16 Nov
2.2. Cervantes, novelista
Cervantes fue el creador de la novela moderna. En ella logró reunir lo real y verosímil con lo admirable o libremente imaginado, de forma que hizo creíbles los sucesos más disparatados.
Cervantes cultivó varios subgéneros narrativos:
– novela pastoril en la Primera parte de la Galatea (1585). Dividida en seis libros, la historia desarrollaba los amores del pastor Elicio con la hermosa Galatea, a la que su padre quería casar con el rico Erastro. En este argumento central se intercalaban episodios protagonizados por otros pastores, para los cuales, de acuerdo con la tradición bucólica. El amor es su preocupación fundamental. El escritor quiso escribir una segunda parte, No lo hizo.
– Pocos días antes de su muerte, terminó Los trabajos de Persiles y Sigismunda (publicado en 1617), sumándose a la moda de los relatos bizantinos. En él se relatan las sucesivas peripecias y aventuras de Periandro y Auristela en su accidentado viaje por varios lugares del mundo desde tierras nórdicas hasta Roma.
– Su afán innovador se puso de manifiesto en la redacción de las Novelas ejemplares (1613), conjunto de doce historias, algunas de las cuales circularon de forma manuscrita antes de su publicación definitiva en 1613 y que merecen una especial atención.
En varias novelas cortas Cervantes recurríó a un motivo cuyo uso ya recomendaba Aristóteles en su Poética:la anagnórisis.De pronto, un personaje descubre su verdadera identidad.Con este recurso, empleado en La gitanilla o La ilustre fregona, la intriga proporcionaba al lector inesperadas sorpresas.
Novelas ejemplares
Los relatos que integran esta colección pueden clasificarse como novelas cortas.Cervantes fue el primer escritor castellano en usar el término «novela», procedente del italiano. Pero la novedad de su tarea no solo consistíó en el empleo de una simple etiqueta literaria. Aunque los relatos de escritores italianos como Boccaccio o Bandello pudieron cautivar su interés, él nacionalizó y enriquecíó dicha tradición foránea otorgándole gran importancia al diálogo e incorporando la vida real a unos argumentos que resultaran más verosímiles.
Él mismo era consciente de la novedad de sus novelas. De ahí que las bautizara con el adjetivo de «ejemplares». Con ello se refería tanto a que sus historias mostraban los peligros de una conducta inmoral corno al hecho de estar proponiendo una fórmula novelesca que atendía al ideal clásico de «enseñar deleitando». Además, Cervantes quiso exhibir sus habilidades como narrador, de forma que utilizó los más variados estilos (elegante, retórica o humorístico) según lo exigía cada historia.
La mayoría de sus novelas cortas tienen como asunto principal el amor, tema que analiza desde distintos ángulos, llegando incluso a la parodia. Los estudiosos suelen clasificar estos relatos en tres grupos, atendiendo a su mayor grado de Realismo o de idealismo.
De acuerdo con esa clasificación, podemos distinguir entre:
– Novelas idealistas, en las que predomina la imaginación, cuyos personajes suelen poseer unos rasgos convencionales y se recurre, a veces, a elementos tomados de la narrativa bizantina: por ejemplo, El amante liberal, La ilustre fregona y La fuerza de la sangre.
– Novelas realistas, donde cobra una mayor importancia la observación de la realidad. Se prescinde, por lo general, de la trama amorosa y puede asomar la crítica social: El celoso extremeño, Rinconete y Cortadillo y El coloquio de los perros.
– Novelas ideorrealistas, comparten elementos realistas e idealistas, como ocurre en La gitanilla y en El licenciado Vidriera.
IMPORTANTE:Los relatos bizantinos, herederos de las antiguas novelas griegas, tenían como principales personajes una pareja de jóvenes enamorados que, al no poder casarse,emprendían un viaje en el que sufrían raptos, naufragios o separaciones hasta reencontrarse.
