14 Feb

Proyecto Filosófico de Descartes

Descartes estudió en el colegio jesuita de La Flèche, donde observó dos aspectos cruciales para su pensamiento. Primero, notó que la Filosofía parecía estancada, con cada filósofo criticando al anterior. Segundo, las matemáticas ofrecían certeza y evidencia en sus razonamientos, permitiendo un avance continuo. Esto le llevó a preguntarse: ¿es posible alcanzar en la Filosofía verdades tan evidentes como en las matemáticas?

Desde el principio, Descartes mostró un gran interés por las cuestiones metodológicas y científicas. Su proyecto filosófico se centró en elaborar los fundamentos de una nueva ciencia, unificada bajo los principios de la matemática y la razón. Su objetivo era desarrollar un método que permitiera alcanzar la certeza en todos los conocimientos, partiendo de la premisa de que la ciencia es única y su método también, ya que la razón es el único juez capaz de determinar la verdad.

El Criterio de Verdad Cartesiano

La razón, para Descartes, es matemática, proporcionando una visión ordenada y cuantificable de la realidad, alejada de la experiencia sensible. La razón no debe guiarse por las cosas ni por su apariencia, sino que debe perseguir una evidencia indubitable. Pero, ¿cuándo una idea es evidente? Una idea es evidente si es **clara** y **distinta**. Una idea es clara si se diferencia de otras ideas, y es distinta si se diferencia en sí misma hasta poder alcanzar su definición. Este es el criterio de verdad cartesiano. La certeza del conocimiento solo es posible con ideas evidentes, es decir, claras y distintas. Este criterio depende de una intuición intelectual que solo se alcanza siguiendo un método.

El Método Cartesiano

En la segunda parte del *Discurso del Método*, Descartes establece sus famosas cuatro reglas:

  1. Regla de la evidencia: No admitir como verdadera ninguna idea de la que se pueda tener la menor duda. El método parte del criterio de verdad.
  2. Regla del análisis: Dividir un problema en tantas partes como sea necesario para su mejor comprensión y, mediante la intuición intelectual, alcanzar la verdad. Esta regla va de lo más complejo a lo más simple.
  3. Regla de la síntesis: Partiendo de una verdad obtenida mediante el análisis, proceder de lo más simple a lo más complejo para alcanzar la total comprensión del problema.
  4. Regla de la enumeración: Realizar tantos repasos y recuentos como sean necesarios para evitar cualquier posible error.

Descartes destaca tres virtudes de su método: garantiza el uso constante de la razón, es útil para rechazar ideas dudosas y permite utilizar solo lo que es evidente.

De la Duda Metódica al «Cogito Ergo Sum»

Una vez propuesto su método, Descartes lo aplica al pensamiento. Para encontrar alguna verdad, comienza dudando de todo, ya que inicialmente no se puede saber con certeza cuáles ideas son verdaderas y cuáles no.

Comienza aplicando la duda:

  1. Dudar de las ideas que proceden de la experiencia sensible. Si los sentidos engañan a veces, ¿por qué no suponer que lo hacen siempre?
  2. ¿Y si todo fuera un sueño? No hay indicios evidentes que permitan distinguir con claridad las ideas formadas durante el sueño de las formadas al estar despiertos.
  3. ¿Y si existiera un Dios todopoderoso y engañador (hipótesis del genio maligno) que hiciera tener por cierto lo que en realidad no es? Aquí Descartes radicaliza la duda, incluso dudando de las matemáticas.

Tras aplicar la duda, parece que no se puede estar seguro de ningún pensamiento. Sin embargo, la misma duda permite dar el paso a una verdad evidente, ya que dudar es pensar: *»Dudo, luego pienso. Pienso, luego existo.»* *»Cogito ergo sum»*. Es una verdad necesaria; en el acto de dudar de todo, se tiene la intuición intelectual de la propia existencia. Este es el primer conocimiento seguro e indubitable, cumpliendo así Descartes con su proyecto filosófico.

Tipos de Ideas

Descartes ha encontrado una verdad y piensa que esto le permitirá alcanzar otras. Con el «cogito» ha demostrado que el pensamiento existe, que el Yo y las ideas también existen. Las ideas de la mente no tienen el mismo origen, existiendo tres tipos:

  • Ideas adventicias: Tienen su origen en la experiencia sensible y, por lo tanto, se puede dudar de su evidencia.
  • Ideas facticias: Tienen su origen en la imaginación, se construyen a partir de las anteriores y siempre son falsas.
  • Ideas innatas: Son aquellas que tienen su origen en la razón y, por eso mismo, son verdaderas, como ha quedado demostrado con el «Pienso, luego existo».

