12 Nov
El auge de la novela romántica en Hispanoamérica se produjo en la segunda mitad del siglo XIX con la publicación de tres importantes narraciones: “Amalia” de José Mármol en 1855; “María” de Jorge Isaacs; y “Clemencia” de Ignacio Altamirano en 1869.
Modelo de la novela romántica
La novela “María” es considerada como el modelo de la novela romántica hispanoamericana que sigue la llamada corriente sentimental.
Este tipo de narración, que en Europa alcanzó la plenitud con la “Atala” de Chateaubriand y “Pablo y Virginia” de Bernardin de Saint Pierre, encontró campo propicio en América, donde se produjeron varias novelas, entre las cuales destacó “María”.
Características de la novela de Jorge Isaacs
La novela de Isaacs, por su tema y estructura, conserva todas las características de la novela sentimental que en Francia había llegado a su apogeo con las antes mencionadas.
“María” presenta muchos aspectos asimilados de sus modelos franceses; pero su gran originalidad consiste en que pone, por primera vez, como escenario romántico, el ambiente real de la naturaleza americana.
La novela está presentada en forma autobiográfica y tiene indudablemente algunos aspectos tomados de la vida del autor (sobre la existencia de María hay posiciones contradictorias).
Relación de los protagonistas
El eje central de la novela va a ser la relación de los desdichados amores de dos jóvenes: Efraín, hijo de un rico hacendado de la región del Cauca, y su prima María. Este idilio va a tener como marco el bucólico ambiente natural de esa región colombiana, rodeada de árboles frondosos, por donde corrían las aguas de límpidos y transparentes riachuelos.
Una breve síntesis de la novela
Al comienzo, el niño Efraín es enviado a estudiar a Bogotá y es despedido por su madre, su hermana Emma y su prima María, aún de corta edad.
Después de seis años de ausencia, Efraín regresa al hogar paterno; María ya se ha convertido en una bellísima adolescente y pronto nace el amor entre ellos, un amor tierno e inocente que tiene como escenario la casa y toda la naturaleza que los rodea. De pronto, María cae enferma, víctima de ataques epilépticos (su madre había muerto de ese mal) y Efraín sale en busca de un médico, por eso tiene que cruzar un río a caballo en medio de una peligrosa creciente; María logra restablecerse y continúa el idilio, pero Efraín tiene que seguir sus estudios: saldrá para Londres, entonces los dos enamorados se ven obligados a separarse.
Durante un año se mantienen vivas las relaciones mediante cartas, hasta que Efraín recibe la noticia de que María ha enfermado de nuevo y es necesario que regrese pronto, pero el viaje es muy largo y cuando Efraín llega a la casa, ya la joven ha muerto. Su hermana Emma le contará todo el proceso de la enfermedad y los detalles de la muerte de María.
En el último capítulo de la novela, Efraín se despide en el cementerio ante la tumba de la amada, mientras una ave negra se posa sobre uno de los brazos de la cruz; luego decide “abandonar su casa y perderse en la inmensidad en busca de lo desconocido”.
Características fundamentales de la novela romántica
- El idilio como elemento estructurante de la acción
- Exaltación del yo
- Presencia de elementos autobiográficos
- Idealización del ambiente natural
- Presencia del color local
- El exotismo romántico
- Temas y recursos románticos
El idilio
La novela sentimental romántica se caracteriza porque siempre tiene como base el desarrollo de un idilio, con diferentes alternativas.
En “María”, la trama es sencilla, sin muchas complicaciones; se cuentan los amores de dos jóvenes, Efraín y María, de una forma inocente e idílica, hasta que sobreviene la muerte de la protagonista.
Los hechos son desarrollados en forma lineal y, aunque el narrador lo hace en primera persona, es omnisciente, pues todo lo conoce previamente, hasta los más íntimos detalles. Esto se desprende de la dedicatoria que hace el autor a los hermanos de Efraín.
Exaltación del yo
Uno de los rasgos del romanticismo es la presencia del yo que siempre se refleja en la obra de arte. En “María” esto se logra con este recurso: Efraín ha confiado al autor el libro de sus recuerdos, por esta razón el autor puede confundirse con el protagonista y narrar en primera persona; puede, además, expresar su yo poético, lo que le permite dar a la novela ese marcado lirismo.
Presencia de elementos autobiográficos
El autobiografismo es otra de las características románticas; siempre el autor introduce en la obra muchos aspectos de su vida.
En la novela “María” se encuentran muchos detalles autobiográficos del autor: la casa donde se desarrolla el idilio fue la misma en la que vivió el autor (la hacienda “El Paraíso”). Isaacs, como Efraín, nacieron y vivieron en el valle del Cauca, son hijos de padre judío, convertido al cristianismo, van a estudiar a la capital y son aficionados a la poesía y a las mismas lecturas.
Idealización del ambiente natural
La idealización del paisaje y el subjetivismo es, para muchos críticos, la característica romántica más definida en la obra.
La región del Cauca, donde el autor pasó su infancia y juventud, es el ambiente natural donde transcurre el idilio: Efraín se identifica con el paisaje natal, con cada árbol, con cada sendero, con cada arroyo que cruza. En la novela se idealiza también el ambiente humano: es un paraíso de bondad en el que dueños, esclavos, hombres y mujeres, blancos y negros, viven de amor cristiano. La convivencia humana es perfecta en todos los aspectos.
