El objetivo que quería conseguir Descartes era como el de otros intelectuales crear una moral racional que evitara atrocidades irracionales como las que se habían cometido en la guerra de los 30 años. Participó como soldado y pretendía hacer una nueva fundamentación de la metafísica de manera que fuera posible el desarrollo del conocimiento científico riguroso, aspiración surgida como consecuencia del derrumbamiento del paradigma aristotélico tomista. Esto llevó a los intelectuales a replantearse el problema del conocimiento. Esta preocupación se va a concretar en muchos intelectuales, entre los que se encuentra Descartes, en la búsqueda de un nuevo riguroso método de conocimiento que protegiera de errores y permitiera la ampliación del conocimiento, ampliación paralizada debido a la autoridad que se reconocía a las ideas del paradigma aristotélico tomista. Descartes va a cometer la tarea de encontrar un nuevo método en su obra El Discurso del Método. En el siglo XVII, sobre el problema del conocimiento, Descartes exige requisitos al nuevo método que está buscando con objeto de evitar errores originados en base a la escolástica. El nuevo método debía permitir que se ampliara el conocimiento, debía proceder con orden, claridad y distinción, debía ser universalizable. Estos requisitos parecían respetarlos el método de las matemáticas, parte de axiomas, intuiciones intelectuales que suponen la captación inmediata de una verdad por la razón debido a la evidencia, y a partir de esta intuición inicial se derivan por deducción otras verdades que conforman teoremas. Confía en la eficiencia del método de las matemáticas, se basa en el para construir el suyo propio. Cuatro reglas: la primera de estas reglas, evidencia, no va a admitir como ciertas ninguna verdad que no se presente de manera clara y distinta a la razón. Esta primera regla se basa en la intuición intelectual. Segunda regla, análisis, consiste en dividir los problemas en tantas partes simples como las que estén compuestos. Tercera regla, síntesis, consiste en volver a recomponer el problema previamente analizado. La cuarta y última regla, enumeración y comprobación, consiste en realizar revisiones y comprobaciones para estar seguros de que no se ha incurrido en errores ni se ha omitido nada. Una vez que Descartes dispone de un método fiable, lo pone a prueba en disciplinas para comprobar si este método se ajusta a las condiciones. Lo aplica a la geometría y el álgebra.
Resultados satisfactorios
Había obtenido resultados satisfactorios, queda demostrado su eficacia y se atreve a ponerlo en práctica en la metafísica. Por aplicación de la primera regla del método, Descartes no admitirá ninguna idea que no se presente clara y distinta a la razón. Procede a poner en duda todas las certezas que había tenido. Solo dos aspectos quedan a salvo de la duda, la confianza en que la razón puede conducir al verdadero conocimiento y la fiabilidad de las matemáticas.
Características de la duda
La duda tiene una serie de características. Es metódica, no escéptica. La duda cartesiana es constructiva. Es teórica, es decir, no va a someter a duda los aspectos éticos y políticos. Por último, es universal, cómo le va a atender a todos los ámbitos del conocimiento. También va a dudar de la fiabilidad de las facultades de conocimiento y de las esferas de realidad. Descartes pone en duda la información que proporcionan los sentidos. Duda de los propios razonamientos. Duda de la existencia del mundo exterior, incluso de él mismo, ya que puede haber un bendecido y maligno que le confunda.
La primera verdad indubitable
Descartes ha puesto en duda todas las certezas, sin embargo, de la duda surge la primera verdad indubitable. Si es un ser que duda, debe pensar y, si piensa, debe existir. “Pienso, luego existo” (Cogito, ergo sum). A partir de esta primera verdad, Descartes va a reconstruir, por deducción, todo el edificio del conocimiento. A pesar de que para Descartes es una verdad indubitable, algunos opinan que no es más que una cima o queda un salto injustificado del pensar al existir.
Clasificación de las ideas
Descartes clasifica las ideas. Distingue ideas que llama adventicias, proceden de información captada por sentidos. También distingue ideas facticias procedentes de la imaginación. Este tipo de ideas pertenecen a la idea de infinitud y perfección, pero no pueden proceder del mismo, ya que se percibe limitado en perfecto. Entonces concluye que debe existir una realidad “res infinita” o Dios. Dios es la causa de su idea de perfección. Él considera a Dios la causa del yo o “res pensante”. Tercer documento para demostrar la existencia de Dios es el argumento ontológico. Dice que en el propio concepto de Dios que está contenido de su existencia, ya que este concepto expresa la posesión de todas las perfecciones. No existir supondría una imperfección y Dios no posee imperfecciones, por lo que existe. Demostrada la existencia de Dios como racionalidad suprema. Descartes va a demostrar una nueva esfera de realidad que va a llamar “res extensa”. Donde posee ideas como la idea de extensión. Gracias a esta deducción, Descartes demuestra la existencia del mundo exterior que entiende como cuantificable, matematizable y susceptible de ser conocida.
Etiquetas: Descartes, Filosofia, Metafísica, Metodo científico
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