01 Nov
El Arte Gótico
Introducción
Durante los siglos XIII al XV se produce la evolución de la escultura y la pintura. A esto contribuye una mayor libertad de los artistas que dejan de depender de la Iglesia y realizan su trabajo en gremios y cofradías. La nobleza y la burguesía serán los principales patrocinadores del arte, que aunque sigue siendo religioso, en algunas zonas como Flandes adquiere un carácter laico como se refleja en el desarrollo del retrato.
Escultura
Se independiza del marco arquitectónico: se pasa del alto relieve a la escultura de bulto redondo o exenta, al tiempo que se incorpora al interior de los edificios, en retablos y sillerías de coro.
Naturalismo y realismo: se dota a la escultura de sentimientos y carácter narrativo.
Cambio temático: el tema del Apocalipsis románico es sustituido por el del Juicio Final.
Pintura
Composición ordenada frente a la caótica medieval, aunque mantiene un carácter arcaico al pintar muchas figuras para conseguir un carácter narrativo.
Se pasa de la pintura al fresco a la pintura sobre tabla. Al principio forma retablos que se adosan a la pared detrás del altar. El retablo evoluciona pasándose de una a tres tablas (Tríptico) y posteriormente a varias (Políptico), donde las laterales son movibles para proteger el conjunto.
La técnica utilizada es la del temple hasta el siglo XV en que se generaliza el uso del óleo con los pintores flamencos.
La Portada Gótica: León y Burgos
La portada gótica presenta desde el punto de vista arquitectónico los mismos elementos que la románica, pero los arcos se apuntan y en los tímpanos la escultura se dispone en frisos. Los temas fundamentales, en los tímpanos, son: el Juicio Final, la vida de la Virgen o la vida de los santos. En las arquivoltas se disponen reyes bíblicos, resurrección de los muertos, ángeles… que siguen la dirección del arco. En el parteluz la figura de Cristo, de la Virgen o de algún Santo, aunque también pueden aparecer figuras de obispos, como en la «Portada del Sarmental» de la Catedral de Burgos. En las jambas imágenes de santos bajo doseletes y sobre peanas.
La Portada del Sarmental en Burgos
En Burgos, en 1240, se levanta la «Portada del Sarmental», obra de tres artistas franceses. En el tímpano, obra de un primer maestro relacionado con Amiens, se desarrolla el tema románico del Apocalipsis: Pantocrátor y los Tetramorfos, pero con una novedad: los evangelistas aparecen sentados en pupitres, en una escena escolar muy del gusto naturalista gótico. En el parteluz, el obispo Mauricio, posiblemente de un segundo escultor; en el dintel apostolado y en las arquivoltas reyes bíblicos, los ancianos del Apocalipsis con instrumentos musicales y ángeles, de un tercer escultor relacionado con las esculturas de Reims.
Un eje de simetría divide el conjunto y remarca la importancia del Pantocrátor y el obispo Mauricio. La aparición del Cordero Místico sobre el obispo completa la alusión al Apocalipsis. Las figuras de los evangelistas copistas doblan sus cuerpos adaptándose a la curvatura del arco, mientras las figuras de las arquivoltas siguen la curvatura de estas.
Se aprecian diferencias técnicas entre el Pantocrátor y el obispo, que muestran aún la rigidez y frontalidad románicas y los evangelistas-copistas y el apostolado, con un tratamiento más naturalista. En los apóstoles su frontalidad contrasta con el movimiento de sus cabezas, que imprime comunicación entre las figuras. La individualización de las facciones, de los peinados y barbas es naturalista.
La mayor parte de las esculturas son de bulto redondo y se integran en la arquitectura mediante elementos arquitectónicos como las peanas que ejercen como chambranas de las figuras dispuestas debajo. Entre el tímpano y el dintel, una chambrana corrida, decorada con castilletes alude a la Jerusalén Celestial. Las olas marinas que separan a Cristo de los dos evangelistas-copistas, que coronan el tímpano, introducen un dinamismo que contrasta con la inmovilidad de las figuras.
La Portada del Juicio Final en León
En León aparece un buen plantel de escultores, que trabajan ya en la segunda mitad del siglo XIII. Se aprecia la obra de diversos maestros. La «Portada del Juicio Final», es la central de la fachada principal. Se relaciona por su elegancia estilística con el maestro de Reims, a quien corresponde la figura de Cristo mostrando las llagas, los ángeles portadores de los instrumentos de la pasión y las escenas del dintel con la psicostasis o peso de las almas: los condenados son conducidos a grandes calderas hirvientes, mientras que los bienaventurados se congregan entre monjes franciscanos que los llevan a la Gloria eterna.
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