03 Feb
Fundamentos del Sistema de Contraste Católico
Propósito
El sistema de contraste católico tiene como fin el discernimiento de la realidad y el acercamiento a la convivencia. Está dirigido a:
- Creyentes: para traducir la experiencia de fe en un lenguaje moral social.
- No creyentes: como una forma de conocer la postura de la Iglesia frente al mundo.
Fundamentos de la Iglesia para Juzgar la Realidad Social
La Iglesia se basa en tres fundamentos para juzgar la realidad social:
Modo Particular de Concepción de la Dignidad
Se basa en la Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH, 1948), que reconoce la dignidad intrínseca, no extrínseca, de todo ser humano. El artículo 1 de la DUDH destaca tres aspectos de la dignidad: racional, moral y afectiva. La Iglesia añade que la dignidad también proviene de haber sido «creados a imagen y semejanza de Dios».
«A Imagen y Semejanza de Dios»
La concepción trinitaria de Dios es clave para comprender la moral de la Iglesia. Dos datos decisivos son: la revelación (Dios abierto, cuya esencia es el amor) y la Iglesia (capacidad única del ser humano para establecer relaciones presididas por el amor). Solo el ser humano es titular de dignidad y está llamado a cultivar ese amor (consigo mismo, con otros, con Dios).
Moral Social: Narrativa, Interdisciplinar, Marco de la Revelación
La Doctrina Social de la Iglesia (DSI) se define por tres términos:
- Doctrina: conjunto de criterios y orientaciones que emanan de los documentos oficiales de los representantes acreditados de la Iglesia.
- Social: ámbito de los problemas morales de la convivencia.
- De la Iglesia: fuente y origen del pensamiento.
Tres dificultades en el estudio del objeto de la DSI son: la complejidad de la realidad y los distintos órdenes de la ciencia, la urgencia de los temas (que puede llevar a la improvisación) y la centralidad de la dignidad, que exige un procedimiento discursivo específico.
Fuentes de la DSI:
- Biblia: texto normativo fundamental cristiano.
- Tradición: conjunto de convicciones y creencias que el tiempo ha ido decantando.
- Magisterio: doctrina y aportaciones de Papas, instituciones católicas y obispos.
La DSI es una moral narrativa (N), interdisciplinar (I) y se enmarca en la revelación (MR). Integra testimonios y experiencias individuales, aportaciones de los órdenes científicos y el deseo salvífico de Dios en el diálogo entre narraciones humanas y aportaciones científicas. El carácter de la DSI es dinámico y evolutivo.
Principios de la Doctrina Social de la Iglesia
Dignidad de la Persona
Es el horizonte al que se dirige toda reflexión de la teología moral. La Iglesia se decanta por la «opción preferencial por los pobres», que son destinatarios de «su primera misericordia». Estamos llamados a tener los mismos sentimientos de Jesucristo.
Dimensión Relacional de la Persona
La necesidad del ser humano de convivir y relacionarse con otros marca nuestra identidad y biografía. Define, además, el género humano y la responsabilidad de acogida hacia los demás. Autores como John Donne (necesidad relacional, la muerte de uno nos merma a todos) y Ortega y Gasset (obligación de movernos en relación con los demás) destacan esta dimensión.
Derechos Humanos
Son una creación del pensamiento político, una respuesta a las atrocidades de las guerras del siglo XX. La DUDH de 1948 es la garantía jurídica de la protección de la dignidad y la libertad humana. Los derechos humanos son universales, inalienables, irrenunciables, innegables, evolutivos y descansan en la Ley Natural.
Bien Común
El carácter relacional de las personas lleva a la Iglesia a interesarse por los grupos sociales (familia, naciones, cultura y género humano). El objetivo es el bien común, que el Concilio Vaticano II define como el «conjunto de condiciones de la vida social que hacen posible a los asociados el logro más pleno y fácil de la propia perfección». De aquí deriva la importancia del buen gobierno y el noble arte de la política.
Constitución Orgánica de la Sociedad
Se refiere a la diversificación de tareas para la supervivencia. Se logra mediante la identificación de las necesidades del grupo social, la creación de órganos (educación, sanidad, defensa, etc.) y la satisfacción de dichas necesidades.
Participación
Es la relación y el vínculo del individuo con el grupo, y la obligación de contribuir al desarrollo colectivo. Fruto de la participación es la sociedad civil, un espacio social estructurado y protagonizado por las organizaciones intermedias no gubernamentales. «Lo público» no es sinónimo de «lo estatal». Alexis de Tocqueville afirma que la sociedad civil está formada por organizaciones e instituciones cívicas mediadoras entre el Estado y el individuo. La relación entre la sociedad civil y la democracia alienta la participación e impide que el Estado invada espacios sociales. J. Habermas sostiene que la existencia de la sociedad civil es un prerrequisito para la democracia.
Solidaridad y Subsidiariedad
La autoridad debe ser ejercida por el órgano más próximo al ciudadano para una participación efectiva, y debe ser respetada por los órganos superiores, en un esquema horizontal democrático. Esto complementa la solidaridad, que es la capacidad de renunciar a los intereses propios por el bien común.
Carácter Humano de las Estructuras
El valor y el protagonismo del ser humano son innegables. Nada ni ninguna estructura social puede eclipsarlo. El ser humano justifica todo esfuerzo económico, político, etc. El error de las ideologías totalitarias reside en anteponer las ideologías a la persona.
Destino Universal de los Bienes
Es la ampliación del bien común al conjunto de la humanidad. Inicialmente, la DSI se ceñía al horizonte estatal, pero desde Juan XXIII se adoptó una perspectiva global. Edward Lorenz (efecto mariposa) y Pavel Florenski (todo lo que hagamos en la vida perdura) destacan la interconexión global.
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