19 Jun


La novela desde la Guerra Civil


INTRODUCCIÓN


La novela posterior a la Guerra Civil española (1936-1939) ha sido, tal vez, el género de más éxito y auge, incluso hasta nuestros días. Ha aumentado enormemente el número de autores y de títulos y, en cuanto a las tendencias o tipos, estas se han caracterizado por la enorme variedad.

La Guerra Civil supuso un profundo corte en la evolución literaria española debido a una serie de razones:

  1. La muerte de algunos de los grandes modelos de la novela española del Siglo XX (Unamuno, Valle-Inclán).

  2. El exilio obligado de otros autores que habían comenzado a destacar en la década de los treinta: Max Aub, Francisco Ayala, Ramón J. Sender, etc.

  3. Las nuevas circunstancias políticas y la censura impiden que se siga con una tendencia de novela de corte social que se venía haciendo desde la década de los treinta y hacen que pierda sentido otra de las tendencias novelísticas anteriores a la Guerra, como es el caso de la novela deshumanizada y vanguardista.

Como consecuencia de las razones expuestas, la novela española en la década de los 40 debe, prácticamente, comenzar de nuevo. En lo referente a la periodización de la novela que se inicia después del año 1939, la crítica literaria ha señalado  tres etapas sucesivas (POSGUERRA, Realismo SOCIAL y RENOVACIÓN TÉCNICA) y varias generaciones de novelistas que se han ido incorporando a lo largo de estos años.

ETAPAS


Desde el final de la Guerra Civil, se han ido sucediendo las siguientes etapas o tendencias:

  • Años 40: la más importante es la llamada novel existencial.

  • Años 50: novela realista y social.

  • Años 60: novela experimental.

  • Años 70: novela periodística.

  • De los años 80 a la actualidad: gran variedad de tendencias, subgéneros y estilos.


  1. La novela existencial de los años 40


Esta década está marcada por la total ruptura con las tendencias y estilos de novela que se habían dado antes de la guerra. Muchos de los autores anteriores tuvieron que exiliarse, otros murieron y simultáneamente comenzaron a publicar autores nuevos, más jóvenes. Así mismo, tuvo mucha importancia el fenómeno de la censura.

En esta época convivieron diversos estilos de novelas:


  • Novela triunfalista. De corte nacionalista y escrita por autores afines a los vencedores. Esta novela defiende los valores tradicionales) y justifica la Guerra Civil y sus consecuencias.

  • Novela psicológica. Se basa en el análisis del carácter y del comportamiento de los personajes desde unas técnicas tradicionales, es decir, realistas. Un autor importante será Ignacio Agustí.

  • Novela simbólica. Nos encontraremos con novelas en las que los personajes funcionan como símbolos de ideas o conflictos. Sigue la línea de Unamuno. Destaca Juan Antonio Zunzunegui. Destaca El barco de la muerte (1945).

  • Novela humorística: El bosque animado (1944), de Wenceslao Fernández Flórez.

  • Novela existencial:

    • A partir de 1942, con la publicación de La familia de Pascual Duarte, de Camilo J. Cela, se inicia una época caracterizada por la novela existencial. Temas principales son la angustia vital, la desorientación, la hostilidad de la vida cotidiana…

    • En 1943 Gonzalo Torrente Ballester publica Javier Mariño en esta línea existencial.

    • Nada (1945), de Carmen Laforet, cuenta la vida triste y sórdida de una joven, Andrea, que se traslada a Barcelona a estudiar.

    • Este conjunto se completa con La sombra del ciprés es alargada, la primera novela de Miguel Delibes, publicada en 1948 y galardonada con el Premio Nadal al año siguiente (1949). La primera parte describe la vida del protagonista y narrador, Pedro, cuando es niño. Es huérfano y se encuentra en una situación difícil ya que su tío lo deja a cargo de un maestro, Lesmes. Este tiene una concepción pesimista de la vida. Más tarde conocerá a Alfredo, su primer y mejor amigo, y las cosas acabarán complicándose para los dos. En la segunda parte, el protagonista se ha convertido en marino después de haber estudiado en la universidad. Intenta escapar del pesimismo adquirido por la educación subjetiva de su maestro. En uno de sus viajes al extranjero, por razones de trabajo, se enamora de una mujer, pero la debe abandonar, puesto que él mismo se rige por sus normas internas y no se permite el lujo ni de cambiarlas ni de desobedecerlas.


