22 Nov

GGM y el Boom de la Narrativa Hispanoamericana

Se ha discutido con frecuencia dónde situar la fecha de aparición de la nueva novela hispanoamericana. La aparición durante los años 40 de una serie de obras supone una ruptura con el realismo telúrico-social anterior y el inicio de formas narrativas mucho más complejas.

Además de una visión de la realidad que incluye nuevas dimensiones, sobre todo la metafísica y la existencial, por un lado, y la sobrenatural, onírica y mágica por otro. En este proceso debemos señalar como principales factores del cambio el influjo del surrealismo, el peso de los renovadores europeos y norteamericanos y la influencia de las teorías filosóficas irracionalistas existencialistas. Las principales innovaciones que se producen son: una progresiva sustitución de lo urbano por lo rural, una recuperación de los elementos mágicos de los mitos y leyendas americanos, una presencia del onirismo, un abandono de la estructura realista tradicional, una adopción de los elementos narrativos más innovadores y renovación del lenguaje. La corriente que da origen a esta narrativa es el realismo mágico.

Desde 1962 se asiste tanto en España como en el resto de Europa al desarrollo sorprendente de la novela hispanoamericana. Pese a su importancia, se trataba de un conocimiento repentino de una novelística que se había desarrollado en su propio aislamiento americano durante años y que, al aparecer súbitamente, daba la sensación de un “boom”, además de tratarse de un fenómeno editorial en el que tienen responsabilidad editores y editoriales. No se trata solo de que aparezcan nuevos e importantes novelistas, sino que muchos de los que venían publicando desde tiempo atrás escriben en estos años algunas de sus obras más representativas. El “boom” no tiene carácter generacional; sus estilos y preocupaciones son diversos. En lo temático, se continúa el desarrollo de temas señalados por la generación anterior y se consolida la integración de lo fantástico y lo real. La mayoría de los especialistas suele situar el punto de arranque de este fenómeno mediático centrado sin excepciones en el género novelístico.

GGM, con la novela Cien años de soledad, consolidó el boom hasta el punto de convertirse en la obra más famosa, vendida y traducida de esta lengua. Desde el punto de vista formal, las obras del boom se caracterizan por la renovación de técnicas novelescas a través de la incorporación de las de la novela experimental. Se rompe con la técnica realista, pero ello no supone un alejamiento de la realidad, sino una voluntad de abordarla desde otros ángulos. Estos novelistas han asimilado las innovaciones técnicas que se habían producido en la novela universal a lo largo del siglo XX. También es significativa la influencia en los más relevantes (GGM, Fuentes, Vargas Llosa…) de la narrativa española clásica. Se pueden destacar las siguientes características: preocupación por el desarrollo de las estructuras narrativas, gran variedad de recursos narrativos, unión de diferentes géneros literarios, experimentación lingüística, importancia de lo histórico-social y el rechazo de la moral burguesa y de ciertos comportamientos. La tragicomedia de los protagonistas de El amor en los tiempos del cólera está inspirada en la historia de amor de los propios padres del escritor colombiano. Cuando sus padres se enamoraron, el padre de su madre se opuso a esa relación, puesto que Gabriel Eligio había llegado a esa ciudad como telegrafista, hijo de madre soltera y, además, su dudosa reputación no lo hacía merecedor de su hija. Con intención de separarlos, ella fue enviada lejos de la ciudad, pero Gabriel consiguió conquistarla a través de serenatas de violín, poemas y otras pruebas de amor. Finalmente, los padres aceptaron la unión, de la que más tarde nació este premio Nobel de Literatura. GGM fue dejado al cuidado de sus abuelos maternos los primeros años de su vida. Del coronel tomó sus extraordinarias dotes de narrador y sus numerosas experiencias; de su abuela tomó la original forma de contar historias. Las numerosas hermanas de la abuela llenaban la casa de supersticiones, creencias populares, historias de fantasmas y premoniciones. Estudió en un colegio de jesuitas y comenzó derecho en la Universidad Nacional de Colombia, en Bogotá; allí comenzó su labor como escritor dentro del mundo periodístico.

En 1946 publicó sus primeros relatos en El Espectador. En 1954 viajó a Roma como corresponsal y permaneció en Europa hasta 1957, fecha en la que regresó a su país como representante de la agencia de prensa latina. En 1960 viaja a Nueva York.

Obra

GGM es el más influyente de los autores del «boom», especialmente desde que le fuera concedido el premio Nobel (1982). Sus primeras novelas cortas tanteaban ya en la búsqueda de la unión de lo real y lo fantástico y en la formación de un peculiar mundo imaginario, al modo de Faulkner. Aparecen novelas cortas como La hojarasca (1955), El coronel no tiene quien le escriba, La mala hora, y libros de relatos como Los funerales de la Mamá Grande y Ojos de perro azul. Todos ellos crean el mundo fantástico de Macondo y sientan las bases de Cien años de soledad. La obra es a la vez una síntesis de la historia de un poblado fantástico, Macondo, que representa metafóricamente la historia de Colombia, de América Latina y de la humanidad en general, con los riesgos que la acosan: los más elementales problemas humanos, los problemas sociales, explotación, guerras… Pero todo ello aparece representado en la novela por elementos fantásticos, fuerzas naturales insólitas y, en resumidas cuentas, elementos maravillosos, que dan a la novela una textura peculiar entre el realismo y lo fantástico, acentuada por la mezcla de elementos trágicos, cómicos y extrañamente grotescos. Los estudios de GGM suelen considerar las novelas posteriores como pertenecientes a una segunda etapa. El otoño del patriarca tiene por protagonista a un fantástico dictador que quiere ser el símbolo de todos los déspotas americanos y de su peculiar modo de ejercer el poder. Crónica de una muerte anunciada es una magistral novela corta que reproduce minuciosamente un crimen pasional del mundo rural de la infancia del autor, explorando minuciosamente los hechos, sus motivaciones… a través de una técnica rigurosa de documentación, y luego de descomposición temporal y de análisis pormenorizado de los hechos, que presta un peculiar «suspense» a unos hechos cuyo desenlace se conoce desde el principio. El amor en los tiempos del cólera es de 1985.

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