16 Ago
1. EL Modernismo Y LA GENERACIÓN DEL 98
1.1. Contexto histórico-social: la crisis de fin de siglo
A finales del Siglo XIX entran en crisis los valores de la sociedad burguesa.
Se pierde la confianza en el positivismo, sistema filosófico que se basa en la razón y la experiencia.
Se dará paso a corrientes de pensamientos vitalistas e irracionalistas. La razón y la ciencia ya no explican el mundo; hay que buscar nuevos valores.
El pensamiento de los filósofos de esta época gira en torno a los problemas del ser humano: el dolor, la angustia. Surge el existencialismo como una corriente filosófica que tendrá gran importancia en la literatura de esta época.
Se conoce por Modernismo a la forma hispánica de la crisis universal de las letras y del espíritu, que se manifiesta en el arte, la ciencia, la religión y la política. Esta crisis de conciencia o espiritual, en el caso español, se intensificó por la crisis histórica del llamado Desastre del 98: la derrota ante los EE.UU. Supuso la pérdida de las colonias españolas de Cuba, Puerto Rico y Filipinas. Todas estas circunstancias propiciaron la reacción de un conjunto de intelectuales que se implicaron ante la situación del país. Surgieron así movimientos como el regeneracionismo y la generación del 98.
1.2. El Modernismo
12.1. Orígenes del Modernismo
EI Modernismo nacíó en hispanoamérica,como una verdadera prolución estétieranita o mercantilismo y la sociedad fera parnasianas de la poesía francesa gruesa.
La literatura modernista presenta dos vertientes:
Actitud de evasión
Los escritores se refugian en una estética formalista y deslumbrante. Son los partidarios del arte por el arte: el arte debe ser un bien en sí mismo; su estética es suficiente para darle valor, independientemente del contenido. El nicaragüense Rubén Darío es el iniciador de esta faceta del Modernismo.
Actitud de denuncia
Se pretende profundizar en el origen de los males de la sociedad por medio del análisis, para poner de manifiesto sus fallos, e incluso hallar soluciones.
1.2.2. Carácterísticas del Modernismo literario
Los temas
Las obras modernistas suelen girar en torno a cinco asuntos principales:
Soledad
Está motivada por un rechazo mutuo entre el artista y la sociedad vulgar. Es un tema de clara raíz ROMántica. La melancolía, la angustia o la tristeza son sentimientos centrales (que se reflejan en paisajes otoñales, nocturnos, crepusculares…).
Escapismo
Ante el disgusto con el mundo, el poeta huye. La evasión se produce en el espacio (lugares exóticos) o en el tiempo (hacia el mundo grecorromano, la Edad Media, el Renacimiento o el sofisticado Siglo XVIII francés). El poeta crea una elitista torre de marfil (hermosa por fuera y vacía por dentro) donde se refugia.
Cosmopolitismo
Los modernistas se declaran ciudadanos del mundo: viajeros, multiculturales y aristocráticos. París será la capital del Modernismo.
Amor y erotismo
Aparecen poemas de amor delicado y,
frente a ellos, otros de intenso erotismo y desenfreno, motivados por una actitud antisocial y amoral que busca el escándalo como forma de enfrentarse a la sociedad bipensante.
Vida bohemia
La existencia de los modernistas transcurre al margen de las convenciones burguesas.
El Modernismo se inspira en dos movimientos estéticos del Siglo XIX:
El parnasianismo: iniciado por el francés Théophile Gautier; Pretende conseguir la obra bien hecha. Se trata de una tendencia formalista, partidaria del arte por el arte. Se sienten fascinados por las culturas antiguas y los ambientes exóticos.
El simbolismo, de corte intimista, busca la realidad que se esconde tras las apariencias a través de un nuevo y sugerente lenguaje basado en el símbolo. Los principales simbolistas fueron los también franceses Baudelaire, Verlaine, Rimbaud y Mallarmé.
El estilo modernista
Afán de originalidad
Tanto en los temas como en la expresión formal, que destaca por el uso abundante de recursos retóricos.
Búsqueda de la perfección formal: se consigue a través de la musicalidad, el ritmo y los valores simbólicos y connotativos de las palabras.
Renovación métrica: los modernistas recuperan el verso alejandrino; usan también el dodecasílabo y el eneasílabo. Se modifican algunas estrofas tradicionales, construidas ahora con alejandrinos. El caso más conocido es el del soneto modernista (con versos alejandrinos y serventesios en vez de cuartetos). Se crean también nuevos metros.
Aparecen los poemas en prosa y el verso libre.
