Imaginería Barroca
El desarrollo del Barroco coincidió con un periodo de grave crisis en la Monarquía Hispánica, lo que redujo los encargos de esculturas por particulares y convirtió a la Iglesia en el principal cliente. La escultura se transformó en el principal vehículo de transmisión de las ideas de la Contrarreforma. La temática fue casi exclusivamente religiosa, realizada principalmente en madera policromada para reducir costes. En menor medida se realizaron sepulcros, retratos y esculturas de temática mitológica para jardines y fuentes, en mármol.
La escultura barroca española compartió características con el Barroco europeo, como el dinamismo, figuras en escorzo, complejidad, composiciones abiertas, abundancia de pliegues en los vestidos y preocupación por la luz. Sin embargo, también presentó características específicas como el fuerte realismo y la extremada expresividad, conseguida con la policromía, las técnicas del estofado y el encarnado, y el añadido de postizos como vestidos y joyas. En los retablos se combinaron la arquitectura, la escultura y la pintura.
En la escultura cortesana, los ejemplos más destacados fueron la escultura ecuestre de Felipe III en la Plaza Mayor de Madrid, realizada en bronce en Italia por Giambologna y Pietro Tacca, y la de Felipe IV en la Plaza de Oriente, en bronce, diseñada por Velázquez, fundida en Italia por Pietro Tacca y con cálculos de estabilidad realizados por Galileo, un verdadero prodigio técnico por la posición del caballo, sostenido sobre sus patas traseras y la cola. Sin embargo, la mayor parte de la escultura barroca peninsular fue de temática religiosa.
Escuelas de Escultura Barroca
- Escuela castellana: Sus principales características fueron el realismo trágico, rozando el patetismo, y la expresividad, que muestra el dolor con toda su crudeza. El más destacado fue Gregorio Fernández, cuyas obras se caracterizan por su extremado realismo, dramatismo y sobriedad, la profunda religiosidad, expresividad de los rostros, los detalles anatómicos, excesivamente angulosos, que producen contrastes de luces y sombras, y policromía sin estofado.
- Sus principales obras fueron:
- Retablos con estructuras arquitectónicas sencillas.
- Relieve del Bautismo de Cristo, perteneciente a un retablo dedicado a San Juan, donde las figuras están concebidas como esculturas exentas.
- Esculturas exentas: Cristo atado a la columna, con expresión de gran dolor, con tres clavos y ya muerto, de gran perfección anatómica, que se recrea en el dolor y patetismo de rostro y refleja el sufrimiento con gran profusión de sangre; el Cristo yacente, tipo iconográfico creado por él y que repitió varias veces, de gran perfección anatómica y realismo patético, con abundancia de sangre; varias Piedades, entre las que destacan la Quinta Angustia y la Sexta Angustia.
- Escuela andaluza: Menos dramática que la castellana, más serena y sosegada, aunque también se caracterizó por el realismo, pero sobre todo destaca por el clasicismo y elegancia de sus figuras y composiciones. Los principales escultores fueron:
- Juan Martínez Montañés: Fue el escultor más prestigioso de su época, creador de la escuela sevillana de imaginería. Sus obras se caracterizan por un realismo mesurado, alejado del dramatismo castellano, el sentido del equilibrio y la belleza, más próximos al clasicismo y al manierismo.
- Juan de Mesa, discípulo de Martínez Montañés, imprimió mayor dramatismo y violencia expresiva a sus esculturas y destacó en los pasos procesionales.
- Alonso Cano: Primer escultor andaluz que no utilizó el estofado, por lo que empleó colores puros en la policromía de sus esculturas, aumentando así su valor expresivo. También se caracterizó por una mayor expresividad en rostros y actitudes, un mayor dinamismo y la idealización de los modelos.
- Pedro de Mena: Fue discípulo de Alonso Cano, aunque más realista que su maestro. Intentó representar los estados de ánimo de los protagonistas, manifestando también la emoción contenida y la tensión dramática, pero con mesura y sensibilidad.
Arquitectura Barroca
La evolución de la arquitectura barroca en España fue distinta al resto de Europa. Se utilizaron principalmente materiales pobres, y el Barroco se adoptó más en las formas decorativas que en la complejidad de las plantas. Se observa una mezcla de ornamentación y sobriedad, de manera que en un mismo edificio podían alternarse tramos con abundante y complicada decoración con paramentos lisos, mientras que los espacios internos siguieron manteniendo la norma clásica. No se realizaron grandes obras públicas.
Periodos de la Arquitectura Barroca
- Primer periodo: Marcado por la pervivencia de la influencia del Escorial, con plantas renacentistas de gran sobriedad decorativa, adaptada a la severidad de la Contrarreforma.
- Juan Gómez de Mora: En sus obras se observa la influencia de la arquitectura herreriana, sobre todo en sus primeros trabajos, que destacan por su sobriedad y clasicismo: horizontalidad, torres en las esquinas. Introdujo elementos decorativos que producen efectos de claroscuro y dio un aspecto más colorido a los edificios con el uso del ladrillo.
- Andrés y Jerónimo García de Quiñones: Realizaron la Iglesia y el Colegio de la Clerecía en Salamanca.