RASGOS

Temáticamente, las novelas de este período girarán en torno a la amargura de las vidas cotidianas, la soledad, la inadaptación, la muerte y la frustración. Los personajes se adaptarán a estos temas, de forma que los protagonistas serán seres marginados socialmente (la protagonista de Nada llega a Barcelona para estudiar y allí se encuentra fuera de su ambiente, insegura y triste). Las causas de esta amargura vital se encuentran en la sociedad de la España de los años cuarenta, marcada por la pobreza, la incultura, la violencia, la persecución política, la falta de libertades…Pero no encontraremos en ninguna de estas novelas una crítica o denuncia directa. Para eso habrá que esperar a los años 50.

Técnicamente, estas novelas se caracterizan por su sencillez y tradicionalidad: narración cronológica lineal, narrador en 3ª persona (mayoritariamente) y ausencia de saltos temporales.


  1. La novela realista y social de los 50


El cambio de tendencia que había marcado La colmena, de Cela, se confirmará en 1954, año en que se publican varias novelas que tienen en común el Realismo social, el afán por reflejar de forma crítica la sociedad española de la época.

Estas novelas se caracterizan por utilizar las siguientes técnicas y carácterísticas:


  • Influencias: Realismo Clásico español, Realismo decimonónico, el Naturalismo o existencialismo

  • Enfoque realista: oscila entre el objetivismo (solo da testimonio de la conducta de los personajes) y el Realismo crítico (tiene planteamientos cercanos al marxismo, se denuncian las injusticias y que el lector tome postura.)

  • Suelen tener protagonista colectivo. Personajes tipo que representa a un sector o clase social. No hay complejidad psicológica. Son incapaces de comprender y cambiar el mundo que les rodea. Aunque a veces se insinúa algún cambio en el futuro.

  • Eliminan de la narración la introspección y el análisis psicológico de los personajes.

  • Caracterización externa de los personajes: por su aspecto, por lo que hacen o por lo que dicen.

  • Diálogos: predominan los diálogos que caracterizan a los personajes.

  • Se da una sencillez en la estructura y en el estilo. Se da una narración lineal y un lenguaje sin complicaciones aunque son obras estéticamente cuidadas.

  • Concentración temporal y espacial: la acción suele ocurrir en poco tiempo y en espacios limitados, contemporáneos al del escritor.

  • Temas: la vida rural, en la ciudad, las relaciones de trabajo y la juventud burguesa abúlica y desocupada.

  • Aparente desaparición del autor: se distancia para buscar objetividad. Es la sensación de una cámara de cine. Pero el autor selecciona la realidad.


  1. La novela experimental de los años 60


El agotamiento de las fórmulas del Realismo social, la necesidad de recuperar la fantasía en los relatos, la renovada preocupación por el lenguaje, la influencia de escritores europeos y americanos ( Kafka, Joyce…) y el surgimiento del boom de la novela hispanoamericana son los factores que van a dar paso a la novela experimental que comienza con TIEMPO DE SILENCIO de Luis MARTÍN SANTOS.

Esta obra junto con otras dos, cambiaron el rumbo de la novela en España: Señas de identidad (1966), de Juan Goytisolo, y Cinco horas con Mario (1966), de Miguel Delibes.

Se caracterizan por mantener, en los argumentos, la temática social, si bien empezaron a utilizar recursos formales y narrativos diferentes. En general, se produce una mayor preocupación por la forma, la cual exige una actitud más activa del lector, que realiza su propia interpretación de la obra; esta es más compleja y difícil de entender que las década anterior.


Carácterísticas de la novela experimental:

Los rasgos o caracteres más importantes de este tipo de novela son las siguientes:

  • Perspectivismo: consiste en que varios personajes diferentes ofrecen versiones distintas sobre la narración, sobre algún episodio, personaje, etc.

