19 Oct

El Ciclo Vital del Ser Humano

Etapas de la Vida

El ciclo vital es el periodo de tiempo en el que transcurre la vida de una persona. Se caracteriza por diferentes etapas, cada una con rasgos que la diferencian. No todos nos comportamos igual ni tenemos las mismas capacidades en cada etapa. El ciclo vital es un proceso continuo.

Niños y Adultos

La distinción entre la infancia y la vida adulta ha estado marcada por la tipificación jurídica y social. Los niños siempre han sido tratados de manera diferente, ya sea de forma positiva o negativa. Los psicólogos señalan una profunda continuidad entre las capacidades cognitivas y afectivas de niños y adultos. Los niños no nacen con una «tabla rasa», sino con una determinada dotación genética.

Genotipo, Fenotipo, Temperamento y Carácter
  • Genotipo: Conjunto de genes que tiene un organismo. Permanece constante.
  • Fenotipo: Característica observable del genotipo que puede cambiar por la influencia del ambiente.
  • Temperamento: Rasgo de nuestra personalidad que es la parte innata de nuestro comportamiento.
  • Carácter: Rasgo de la personalidad que se adquiere en la interacción entre lo innato y el ambiente.
Personalidad

La personalidad es el conjunto de características y rasgos que nos definen como personas individuales. Hay cinco rasgos principales que la definen, y cada persona es una combinación dinámica de estos cinco, que posee en mayor o menor grado. Erikson hablaba de la crisis de la adolescencia: el paso de la vida infantil al mundo adulto es conflictivo y confuso. El adolescente debe tomar decisiones sobre lo que quiere llegar a ser (crisis de identidad) y asumir responsabilidades.

La Lucha por la Vida y el Apoyo Mutuo

Pedro Kropotkin escribió un libro en el que mantenía que el factor fundamental que explicaba la evolución de los seres vivos era el apoyo mutuo. El darwinismo social, corriente de la segunda mitad del siglo XIX, generó una polémica entre quienes defendían la importancia de la lucha por la vida y quienes optaban por el apoyo mutuo y la solidaridad. Edward Wilson propuso una explicación que intenta mediar entre ambas posturas.

El Ser Humano como Ser Dialógico

Somos seres dialógicos, que desde el nacimiento estamos en diálogo con otros. Una actividad de pura subsistencia, como la alimentación de un bebé, se manifiesta como un diálogo con otro ser humano (madre-bebé). Descubrir nuestra identidad va íntimamente ligado a descubrir la identidad de otros, y quienes somos se va construyendo en diálogo con otros.

  • Martin Buber destacó la dimensión dialógica: «no hay un yo sin un tú que se relacione».
  • Viktor Frankl creó una práctica terapéutica encaminada a ayudar a personas cuya vida carecía de sentido tras situaciones dramáticas (logoterapia).

Cuando la capacidad dialógica disminuye (por ejemplo, en el autismo), nuestra vida afronta dificultades difíciles de superar.

El Ser Humano como Animal Político

Los seres humanos compartimos con muchos seres vivos la sociabilidad, pero somos seres simbólicos y esa sociabilidad se concreta en prácticas que abarcan toda la vida social, en especial la vida política. La convivencia entre los seres humanos demanda construir normas de convivencia.

Hannah Arendt defendía que el derecho básico y primero es el derecho a tener derechos, es decir, ser ciudadano de un estado en el que sus derechos son reconocidos y protegidos. Muchas sociedades viven sin estado, pero los seres humanos han buscado fórmulas para garantizar la convivencia.

Seres Sociales por Naturaleza

La pirámide de Maslow describe las necesidades humanas en una jerarquía:

  1. Fisiológicas: Alimentación, amor, aire, descanso.
  2. Seguridad y protección: Estabilidad, orden, protección.
  3. Aceptación social, pertenencia: Afecto, amor, amistad, pertenencia a un grupo.
  4. Reconocimiento, autoestima: Autovalía, éxito, prestigio.
  5. Autorrealización: Desarrollo del potencial personal, creatividad, moralidad.

Los seres humanos somos una de las especies más sociables, con un alto grado de organización social. Cooperamos más y mejor que otras especies, y tenemos que recurrir a fórmulas muy elaboradas para gestionar los problemas derivados de la convivencia. Nuestra sociabilidad es más intensa y compleja, y tenemos que aprender muchas cosas para vivir en sociedad. Lo más difícil es lograr un modo de convivencia satisfactorio. Por eso nos distanciamos de formas de convivencia frecuentes en el reino animal. Resulta negativo vernos como «lobos esteparios»; lo mejor es estar juntos, no revueltos.

Autonomía, Dependencia e Interdependencia

Nacemos con una fuerte dependencia de los demás. Alrededor de los 7 años, comenzamos a desarrollar nuestra autonomía. Entre los 16 y 18 años, podemos experimentar una nueva etapa de dependencia. Algunos autores han llamado la atención sobre nuestra condición de «deudores»: nacemos con deberes hacia quienes nos cuidan y educan. El hecho de nacer supone un esfuerzo para los progenitores; los hijos son una «inversión».

Somos dependientes, pero buscamos la autonomía desde muy pequeños: ser nosotros mismos, decidir por nosotros mismos. Ese deseo está presente desde el principio y se acentua al final de la adolescencia. Necesitamos ser reconocidos por otras personas para ser nosotros mismos. Una forma de enfocar el proceso de crecimiento y maduración es pasar de la dependencia a la interdependencia, donde reconocemos nuestra necesidad de los demás y nuestra capacidad de contribuir al bienestar común.

Comunidades y Asociaciones

Las sociedades humanas se organizan en diferentes tipos de grupos:

  • Grupos primarios o comunidades: Incluyen un número no muy elevado de personas que comparten intereses directos y relaciones afectivas. Las relaciones son interpersonales, a menudo basadas en el parentesco.
  • Grupos secundarios o asociaciones: Se forman para fines específicos. La participación es voluntaria y las normas están reguladas.

En las sociedades actuales, ambas formas de convivencia son importantes.

Roles, Estatus y Formas de Estratificación Social

Todas las sociedades muestran una determinada organización en la cual cada persona ocupa una posición y desempeña funciones determinadas. Esto da lugar a la estratificación social: la posición social lleva aparejada un estatus, que implica a su vez un rol social.

  • Estatus adscrito: Se basa en factores biológicos o de nacimiento. No depende del individuo, sino de sus vínculos familiares.
  • Estatus adquirido: Depende de las actuaciones, positivas o negativas, de las personas.
  • Movilidad social: Es la posibilidad de cambiar de estatus a lo largo de la vida.

La estratificación social provoca división social, con una clara jerarquía en la que las personas disfrutan de condiciones de vida diferentes en todos los sentidos. La igualdad social es un ideal que busca reducir las desigualdades y garantizar que todas las personas tengan las mismas oportunidades.

Habilidades Sociales y Capital Social

  • Habilidades sociales: Son las habilidades que nos permiten mantener una relación positiva con las personas con las que convivimos.
  • Capital social: Abarca tanto el conjunto de asociaciones voluntarias presentes en la sociedad como las relaciones interactivas de confianza mutua que se dan en su seno. La confianza es básica para el buen funcionamiento de la sociedad.

Deja un comentario