26 Jul
El Cinquecento: Esplendor del Alto Renacimiento
Resumen del Cinquecento
El Renacimiento, un periodo de renovación cultural y artística que abarcó los siglos XV y XVI, se caracteriza por un resurgimiento del interés en la antigüedad clásica, el enfoque en el ser humano y la imitación de la naturaleza. Este movimiento, que comenzó en Italia, se divide en varias fases: el Quattrocento (siglo XV), el Cinquecento (primera mitad del siglo XVI) y el Manierismo o Renacimiento tardío (segunda mitad del siglo XVI).
El Cinquecento, también conocido como el Alto Renacimiento, es un periodo de gran esplendor cultural y artístico. Surgido en Italia, se caracteriza por su monumentalidad, la integración de diferentes artes y una perfección técnica sin igual. Los artistas del Cinquecento se esforzaron por representar la naturaleza y el cuerpo humano con una precisión y realismo extraordinarios, influenciados por estudios anatómicos y observaciones directas.
Roma se convirtió en el centro del arte renacentista, superando a Florencia, aunque otras ciudades como Venecia, Milán y Vicenza también tuvieron roles importantes. Durante este periodo, se realizaron importantes proyectos arquitectónicos y de planificación urbana, destacando la construcción de palacios, villas de recreo y bibliotecas. La arquitectura del Cinquecento se distingue por la estricta aplicación de los órdenes clásicos, una inspiración directa en las ruinas romanas y una riqueza decorativa sin precedentes.
Entre los grandes maestros del Cinquecento se encuentran Bramante, Rafael y Miguel Ángel, quienes dejaron una huella perdurable en la historia del arte. Bramante, influenciado por Leonardo da Vinci y Brunelleschi, creó obras notables como San Satiro y el Claustro de Santa Maria della Pace en Roma. Rafael dejó su marca en las Estancias Vaticanas con obras como La Escuela de Atenas. Miguel Ángel, un artista polifacético, destacó en escultura, pintura y arquitectura, con obras emblemáticas como el David, La Piedad y la Capilla Sixtina.
Además de estos maestros, otros arquitectos y artistas como Antonio da Sangallo, Giacomo della Porta, Vignola y Palladio también contribuyeron al esplendor del Cinquecento con proyectos destacados como el Palacio Farnesio, Il Gesù y la Villa Capra.
En resumen, el Cinquecento representa la culminación del Renacimiento, con un arte monumental y humanizado profundamente influenciado por la antigüedad clásica. Los artistas alcanzaron una posición destacada y la integración de diversas artes logró una armonía sin igual, dejando un legado duradero en la historia del arte.
Resumen de la Tratadística
El Renacimiento, que tuvo lugar entre los siglos XV y XVI, se caracterizó por un renacer cultural y artístico, destacando un renovado interés por la antigüedad greco-latina, el humanismo y la imitación de la naturaleza. Un elemento clave de este movimiento fue la literatura arquitectónica, basada en los principios del Códice de Vitruvio, redescubierto en 1416 en la biblioteca de San Gall, Suiza. En su obra»De Architectura libri dece», Vitruvio estableció los tres principios fundamentales de la arquitectura: solidez, funcionalidad y belleza.
El tratado de Vitruvio, compuesto por diez libros, abarca temas como:
- Los principios de la arquitectura
- La ubicación saludable de las ciudades
- Los materiales de construcción
- Los tipos de templos
- Los órdenes arquitectónicos
- Las edificaciones públicas
- La decoración
- Las máquinas hidráulicas
- Problemas geométricos y astronómicos
- La mecánica de paz y de guerra
Estos principios tuvieron una profunda influencia en los arquitectos renacentistas.
Principales Tratados del Renacimiento
- Leone Battista Alberti, un importante tratadista del Renacimiento, representó el ideal del»artista universa» con una formación intelectual integral. Alberti afirmaba que el artista debía ser un intelectual versado en diversas disciplinas, no solo un artesano. Entre sus tratados más influyentes están»De pictur» (1436), que define la perspectiva científica,»De re aedificatori» (1430-1450), sobre proyectos y funciones arquitectónicas, y»De statu» (1464), sobre las proporciones del cuerpo humano.
- Antonio Averlino, conocido como Filarete, fue otro tratadista destacado. Su»Trattato d’Architettur» (1460-1464) es notable por su diseño urbanístico simétrico en Occidente y la ciudad ideal de Sforzinda.
- Francesco di Giorgio Martini, con su»Trattato di architettura civile e militar» (1482), también realizó importantes aportes al pensamiento arquitectónico de la época.
En el Cinquecento, la tratadística continuó con figuras como:
- Diego de Sagredo, quien en»Las Medidas del Roman» (1526) retomó las enseñanzas de Vitruvio y Alberti.
- Sebastián Serlio, en»Tutte l’opere d’architettura e prospettiv» (desde 1537), ofreció una amplia recopilación de conocimientos arquitectónicos.
- Giacomo Barozzi da Vignola en»Regola delli Cinque ordini d’architettur» (1562) sistematizó los órdenes arquitectónicos.
- Andrea Palladio, otra figura prominente del Cinquecento, con su obra»I Quattro Libri dell’Architettur» (1570), estableció principios que influirían en la arquitectura occidental durante siglos. Palladio detalló la teoría de los materiales, la construcción de residencias privadas, la organización de espacios públicos como calles y plazas, y los templos antiguos.
- Leonardo da Vinci también hizo aportes a la tratadística con su»Trattato della pittur», inspirado en Alberti y Piero della Francesca.
Otros como Philibert de L’Orme y Vincenzo Scamozzi siguieron esta tradición con sus tratados, enriqueciendo el legado teórico del Renacimiento.
En resumen, la tratadística renacentista fue esencial para el desarrollo arquitectónico de la época, fundamentada en los principios de Vitruvio y ampliada por pensadores como Alberti, Filarete, Serlio y Palladio. Estos tratados no solo orientaron la práctica arquitectónica, sino que también elevaron el estatus del arquitecto a un intelectual capaz de integrar arte, ciencia y filosofía.
SANT´ANDREA AL QUIRINALE, ROMA 1628-1670:
Bernini. Encargo del cardenal Camilo Pamphili para los jesuitas. Barroco romano. Planta ovalada, característica distintiva de Bernini. Fachada es convexa y está adornada con columnas y pilastras corintias que soportan un frontón triangular. Cúpula ovalada que se eleva sobre la nave central. Altar mayor adornado con escultura de San Andrés en la cruz, obra de Bernini. La distribución de los volúmenes es simétrica, con una clara alineación axial que dirige al visitante hacia el altar principal. El espacio está ricamente ornamentado con mármoles, estucos dorados y pinturas, logrando una integración armoniosa entre la arquitectura y la decoración. La cúpula central, embellecida con frescos que representan la gloria celestial, es uno de los elementos más destacados y contribuye al efecto dramático y emotivo de la obra.
SAN CARLO ALLE QUATTRO FONTANE, ROMA 1638-1646: Borromini. Encargada por la orden de los trinitarios descalzos. Fachada se terminó en 1677 tras la muerte de Borromini y está adornada con columnas y esculturas con detalles ornamentales. La entrada principal está flanqueada por columnas salomónicas que se
retuercen en espiral,Planta elíptica. Cúpula ovalada está perforada con óculos que permiten la entrada de luz natural.
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