lectura debido a la motricidad de la mano. Su adquisición se divide en cuatro fases:

  1. Garabato indiferenciado: Escriben para nombrar, estableciendo relaciones entre el garabato y el objeto representado según su tamaño.
  2. Relación grafía-realidad: Escriben para designar, sin valor fónico a los signos. Manejan hipótesis sobre cantidad y variedad de caracteres.
  3. Relación elementos sonoros y gráficos: Comienzan a escribir una letra por sílaba, relacionando signos con la pauta sonora.
  4. Análisis del código: Escriben varias grafías por sílaba, representando los elementos sonoros que mejor discriminan. Luego, pasan a un análisis alfabético, con dificultades en sílabas inversas, trabadas y complejas.

4. El Vínculo entre el Lenguaje Oral y la Comunicación

El desarrollo del lenguaje oral sienta las bases para la comprensión del lenguaje escrito. La comunicación oral es la introducción al mundo abstracto del lenguaje. Al interactuar verbalmente, los niños asocian palabras con objetos, acciones y emociones, lo que constituye la base para la comprensión lectora. Experimentan la estructura del lenguaje, aprendiendo gramática y vocabulario. Esta exposición les proporciona una comprensión profunda de cómo se construyen frases y se transmiten mensajes. El primer contacto con la comunicación oral es crucial para el desarrollo del lenguaje y la alfabetización.

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