08 Feb

Comprensividad e Igualdad de Oportunidades en la Educación

La comprensividad se constituye como un principio fundamental para garantizar la igualdad de oportunidades a todos los alumnos, sin discriminación de ninguna clase. El diccionario europeo define la educación comprensiva como aquella que ofrece las mismas oportunidades educativas y el mismo programa de formación a todos los alumnos de la misma o parecida edad, independientemente de su posición social o económica, sexo, rendimiento escolar, conocimientos previos e intereses profesionales y académicos.

Igualdad de Oportunidades: Un Elemento Compensador

García Garrido considera la igualdad de oportunidades como un elemento compensador de desigualdades que debe cumplir tres condiciones fundamentales:

  1. No segregación de los alumnos en escuelas separadas.
  2. No separación de los alumnos de la misma edad o grado en la institución, incluso en el aula.
  3. Impartición del mismo programa a todos los alumnos.

Albericio señala que la comprensividad se refiere tanto al ámbito curricular (ofreciendo los mismos contenidos para todos) como al ámbito de los alumnos (estando abierto a todos sin condicionamientos legales que los diferencien o separen). Uno de los argumentos principales a favor de la escuela comprensiva es que garantiza la igualdad de oportunidades a todos los alumnos sin discriminación, reconociendo el derecho a la educación en igualdad de condiciones. Para ello, es imprescindible la atención a la diversidad, la flexibilidad y la posibilidad de elección.

Como argumento contrario, se expresa el riesgo de disminución del nivel académico, especialmente en los alumnos más capaces. Sin embargo, si coincidimos con Marchesi y Martín, quienes destacan la necesidad de tener en cuenta capacidades como la iniciativa, la resolución de problemas, la habilidad para localizar, seleccionar y sintetizar información, la capacidad de planificación y de trabajo autónomo y cooperativo, y reclaman considerar los logros en el desarrollo personal y social, entenderemos que los grupos heterogéneos y diversos representan mayor riqueza y calidad educativa.

La educación comprensiva requiere un gran esfuerzo por parte de la administración en la dotación de recursos materiales, humanos, de asesoramiento, evaluación, estrategias de orientación y formación permanente del profesorado, siendo este uno de los problemas de nuestra realidad educativa. En consecuencia, se debe hacer compatible con el hecho de ofrecer una respuesta educativa adecuada a la pluralidad del alumnado. La concepción de la comprensividad está ligada a la interpretación de la diversidad.

Educación y Diversidad Cultural: Multiculturalidad e Interculturalidad

Nuestra realidad social actual se fundamenta en entornos multiculturales que no siempre dan como fruto la interculturalidad esperada, conllevando, a veces, conflictos derivados de las diferencias, problemas de adaptación e inadecuadas habilidades para la convivencia saludable entre las diferentes culturas. La atención a la diversidad debe propiciar que las diferencias culturales, políticas, sociales, religiosas y personales sean minimizadas, y que las personas puedan considerarse como tales, dejando de lado otras diferencias que en ocasiones se centran más en la forma que en el fondo.

La escuela debe constituirse en un espacio eficaz para el trabajo y la manifestación de valores que favorezcan la atención a la diversidad, repercutiendo así en el bienestar personal y social del individuo. En nuestro país, adquiere una gran dimensión el fenómeno de la inmigración de personas procedentes de países muy diferentes, lo que implica una compleja variedad que hace imprescindible aunar esfuerzos por parte de todas las entidades sociales.

Aguado declara que es preciso cambiar no solo el currículo, sino todas las dimensiones del proceso, tratando de integrar los contenidos y los procesos mediante los que se construye el conocimiento de los diversos grupos para ilustrar conceptos y teorías. Para ello, es necesario educar en la interculturalidad. En referencia a la etapa de infantil, la ORDEN ECI/3960/2007 destaca que los centros seleccionarán materiales didácticos que presenten modelos de personas y comportamientos que fomenten la convivencia entre niños y niñas de diferentes culturas.

Diversidad en el Aula: Un Enfoque Integral

La diversidad hace referencia a las características que diferencian a un alumno de los demás por circunstancias sociales, culturales, familiares, etc., implicando la necesidad de proporcionar los mecanismos necesarios para descubrir dificultades y para potenciar las posibilidades y facultades, contribuyendo así al desarrollo integral del alumno. Esta cuestión requiere plantear modificaciones en el proceso de enseñanza-aprendizaje a través del trabajo actitudinal, la distribución del espacio-tiempo, el uso de materiales y la colaboración familiar.

La diversidad es un rasgo inherente a la persona que hace referencia a su idiosincrasia, tanto a sus aptitudes como a sus handicaps, lo que le hace ser único. Jiménez Trens dice que es necesario reconocer que hay alumnos de muy diferentes capacidades y potenciales de aprendizaje, de distintas nacionalidades, culturas, ambientes familiares y lenguas, alumnos objetores escolares, con estilos cognitivos y de aprendizaje muy diferentes, con problemas de salud, con dificultades de aprendizaje, discapacidades y limitaciones… todo lo cual va a dar lugar a una pluralidad de necesidades educativas de naturaleza y grado variable.

Fuentes de Diversidad

  • Características socioculturales y económicas: Es necesario analizar el contexto. Las dificultades de origen orgánico pueden verse empeoradas o mejoradas por la influencia negativa o positiva de estos factores.
  • Características personales de los padres y madres: Falta de experiencia, maternidad temprana, excesiva actividad laboral, sobreprotección, autoritarismo, condescendencia, etc. La familia es el factor más influyente, pues sienta las bases en función de cómo sea su modelo afectivo y de cuidado, su riqueza de vocabulario, entre otras.
  • Características personales de los niños: Las diferentes capacidades y posibilidades, así como los posibles handicaps, implican que el poder de un niño por razonar, pensar, moverse, controlar su propio cuerpo, relacionarse con los demás y actuar de forma autónoma difiera entre unos y otros. A pesar de haber recibido las mismas enseñanzas, no todos realizarán los mismos aprendizajes al mismo tiempo, y el profesor deberá dar una respuesta específica adecuada.
  • Intereses y motivaciones personales: Es importante la transmisión de valores y actitudes positivas hacia la acción educativa para potenciar el interés y la participación del niño.
  • Estilos y ritmos de aprendizaje: Existe una diversidad cognitiva que depende de la personalidad del niño y de cómo reacciona ante una determinada tarea. También existen diferencias en cuanto a cómo los niños interpretan el mundo.
  • Factores familiares: Hijo único, familia numerosa, padres separados, exceso de normas, falta de normas.

De este modo, la etapa de educación infantil tiene una clara función preventiva, que va desde la atención temprana (0-3) hasta la intervención precoz (3-6). La intervención educativa debe planificarse con una clara intencionalidad de detectar y compensar las características individuales. En síntesis, la diversidad puede ser un factor de enriquecimiento para el conjunto del grupo siempre que se den unas mínimas condiciones contextuales para que se produzca la interacción enriquecedora para todos.

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