3 El Quijote
Los ingeniosas aventuras de Don Quijote de la Mancha fue la obra con la que Cervantes alcanzó el éxito. Aunque, hablando en propiedad, el Quijote son dos libros (y dos partes) que se publicaron en 1605 y 1615. Por tanto, es lógico que entre la primera y la segunda parte haya diferencias. Su argumento es muy similar y los protagonistas son los mismos: Don Quijote y Sancho
Panza.
R:La primera parte del Quijote es un auténtico libro de libros, ya que incorporó distintas historias que pertenecen a los principales géneros narrativos de la época. Así la historia de Marcela y Grisóstomo (relato pastoril), los relatos de Cardenio y Dorotea (relato sentimental), El curioso impertinente (relato italianizante) y el relato del cautivo (morisco), que contribuyeron al entretenimiento de los lectores. R:La verdadera identidad del autor del Quijote apócrifo (1614) todavía sigue siendo un enigma. Es muy posible que el nombre de Alonso Fernández de Avellaneda sea el seudónimo tras el que se ocultó algún admirador de Félix Lope de Vega.
3.1. Argumento y estructura
Cervantes cuenta la historia de un hidalgo que entretiene su existencia aburrida leyendo libros de caballerías. Esa afición acaba trastornándole la razón y decide salir en busca de aventuras para imitar las hazañas de los más famosos caballeros andantes literarios y dedicadas a la imaginaria princesa Dulcinea del Toboso. Sin embargo. La intención de Alonso Quijano, hombre maduro que adoptará el nombre de Don Quijote de la Mancha, resalta cómica y la mayoría de sus aventuras terminan en fracaso.
3.2. Una narración moderna
La maestría del arte cervantino se pone de relieve en aspectos técnicos como el de las voces narrativas. En la obra se recurre, por ejemplo al tópico del «manuscrito encontrado» que se usaba frecuentemente en los libros de caballerías, donde el narrador fingía haber encontrado una crónica escrita en otra lengua por algún mago o historiador muchos años antes. Sin embargo, Cervantes manejó dicho recurso de forma más original. Así, nos encontramos con un narrador principal externo que contrasta varias fuentes:
– La historia del hidalgo, recogida por un cronista anónimo en los anales de La Mancha (supuestos textos históricos donde se recogían los sucesos ordenándolos cronológicamente año por año).
– Lo dicho por el historiador árabe Cide Hamete Benengeli
– La traducción de los papeles de Cide Hamete realizada por un morisco.
– Los datos suministrados por los académicos de Argamasilla.
De este modo, al recurrir a diversas perspectivas, el narrador principal podía resultar más creíble, pues su narración cobraba una apariencia histórica. No obstante, esta mayor complejidad de la ficción revelaba también el talante irónico de Cervantes al transformarse en narrador.
R:En muchos lugares de la obra, el narrador principal desmiente la versión que Cide Hamete Benengeli ofrece de los hechos, pues opina que , al ser musulmán , es un historiador mentiroso.
3.3. Personajes
Las dos partes del Quijote ofrecen una impresionante galería de la sociedad de principios del Siglo XVII. los prersonajes son todos los estamentos y grupos sociales de la época, a través de los cuales Cervantes pudo plantear su crítica hacia comportamientos que rechazaba y eran la expresión de un tiempo de crisis.
Destacan las figuras de Don Quijote y su escudero Sancho Panza, auténticos protagonistas alrededor de los que alcanzan cierto protagonismo el cura y el barbero, amigos del hidalgo de la Mancha, el estudiante Sansón Carrasco, envidioso de la fama de Don Quijote y, sobre todo, Dulcinea, uno de los personajes más mencionados en la obra, pese a que nunca la vemos actuando. En realidad, Dulcinea es la versión transformada de una moza labradora, llamada Aldonza Lorenzo, a la que Don Quijote convertirá en objeto de adoración constante, adornándola con las cualidades más extraordinarias.
