20 Ene
La crisis de la monarquía borbónica
Hay que comenzar recordando la trayectoria de Carlos IV (1788-1808); Rey inepto que dejó su gobierno en manos de diferentes ministros entre los que destacó Manuel Godoy que tuvo que enfrentarse con los problemas derivados de la Revolución Francesa que convulsiónó a toda Europa. Tras el inicio de la Revolución Francesa (1789) el gobierno de Carlos IV tomó decisiones erráticas. Primero el Conde de Floridablanca con su “cordón sanitario” trató de aislar a España y su Imperio de las influencias de la revolución. Posteriormente el Conde de Aranda inició una etapa de coexistencia. La ejecución de Luis XVI precipitó la entrada de España en la 1ª Coalición Antifrancesa. Carlos IV nombró como presidente del Consejo de Ministros a Godoy. España declaró la guerra a Francia (Guerra del Rosellón, 1792) donde fuimos derrotados por los franceses (Paz de Basilea, 1795). A partir de este momento, España estará en la órbita de Francia. En 1.796 se firma el tratado de San Ildelfonso con Francia para luchar contra Gran Bretaña. La alianza se salda con la derrota naval de San Vicente. El 10 de Noviembre de 1.799 Napoleón da el Golpe de Estado y proclama el Consulado. La España de Carlos IV y de Godoy será aliada de la Francia napoleónica frente al resto de potencias europeas. De esta manera España conquista Portugal en 1801 (Guerra de las Naranjas). En l805 la flota Franco-española es derrotada en Trafalgar por Nelson; España pierde definitivamente su gran flota, que había costado un siglo construir. En 1.807 se firma el Tratado de Fontainebleau que autoriza la entrada de un ejército francés para la conquista de Portugal. Ante estos fracasos españoles hay un grupo de nobles que apoyarán al príncipe Fernando frente a su padre, Carlos IV, y Godoy. Se produjo el Motín de Aranjuez (17 de Marzo de 1808) .Los elementos más reaccionarios de la sociedad española apoyan al príncipe de Asturias contra su padre, que tiene que abdicar, y contra Godoy. Napoleón jugará con ambos grupos consiguiendo que renuncien a sus derechos al trono de España. Reunidos en Bayona con Napoleón, este consigue que Fernando VII devuelva la corona a Carlos IV. Carlos IV tras los sucesos del «2 de Mayo de 1.808» hace renuncia de sus derechos a favor del emperador Napoleón (Abdicaciones de Bayona). En Junio Napoleón proclama rey de España a su hermano José I que es reconocido por una Asamblea de Notables reunida en Bayona.
La Guerra de la Independencia se inicia el «2 de Mayo» de 1808. La población de Madrid se amotina contra los mandos franceses que controlan la ciudad. Los oficiales de baja graduación apoyan la sublevación (los capitanes Daoiz y Velarde y el teniente Ruiz). La represión francesa dirigida por el mariscal Murat es muy dura. Las más altas autoridades, las Cortes y el Consejo de Castilla permanecen fieles y acatan las órdenes que llegan desde Bayona de colaborar con las autoridades francesas. El movimiento se extiende rápidamente por las provincias y pronto surgirán Juntas Locales y Provinciales (13 en total) que deponen a las autoridades dependientes de Carlos IV o Fernando VII y colocan a otras autoridades nuevas. Por doquier surgen «milicias» y las unidades del ejército regular acantonadas en zonas donde no está presente el ejército francés acatan las órdenes de las autoridades junteras. Estas Juntas Locales y Provinciales enviaron 2 representantes cada una para formar la Junta Central Suprema (Septiembre 1808-1810) que presidida por Floridablanca asume la representación del pueblo español y considera que el rey, Fernando VII, está prisionero de los franceses. Este movimiento juntero será partidario de la independencia política pero así mismo de reformas económicas y sociales profundas. Se ha producido una auténtica revolución: el pueblo y las juntas se declaran soberanas, con capacidad para firmar tratados, hacer leyes, recaudar impuestos y dirigir la guerra. Este mismo movimiento de formación de juntas se produce en las colonias americanas. Las juntas enviarán a la península a sus representantes y apoyarán el esfuerzo bélico contra los franceses. Posteriormente serán el germen de la Emancipación. La Guerra de la Independencia no es solamente una guerra contra un ejército invasor sino que adquiere notas de una