- Alonso Carbonell: Realizó el Palacio del Buen Retiro, del que hoy sólo se conservan el Salón de Reinos y el Casón del Buen Retiro.
- Pedro Sánchez y Francisco Bautista: Realizaron la iglesia del Colegio de la Compañía de Jesús en Madrid.
- Segundo periodo: Se abandonó la austeridad herreriana y fue apareciendo cada vez mayor decoración, sobre todo en las fachadas, buscando contrastes de luces y sombras y con uso de hornacinas y estípites que dan sensación de inestabilidad. Destacaron tres focos: el castellano, el andaluz y el gallego.
- Castilla: Los Churriguera destacan por su recargamiento decorativo, características que aparecen principalmente en sus retablos.
- Obras principales:
- Retablo de San Esteban de Salamanca, de José Benito de Churriguera.
- Palacio-Iglesia de Nuevo Baztán, de José Benito de Churriguera.
- Palacio de Goyeneche en Madrid.
- Pedro de Ribera: Centró casi todos los elementos decorativos en sus estrechas fachadas, que contrastan con la austeridad del resto del muro, utilizando los elementos ornamentales del vocabulario churrigueresco.
- Andalucía: Se desarrolló un estilo peculiar, síntesis de elementos islámicos, platerescos y barrocos.
- Granada: Alonso Cano realizó la Fachada de la Catedral de Granada. También destacó Francisco Hurtado, cuyas obras fusionan arquitectura, escultura y pintura.
- Sevilla: Leonardo de Figueroa sintetizó elementos islámicos, platerescos y barrocos.
- Galicia: Las obras más destacadas se realizaron en Santiago de Compostela. Sus características fueron el uso del granito y una menor profusión decorativa, que se sustituyó por combinaciones de elementos geométricos.
- Castilla: Los Churriguera destacan por su recargamiento decorativo, características que aparecen principalmente en sus retablos.
- Último periodo: Caracterizado por una mezcla de influencias italianas y francesas, con un arte cortesano, de tendencia sobria y clasicista, y otro tradicional, de estética más recargada.
Francisco de Goya
Francisco de Goya, uno de los más destacados artistas de la historia del arte, nació en Fuendetodos, Zaragoza, en 1746. Su vida y obra abarcan un amplio espectro de la experiencia humana y artística, desde sus humildes comienzos hasta su ascenso a la fama y su lucha contra la adversidad personal y política.
Goya comenzó su formación artística en el taller del pintor José Luzán y continuó su aprendizaje con Francisco Bayeu, cuya hermana, Josefa, se convertiría en su esposa en 1773. Durante sus años formativos, Goya viajó a Italia en dos ocasiones (1769 y 1771), donde absorbió la rica herencia artística del país y perfeccionó su técnica. Fue en Italia donde pintó obras como «Aníbal vencedor contempla por primera vez Italia desde los Alpes», que le valió reconocimiento y elogios.
A su regreso a España, Goya recibió importantes encargos, incluida la decoración de la Basílica del Pilar en Zaragoza y su ingreso en la Real Fábrica de Tapices en Madrid en 1775. En Madrid, Goya se sumergió en la bulliciosa escena artística y cultural de la capital, donde entabló amistad con prominentes figuras de la época, como el escritor Gaspar Melchor de Jovellanos y el dramaturgo Leandro Fernández de Moratín.
En 1786, Goya fue nombrado pintor de cámara y comenzó a retratar a la realeza y a la nobleza españolas. Sus retratos, caracterizados por su aguda penetración psicológica, capturaron la esencia de sus sujetos de una manera sin igual. Sin embargo, en 1792, Goya sufrió una enfermedad grave que lo dejó completamente sordo. Este evento marcó un punto de inflexión en su vida y en su arte, llevándolo a explorar temas más oscuros.
Durante los turbulentos años de la ocupación francesa y la Guerra de la Independencia española, Goya se vio profundamente afectado por los acontecimientos que presenciaba a su alrededor. Su serie de grabados «Los desastres de la guerra», creada entre 1810 y 1820, es un testimonio impactante de la brutalidad y el sufrimiento de la guerra. También pintó obras como «El tres de mayo de 1808», que representan la violencia y la desesperación de la lucha por la libertad.
Después de retirarse de la corte en 1819, Goya se retiró a su Quinta del Sordo, donde creó las «Pinturas Negras», una serie de catorce murales pintados directamente sobre las paredes de su casa. Estas pinturas sombrías y perturbadoras, que incluyen obras como «Saturno devorando a su hijo» y «Aquelarre», exploran temas como la muerte, la locura y la decadencia humana.
En 1824, después del fin del Trienio Liberal, Goya se exilió a Francia, donde continuó pintando hasta su muerte en 1828. A lo largo de su vida, Goya desafió las convenciones artísticas de su tiempo y exploró nuevos territorios en la pintura y el grabado. Su legado perdura hasta hoy como uno de los más grandes artistas de todos los tiempos, cuya influencia se extiende a través de generaciones de artistas y movimientos artísticos.