Entre todas las ideas, destaca la idea de perfección infinita. Descartes se pregunta cómo el Yo ha podido adquirir esa idea. Responde que solo puede tener su origen en un ser cuya perfección sea infinita, es decir, Dios. Por lo tanto, Dios existe, ya que se tiene la idea de perfección infinita, y esta es una idea innata que se impone con evidencia.

Teoría de las Tres Sustancias

En su obra *Meditaciones Metafísicas*, Descartes utiliza y comparte la definición de sustancia con otros filósofos racionalistas, definiéndola como: sustancia es aquello que existe por sí mismo y que no necesita de otra cosa para existir. Según esta definición, existen tres sustancias:

  • *Res cogitans*: Sustancia pensante o el Yo, cuya existencia ya quedó demostrada con el «Pienso, luego existo».
  • *Res infinita*: Sustancia infinita o Dios, cuya existencia ha sido «demostrada» a través de la idea de perfección.
  • *Res extensa*: Sustancia extensa o el mundo (incluido el cuerpo).

En conclusión, Descartes cumple con su proyecto filosófico con la demostración del Yo. Sin embargo, tanto la existencia de Dios como la del mundo son los aspectos más problemáticos de su filosofía, ya que, en sentido estricto, no los explica aplicando su propio criterio de verdad.

La Razón Vital e Histórica de Ortega y Gasset

Frente al concepto de razón cartesiana, José Ortega y Gasset propone una razón vital e histórica. Para el filósofo madrileño, el Yo no está aislado, y la estructura de la razón se conforma en relación con las circunstancias en las que el Yo vive. Ortega condena la actitud racionalista de Descartes, pero esto no implica una defensa del irracionalismo. No condena la razón en general, sino la llamada razón pura, que no considera lo vital, lo cambiante y lo histórico. Para Ortega, la realidad no es objetiva ni relativa, sino perspectivista. Esto significa que no existe solo una verdad, sino tantas como sujetos, y que la perspectiva de cada uno de ellos es insustituible en la construcción de una realidad completa que solo puede ser la suma de todas las perspectivas particulares. La filosofía de Ortega se conoce también como la doctrina del punto de vista, opuesta tanto al racionalismo como al relativismo. Esta doctrina afirma que el conocimiento siempre es conocimiento desde una vida, desde unas condiciones corporales, socioculturales e históricas concretas, es decir, un punto de vista concreto. Las circunstancias de cada uno determina la parte de la realidad a la que tiene acceso.

**Por tanto, ningún sujeto y ninguna época histórica podrá alcanzar el conocimiento absoluto y definitivo (crítica directa al racionalismo de Descartes), lo que implica que la parte de verdad alcanzada sea precisamente eso, una parte de la verdad (crítica al relativismo).**

**En conclusión, desde su vida el hombre alcanza verdades objetivas, lo que no significa que sean verdades ultravitales y extrahistóricas, ya que solo son accesibles desde una vida y desde una historia. Por eso, la verdad no es consecuencia de un alma racional ni de una sustancia pensante (Descartes) sino de una razón encarnada en una vida concreta.**

Actualidad del Pensamiento Cartesiano

René Descartes ha pasado a la historia como el padre de la geometría analítica y de la filosofía moderna. Pero, ¿qué actualidad tienen sus ideas? Considero que sí tienen actualidad, en concreto las relacionadas con la ciencia y el famoso «Método».

En cuanto a la ciencia, Descartes presenta un método por el cual se puede llegar a una verdad absoluta y a la auténtica verdad. Este método consta de la regla de la evidencia, del análisis, de la síntesis y, finalmente, la regla de la enumeración. Es indiscutible su parecido con el conocido «Método Científico». El Método científico es el procedimiento universal que la ciencia lleva a cabo para hallar nuevos conocimientos y reforzar los ya existentes. Se basa en la observación, plantear preguntas (regla de la evidencia), establecer hipótesis, llevar a cabo la experimentación y, finalmente, observar y sacar una conclusión rechazando o afirmando la hipótesis. En ambos se garantiza estar usando en todo momento la razón. En segundo lugar, es útil para rechazar cualquier pensamiento del que se tenga la menor duda y, por último, garantiza aceptar solamente ideas evidentes. Por lo tanto, a mi parecer, todos los descubrimientos que se hayan sacado gracias al método científico son ideas evidentes. Para ambos procedimientos, la duda es el motor de la investigación.

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