Presencia del color local
Es esencial, en la novela romántica, el principio de inspirarse en lo propio; esto se cumple en la novela “María” en dos direcciones: la nativista y la costumbrista. En el aspecto nativista, el paisaje, aunque aparece idealizado, es el propio de la región del Cauca, con su vegetación típica y la fauna local.
En lo costumbrista, Isaacs presenta, en la novela, aspectos relacionados con la vida en esa región. Para lograr eso, el narrador interrumpe el idilio y presenta algunos cuadros y episodios realistas, como las bodas de Bruno y Remigia, el rodeo, la caza del tigre, el velorio de la negra Feliciana y el viaje de regreso de Efraín por el río Dagua.
El exotismo romántico
A menudo, los románticos volvían sus miradas hacia países y ambientes remotos, como una especie de escape espiritual; por esto, el exotismo se va a reflejar tanto en la poesía como en la novela romántica.
Los novelistas románticos gustaban de intercalar relatos exóticos en sus obras: por ejemplo, Chateaubriand incluyó episodios inspirados en América en su obra “Atala”. Jorge Isaacs se inspira en el África e introduce en “María” el relato exótico de Nay y Sinar, donde describe las inhumanas cacerías de negros, el horror de los barcos negreros y la crueldad de los traficantes. La tendencia exótica también se manifiesta en “María” a nivel del lenguaje, mediante comparaciones y alusiones a detalles y elementos de mundos lejanos.
Temas y recursos románticos
Los cuatro temas fundamentales del romanticismo son el amor, la naturaleza, la muerte y lo religioso cristiano, todos ellos desarrollados en “María”.
El amor es la base sentimental del relato, que tiene como marco y en primer plano una naturaleza idealizada, pero el tema de la muerte va a estar siempre presente. La muerte se presiente a cada instante mediante anticipaciones y presagios que contribuyen a darle ese clima de tristeza a la novela. El sentimiento religioso cristiano acompaña los otros aspectos: los esclavos rezan juntos a sus amos, el padre de Efraín se hace cristiano, el cura administra los sacramentos a Feliciana y en la casa hay un oratorio donde las mujeres se encomiendan a Dios constantemente.
Además de los temas señalados, hay una serie de motivos y de recursos románticos que sirven para crear el clima que la novela necesita. La novela romántica busca conmover el corazón y esto se logra mediante determinados procedimientos, bien de carácter descriptivo o emocional. En “María” van a aparecer los recursos melancólicos y misteriosos del romanticismo: “El pájaro negro, los aullidos de los perros, las campanas de la medianoche, el silbido del viento” se combinan para producir un clima de tristeza y pesadumbre.
Otros motivos románticos son los nocturnos, el claro de luna, la presencia de aves agoreras y la utilización frecuente de comparaciones fúnebres.
Biografía de Jorge Isaacs
Jorge Isaacs nació en Cali (Colombia) el 1° de abril de 1837. Su padre era un judío, nacido en Jamaica, y su madre, colombiana de ascendientes catalanes. La familia se estableció en la región del Cauca. A los once años de edad, es enviado a Bogotá para proseguir sus estudios. En 1855, sus padres compran una nueva hacienda, “El Paraíso”, que será el escenario real donde se desarrollará la novela “María”. Cuando su padre muere, en 1861, la situación económica de la familia es muy precaria por las deudas acumuladas y tienen que rematar las posesiones familiares.
Regresa a Bogotá, donde entra en contacto con los centros literarios del momento y logra publicar las poesías que venía escribiendo desde su adolescencia. Tres años después, aparece como director de “La República”, periódico fundado por el ala moderada del partido conservador.
En 1867, publica su única novela “María” y es un éxito inmediato.
Empieza su actividad política como diputado por el Partido Conservador, pero en 1868 pasa al Partido Liberal; será nombrado cónsul de Colombia en Chile, donde sigue colaborando como periodista en diferentes publicaciones locales. La política lo apasiona: a su regreso es capitán en la batalla de los Chancos en momentos de guerra civil; después, establecido ya en el Cauca, encabeza la rebelión de Antioquia, derroca el gobierno legítimo y se proclama jefe civil y militar; al poco tiempo tiene que rendirse y, de regreso a Bogotá, es expulsado del Congreso y abandona definitivamente la política.
Sus otras publicaciones son: “La revolución radical en Antioquia” (1880), sobre su experiencia política en esta región, y “Estudios sobre las tribus indígenas del Magdalena” (1884), donde recoge sus observaciones acerca de la región del río Magdalena, que había explorado en diferentes ocasiones.
En sus proyectos estaban la publicación de tres novelas: “Camilo” (o “Alma negra”), “Fania” y “Soledad”, una trilogía del “Gran Cauca”, pero nunca llegó a terminar ni siquiera la primera, “Camilo”, novela sobre la vida de Simón Bolívar.
Muere el 17 de abril de 1895 en Ibagué, Tolima, víctima del paludismo, contraído en juventud, en sus viajes de exploraciones en las tierras colombianas.
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