21 Dic

vida cotidiana: En el sueño:

Insominio del 1º

Año

Depende de la gravedad encontrando el insomnio común (por rigidez en horarios, exceso de alimentación, malas condiciones del ambiente, falta de higiene, etc.
) o insomnio precoz severo que puede manifestarse de forma agitada o tranquila. Los avisos para saber si hay insomnio suelen ser: chillidos, gritos, llantos incontrolados, movimientos rítmicos y etc.

Trastornos en la transición vigilia sueño: Esta se suele dar por la persistencia de condiciones externas no adecuadas para conciliar el sueño, una presión excesiva desde el exterior inadecuada y llevada con violencia a la hora de irse a la cama. Este, provoca una manifestación de conductas patológicas como la oposición externa radical al acostarse, la obsesión por los rituales antes de acostarse y angustia por los sufrimientos de los terrores nocturnos. –

 Trastornos por angustia nocturna: Aquí se incluyen los terrores nocturnos (gritos, expresión de terror en la cara, pérdida de color en la tez, sudores, taquicardias, etc.) y sueño angustioso (despertar ansioso, inquietud y lloros y gemidos)


En la comida – Anorexia del segundo trimestre: se presenta hacia el octavo mes, unas veces de forma súbita y otras veces progresiva. La causa suele ser un cambio brusco del régimen alimenticio, el destete brusco o la introducción de alimentos sólidos poco regularizada. Se produce pérdida de peso y crecimiento, estreñimiento, come pero no quiere contacto con el cuidador/a de referencia, angustia en el momento de la comida, etc. Estos síntomas a su vez provocan: alteración del sueño, apatía, agresividad y retroceso en el crecimiento y desarrollo.

– La pica: Ingestión de objetos (papel, madera, yeso, etc…) más allá de la etapa oral. Cuando esto se repite de manera reiterada, a diario en niños o niñas de 2 años o más se puede afrontar como una alteración o trastorno que debe ser tratado. Normalmente se observa en niños/as con carencias afectivas.

En el lenguaje – Tartamudez: Como trastorno suele aparecer en torno a los 3 a 5 años. Existe el tartamudeo tónico (el bloqueo o la imposibilidad de emitir un sonido durante un tiempo) o tartamudeo clónico (que es una repetición involuntaria y brusca de una sílaba). Ambos suelen surgir después de un impacto afectivo o emocional .Puede ir unido a tics, gesticulación exagerada y otras manifestaciones emocionales (rubor, malestar, temblores de manos, etc.)


Trastornos más comunes en la etapa infantil

– Aflicción: Se da cuando el niño/a vive una experiencia externa fuerte, en su entorno más cercano, y no está preparado para entenderla ni afrontarla; por ejemplo, la pérdida de la madres. Se manifiesta por: tristeza marcada en el rostro, apatía, llanto desconsolado, somatizaciones (dolor de estómago, cabeza, vómitos, etc.) incapacidad de hablar sin llorar o incluso, mutismo.

– Traumas internos: Es debido a la reacción de un niño/a ante un problema o conflicto que se interioriza sin superarlo (traumatiza). Esto hace que tengan mayor dependencia de los adultos y además sienten inseguridad estructural en su propia personalidad.

– Hiperactividad: Es uno de los trastornos más temidos por los adultos y que más casos hay en la actualidad. Se manifiesta por que corre de un lado a otro sin control, se sube a sitios altos sin ver peligro, no puede permanecer quieto ni sentado sin mover alguna parte de su cuerpo, presenta exceso de movilidad física durante el sueño, etc.

– Aislamiento: este se da entre los 5 y 7 años y suele darse por un cambio en el contexto que el niño/a no ha asumido (por ejemplo, la pérdida de la figura de apego). Se presenta con timidez, vergüenza, rebeldía, hipersensibilidad, dificultad para establecer relaciones interpersonales, separación voluntaria del grupo, etc


Agresividad y agresividad excesiva: esta se da por las experiencias vivenciadas por el menor y depende del grado de resistencia que tiene a las frustraciones o a los enfrentamientos con los iguales. Suelen ser niños/as con carencias de límites y ausencia de normas y rutinas diarias. Suele presentar pequeños hurtos, crispación, tensión corporal constante, impulsividad violenta, violencia en las rabietas, autoagresión, agresión a objetos, agresión a familiares y educadores/as o todo lo contrario, inhibición de la agresividad (soportan todo).

– Celopatía: Los celos corresponden a una relación de afecto, próxima a un trastorno de tipo ansioso y obsesivo; pero hacia las figuras con las que mantiene una vinculación afectiva especial. La reacción celotípica cuando se perpetua y se interioriza más allá de la etapa conflictiva, puede condicionar todo el desarrollo de la personalidad de un individuo. Aparecen manifestaciones diversas y con carácter fundamentalmente afectivo, afecta al niño/a en el desarrollo de la socialización, sobre todo en las relaciones interpersonales.

 Trastornos derivados del maltrato, el abandono y por abusos sexuales (Intervención)

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