  • Limitación de la importancia del argumento: los argumentos de las novelas suelen ser sencillos, a veces incluso intrascendentes.

  • Monólogo interior: un solo personaje pero en conflicto con lo que le rodea y consigo mismo. Muchas veces vapuleado por las circunstancias. En realidad se reproducen sus pensamientos.

  • Estilo directo libre y monólogo interior: pierde importancia el diálogo a favor de estas técnicas que le ayudan a meterse en la mente del personaje.

  • Estilo y lenguaje complejos: oraciones muy largas, ausencia de signos de puntuación, cultismos…

  • Temas: la infancia, la adolescencia, la guerra, el paso del tiempo, y la reconstrucción de la propia memoria. También tiene cabida lo social pero no se da cabida a lo irracional, los sueños, la ironía, el humor.

  • Técnicas: se enfoca la historia desde la perspectiva de un personaje o bien desde las múltiples perspectivas de diferentes personajes. Esto da diferentes interpretaciones y evitar la visión maniquea de la realidad de bien o mal ante los problemas. El autor explora todas las posibilidades expresivas del lenguaje.

  • Desorden cronológico: cortes utilizando técnicas narrativas: elipsis, analepsis, prolepsis.

  • Estructura: se usa la fragmentación de secuencias o discursos ininterrumpidos. Se rompe con la tradicional organización:
    introducción, nudo y desenlace.

  • Narrador: interviene con sus comentarios sobre los hechos.

  • Lector activo: participa en la recreación interpretativa de la novela. Debe componer la novela con las piezas que el autor da.


  1. La novela a partir de 1975


El fin de la dictadura y su desaparición no produce el efecto en la novela que se espera. Solo a finales del los 60 se comienza con una vía de salida del experimentalismo narrativo imperante.

El cambio comienza con la publicación de la novela “ La verdad sobre el caso Savolta” 1975. Escrita por Eduardo Mendoza. Es una novela experimental pero revela ya una vuelta a la trama, a contar y leer historias, rasgos que es lazo de uníón entre las distintas modalidades de novela de esta etapa.

Todos los escritores se unen a este cambio que estuvo liderado por LA GENERACIÓN DEL 68 que tienen una misma formación y sus primeros pasos creativos dentro de la novela experimental de los 60.

Además de ese interés por contar historias es carácterística la proliferación de títulos, el incremento de número de escritoras, la vinculación entre la labor literaria y la periodística en muchos autores y el gusto creciente por el relato corto.


Las tendencias más sobresalientes son:

  • Novela de intriga: su éxito radica en la adaptación de un producto puramente americano a la cultura española y a las obras creadas por Manuel Vázquez Montalbán.

  • Novela histórica: es unos de los géneros de mayor éxito editorial desde los años 80. Las novelas sitúan la acción en marcos temporales pasados más o menos realistas.

  • de corte menos realista, destacamos una, especialmente importante: Capitán Alatriste de Arturo Pérez- Reverté

  • De carácter más histórico: en algunas, los acontecimientos históricos son el soporte para una reflexión sobre los problemas humanos universales, en otras, son objeto de una revisión crítica por parte del escritor. El punto de vista del hecho puede venir desde una óptica irónica y desmitificadora. Aquí se sitúa los relatos sobre la Guerra Civil o la posguerra en obras como: Los girasoles ciegos de Alberto Méndez.

  • “Novela de novelar” o ficción metanovelesca: el tema es la propia creación literaria y el protagonista es un escritor.

  • Novela intimista: narraciones protagonizadas por una persona de mediana edad angustiada y desconcertada que vive en la ciudad y cuyos problemas íntimos se abordan en el relato como el amor, la soledad, la propia identidad, la memoria, la incomunicación. A veces no están claros las fronteras entre el mundo real y el mundo de la fantasía. Y esto desconcierta al lector.

Novela testimonial: es una tendencia minoritaria. Son relatos realistas sobre problemas sociales como la defensa de la condición femenina.

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