Enriquecimiento léxico: neologismos, arcaísmos, americanismos.
1.3. Rubén Darío (1867-1916) nacíó en Nicaragua. Fue un hombre cosmopolita y amante del placer, que viajó por toda América y Europa propagando las nuevas tendencias poéticas, de las que será el impulsor y el principal representante. Murió en París.
Su primer libro es Azul… (1888), que incluye cuentos breves y unos pocos poemas. Estamos ante un libro que recrea un mundo exótico de hadas, princesas, centauros y escenas galantes con un lenguaje aristocrático y con uso de elementos simbolistas.
Prosas profanas (1896) recoge todos los rasgos formales y temáticos que acabamos de analizar: preocupación por la forma, musicalidad, renovación métrica, cosmopolitismo, escapismo.
.. Pero ya se ve en esta obra sorprendente una preocupación social y filosófica. Darío se plantea qué es el arte, el amor, el placer, la religión y la creación poética.
Su tercera obra, Cantos de vida y esperanza (1905), da un giro hacia una poesía más profunda, teñida de melancolía y amargura. Es un libro de un tono más grave. Se preocupa por los problemas del mundo hispánico frente al imperialismo de los Estados Unidos (contra el que propone una uníón de los pueblos americanos) y también por los problemas existenciales del ser humano, con un
tono de cansancio y amargura.
1.4. El Modernismo en España
La influencia del Modernismo hispanoamericano comenzó a apreciarse en España a finales del Siglo XIX y principios del Siglo XX. Fue determinante la vista que Rubén Darío hace a Madrid en 1899. Bajo la infiuencia modernista de Darío escribirán sus primeras obras Antonio y Manuel Machado, Juan Ramón Jiménez o Ramón M.° del Valle-Inclán en los primeros años del nuevo Siglo XX.
El Modernismo español tuvo sus peculiaridades. Tras la influencia de Darío cada poeta encontró su camino personal y su estética. La faceta más preciosista, retórica y superficial del Modernismo duró poco para dar paso
a una búsqueda de temas más metafísicos y trascendentes: la soledad, la realidad de España y su marginación social, la tradición. En España el
Modernismo fue la raíz simbolista.
1.5. Juan Ramón Jiménez
Juan Ramón Jiménez (1881-1959) nacíó en Moguer (Huelva). Recibíó el Premio Nobel en 1956. Entiende la escritura como una búsqueda constante de la belleza y de la perfección, de ahí que reescriba permanentemente su obra. Por otra parte, concibe la poesía como una forma de conocimiento, esto es, como un medio para analizar y entender la realidad. La poesía juanramoniana pretende profundizar en el auténtico sentido de las cosas, en su esencia más íntima. Este proceso de búsqueda de la perfección consta de diversas etapas:
Etapa sensitiva. Esta primera etapa de Juan Ramón Jiménez está influida por las tendencias de principios de siglo: esteticismo, decadentismo, parnasianismo y simbolismo. Desde una poesía becqueriana (Arias tris-tes, Baladas de primavera), desemboca en un período modernista, de brillantez formal: Sonetos espirituales (1914) y Estío (1915). En prosa escribe Platero y yo (1917), que supone un acercamiento a las raíces
andaluzas y que, por otro lado, abre paso a la siguiente época.
Etapa intelectual. Es una poesía más compleja que la anterior. Son obras dedicadas, como afirmó el autor, «a la minoría siempre». Aunque esta etapa ya se va iniciando con los Sonetos espirituales, los títulos más significativos son Diario de un poeta recién casado (1916), Eternidades (1916-1917) y Piedra y cielo (1917-1918). En el Diario de un poeta recién casado, la realidad se revela como un caos. Contra este caos y la idea de la modernidad y el progreso (simbolizado por Estados Unidos)
se impone la belleza. El marco de un viaje real hacia Nueva York en barco será el propósito para hacer una reflexión, un viaje interior por su propia conciencia.
2. LA GENERACIÓN DEL 98
A finales del Siglo XIX, España vive una grave crisis general: corrupción política, desfases y conflictos sociales, crisis económica… El Desastre del 98, que supone la pérdida de las últimas colonias españolas en el extranjero (Cuba, Puerto Rico y Filipinas), viene a acrecentar la sensación de pesimismo. Surge, entonces, un grupo de escritores preocupados por los problemas del país, por el tema de España, conocido como la generación del 98. A este grupo pertenecen escritores como Miguel de Unamuno, Pío Baroja. José Martínez
Ruiz Azorín, Antonio Machado o Ramón M.° del Valle-Inclán.
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