El Cogito Cartesiano

La Duda y el Cogito

La duda llevada al extremo conduce al escepticismo. Sin embargo, Descartes encontró una verdad inmune a la duda: la existencia del sujeto que piensa y duda. «Pienso, luego existo» («cogito, ergo sum»).

Carácter Intuitivo del Cogito

El cogito es una intuición, no un razonamiento. Se trata de una evidencia inmediata.

El Cogito como Primer Principio de la Filosofía

Esta verdad resiste las suposiciones escépticas y constituye el primer principio de la filosofía. A partir de él, Descartes buscará otras verdades seguras.

El Cogito como Prototipo de Verdad

La existencia del sujeto pensante es la primera verdad y el prototipo de toda verdad. Es evidente y se percibe con claridad y distinción.

El Criterio de Verdad de Descartes

Todo lo que se perciba con claridad y distinción será verdadero.

El Carácter Moderno del Cogito Cartesiano

La filosofía cartesiana parte de la existencia del yo, no de Dios, lo que la diferencia de la escolástica anterior.

El Planteamiento Kantiano del Problema del Conocimiento

Kant cuestionó la posibilidad de la metafísica como ciencia. Distinguió entre condiciones empíricas y a priori del conocimiento. Los juicios sintéticos a priori son los más importantes, ya que amplían nuestro conocimiento y son universales y necesarios.

Hume: Crítica a la Idea de Sustancia

Hume criticó la idea de sustancia (yo, mundo, Dios) como una abstracción vacía de contenido empírico. Negó la existencia del yo y de otras sustancias, afirmando que la metafísica es una ilusión sin contenido. La sustancia sería un haz de impresiones unidas por la imaginación.

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