La Piedad de Gregorio Fernández
La Piedad de Gregorio Fernández fue un encargo de la cofradía de Nuestra Señora de las Angustias. Creada en 1616, es una escultura de 175 cm de altura, de estilo barroco y temática religiosa. Fue tallada en madera y se ubica en el Museo Nacional de Escultura en Valladolid.
La obra representa el momento en el que la madre acoge en su regazo el cuerpo de su hijo muerto con las heridas de la Pasión, manifestando de forma algo teatral su dolor: levanta el brazo en petición de ayuda, en su rostro existe angustia y drama, en contraste con la serenidad del rostro de Jesús. Su mano izquierda sujeta el brazo de Cristo para que no caiga al suelo. En la obra original, el conjunto escultórico de la Piedad se encuentra flanqueado por el buen y el mal ladrón, Dimas y Gestas, que aportarían verticalidad al paso.
La composición se articula en forma de pirámide descentrada que lleva el centro de interés a la mano y cara de la Virgen y cabeza de Cristo. Su aparente distorsión es parcialmente contrarrestada por medio de la oposición de dos diagonales. Las figuras tienen un doble canon, en parte derivado del tema y composición. El modelado es profundo, especialmente en los paños de pliegues casi cortantes. La policromía se realiza en tonos vivos y saturados en las vestiduras mientras las carnes son mate, lo cual redunda en su verosimilitud.
Durante la Contrarreforma se consideró que tratar este tema de manera trágica y dramática era una forma de conmover al espectador. Tanto la técnica del desnudo, como el canon alargado o los paños flamencos responden claramente al estilo de Gregorio Fernández, principal imaginero de la escuela castellana.
La Magdalena Penitente de Pedro de Mena
La Magdalena penitente es una escultura tallada en madera por Pedro de Mena en 1663 durante su estancia en Madrid. Este encargo fue para la Casa Profesa de los Jesuitas. La escultura coincidió con un periodo de crisis de la Monarquía Hispánica, donde la Iglesia era el principal comitente y utilizaba la escultura para transmitir las ideas de la Contrarreforma.
En la imagen se puede observar a la Magdalena penitente, vestida con un vestido de hoja de palma entrecruzada, que hace referencia a la penitencia en el desierto. Se pueden observar sus largos cabellos, la mano en el pecho y la expresión de arrepentimiento o dolor en su rostro, mostrando uno de los rasgos del barroco: la expresión de sentimientos. La Magdalena mira el crucifijo con una expresión de dolor en sus ojos. El pelo de la Magdalena es como si fuera real. La boca entreabierta deja ver los dientes de hueso y los ojos son de cristal. Los dedos están tallados con mucha delicadeza y en la cintura podemos ver una cuerda de palma tallada. Los pies descalzos están tallados con la misma delicadeza que las manos. El autor ha tallado un pie más adelantado que el otro para dar sensación de movimiento.
La Magdalena Penitente siempre está acompañada de una calavera, un libro o un crucifijo. En este caso está acompañada de un crucifijo. En él se puede observar a Cristo en la cruz, con heridas en el pecho y las rodillas y con clavos en pies y manos. Respecto al tema, María Magdalena había sido una prostituta que abandonó esa vida tras conocer a Cristo, arrepintiéndose de su pasado y convirtiéndose en ermitaña tras la muerte de Jesús. Aunque la temática de la Magdalena no pertenece a ningún pasaje concreto de las Sagradas Escrituras, fue uno de los temas preferidos del siglo XVII. Se recuerda así al espectador la importancia de la penitencia.
Paulina Bonaparte como Venus Victrix de Antonio Canova
Paulina Bonaparte como Venus Victrix, realizada por Antonio Canova, es una escultura de bulto redondo en posición yacente de 185 cm. Está tallada en mármol blanco de Carrara y representa a María Paulina Bonaparte, una de las reinas de belleza y sensualidad femenina de la época. Se representa semidesnuda y relajada. Se realizó entre 1805 y 1808 y se encuentra actualmente en la Galería Borghese de Roma.
Fue un encargo de su marido, Camillo Borghese. Paulina está representada como una Venus victoriosa de la mitología, sosteniendo la manzana del troyano Paris. Está desnuda, cubierta levemente por una sábana y reclinada sobre un diván real. La obra, realizada en bulto redondo, cuenta con una composición triangular y equilibrada. El conjunto escultórico es una muestra de movimiento en acto. Se observan rasgos de la escultura de la Antigüedad, como el contrapposto de las piernas, la técnica de los paños mojados en la túnica y la serenidad que refleja su rostro. Las referencias griegas se observan en el peinado y en el diseño del mueble.
Fue representada siguiendo los modelos de las Venus victoriosas de la antigüedad clásica. Se cuenta que la sensualidad y belleza de la escultura hizo que Camilo Borghese la mostrara en contadas ocasiones al público. El estilo de Canova se caracteriza por la búsqueda de un ideal de belleza de tipo clásico, el gusto por las líneas elegantes, nítidas, las texturas suaves, el uso de materiales como el mármol y el bronce, y la austeridad y claridad compositivas.
Etiquetas: Arquitectura barroca, Arte barroco, Escultura barroca, Gregorio Fernández, Pedro de Mena
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