En cuanto a la pareja protagonista, se presentan, en principio, con unos rasgos tan distintos que se ha visto en cada uno de ellos la encarnación de los dos aspectos carácterísticos del ser humano. Así, Don Quijote representa el lado idealista, por lo que es un individuo esforzado y voluntarioso, que se expresa con un estilo culto e incluso anticuado. En cambio, Sancho Panza sería la personificación del materialismo. El escudero ejemplifica el sentido común, es codicioso, se desespera por la comida y emplea un lenguaje popular plagado de refranes, que llega a molestar al propio Don Quijote (como ocurre en el capítulo XXI de la primera parte).
No obstante, Cervantes supo ir más allá en la caracterización de sus personajes. De ahí que ambos experimenten una evolución progresiva y, sobre todo en la segunda parte, se contagien de su mutua compañía. Así, a través del diálogo, estas criaturas crecen en profundidad humana y de modo inverso. Don Quijote se sanchifica cuando adquiere una mayor conciencia del mundo real, se torna más práctico y llega a usar refranes para expresarse. Por su parte, el Sancho egoísta y materialista se quijotiza, empieza a hablar y a actuar como su amo, cuyas fantasías comparte porque también aspira a alcanzar fama. R: Mientras que en la primera parte del Quijote el protagonista se topa con personajes que pertenecen a un grupo social similar o inferior al suyo, en la egunda parte aparecen personajes de una posición superior a la del idalgo.
3.4. Temas
Ya en Prólogo de la primera parte del Quijote el propósito principal de la obra era el de realizar una parodia de los libros de caballerías, textos que habían sido muy populares en el Siglo XVI y que se caracterizaban por ser relatos excesivamente fabulosos y, por tanto, inverosímiles. Dicha intencionalidad se reiterará en las líneas finales de la segunda parte.
Ahora bien, la riqueza de la obra permite considerar otros temas importantes, si se tiene en Cuenta, además, que si Cervantes criticó el género de los libros de caballerías, nunca condenó los ideales éticos que los inspiraban. Así, según los estudiosos, destacan en el Quijote motivos temáticos como:
– La exaltación de la libertad y el elogio de la voluntad y del esfuerzo humano.
– El conflicto entre los sentidos y las apariencias, pues la realidad puede resultar engañosa y ser contemplada de forma diferente por cada persona.
Así, Don Quijote ve gigantes que son molinos, confunde rebaños de ovejas
con ejércitos o identifica una bacía de barbero con el yelmo de Mambrino.
– El choque entre el ideal heroico y una reafidad decepcionante. Que puede
desembocar en crítica social. Recuérdese. Por ejemplo. Que la intención
principal de Don Quijote es la de «favorecer y ayudar a los menesterosos y
desvalidos» y, por el contrario, lamenta que en su tiempo «ya triunfa la pere-
za de la diligencia, la ociosidad del trabajo. El vicio de la virtud, la arrogancia
de la valentía y la teórica de la práctica de las armas».
– Otros temas no menos interesantes son la locura, la imitación como medio
para convertir la vida en una obra de arte o la crítica literaria. La locura de Don Quijote pudo ser una estrategia que empleó Cervantes para sortear la inquisicon y poner en boca de un loco unas criticas que no le serìan toleradas a una persona cuerda. Sin embargo, en aquella época la locura fue tambièn un asunto que interésò a importantes escritores. Así, William Shakespeare lo emplea en Halmet, mientras que Erasmo de Róterdam escribíò una obra titulada Elogio de la locura.
El influjo del Quijote fue notable en la literatura inglesa. Su huella se reconoce en títulos como Tristam Shandy, de Laurence Sterne (1759-1767), y en la obra de Charles Dikens Papeles pòstumos del club Pickwick (1836-1837). En la literatura española, influyò mucho en Benito Pèrez Galadòs.
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