Guerra Civil. Apoyarán a José I los afrancesados, ilustrados que ante la imposibilidad de aplicar las reformas, verán la oportunidad de reformar el país con el apoyo del ejército francés. Y verán como positiva la Constitución de Bayona. Esta no es una auténtica Constitución sino una «Carta Otorgada » que había sido elaborada por Napoleón y José I, y en la que se concedía algunos derechos (libertad de imprenta, inviolabilidad del domicilio,…), suprimía privilegios reales y mobiliares y manténía a la religión Católica como la única permitida. Entre ellos habrá muchas autoridades y altos mandos del ejército. Frente a los afrancesados surgirá el bando de los patriotas. Este es un grupo heterogéneo que tienen como único vínculo común la independencia y el regreso de Fernando VII. Dentro de los patriotas hay grupos de absolutistas, partidarios de la uníón del Trono y Altar y de un regreso a las fórmulas sociales y económicas del Siglo XVII (Antiguo Régimen). También existen partidarios de llevar a cabo una revolución, liberales, que verán en Francia un ejemplo a imitar y partidarios de acabar con la sociedad del Antiguo Régimen. Habrá así mismo grupos de ilustrados moderados, partidarios de un reforma lenta de la estructuras,. Y por fin masas de clases urbanas populares y de campesinos instigados por un clero reaccionario, cuyo fin será la destrucción de los franceses y el ataque a los grupos privilegiados afrancesados. Todos estos grupos de patriotas estarán presentes en el movimiento juntero y propugnan el regreso de Fernando VII como rey de España.
Fases de la Guerra de Independencia
1ª Fase.- Junio- Octubre 1.808. Los sitios y las victorias españolas. Los ejércitos franceses se ven incapaces de controlar todas las plazas fuertes (Sitios de Zaragoza, Gerona y Valencia). Las milicias catalanas derrotan a los franceses en Los Bruchs. El ejército regular español derrota a los franceses en Bailén (19 de Agosto) y marcha sobre Madrid. José I tiene que refugiarse en el norte peninsular. 2ª Fase.- Noviembre 1.808 1.812. Contraofensiva y victorias francesas. Napoleón penetra en España al frente de la Grande Armée. Derrota a los ejércitos españoles y repone a José I en el trono de Madrid. La Junta Central Suprema entabla negociaciones con el Reino Unido para conseguir apoyo y entrenamiento militar: desembarcan en la península Wellington para apoyar la defensa de Lisboa y Moore para ayudar a la defensa de Galicia. Los ejércitos franceses van ocupando las plazas más importantes y en 1.811 ocupan todas las ciudades importantes salvo Cádiz que es defendida por un escuadra británica. Paralela a esta ocupación militar del territorio el gobierno de José I lleva a cabo una labor legislativa de abolición de la Inquisición, abolición de la sociedad estamental y de los derechos feudales, etc. La Junta Central Suprema apoya a las crecientes partidas de guerrilleros, organizadas según un reglamento propio y con patente de corso terrestre. Surgen así partidas irregulares que acosarán a los ejércitos franceses y a las autoridades establecidas. Para conseguir una mejor dirección de los asuntos públicos la Junta Central Suprema se declaró partidaria de convocar unas cortes extraordinarias a celebrar en Cádiz para otorgar a España un sistema político nuevo que limitara el poder del Rey. La Junta Central se disolvíó en Enero de 1.810 y dejó el poder en manos de una Regencia. El inicio de la invasión de Rusia por parte del ejército napoleónico en Junio de 1.812 obligó a retirar del frente ibérico a unidades del ejército francés. 3ª.Fase.- 1812-1813. Ofensivas hispano-británicas. En Febrero de 1812 victorias de Wellington y el general Alava en Ciudad Rodrigo y Badajoz. En Julio victoria española en los Arapiles (Salamanca). El ejército de José I abandona Andalucía. En Julio de 1813 se produce la ofensiva final y se producen las victorias anglo-hispanas de Vitoria y en Agosto la victoria de San Marcial en Irún. Las carácterísticas de una guerra total, sin cuartel se van a dejar sentir en la península y América. Total destrucción de la agricultura y ganadería. Desaparición de las manufacturas y artesanías. Debilitamiento del comercio. Caos administrativo con autoridades superpuestas. Desaparición de las estructuras sociales y políticas del Antiguo Régimen.
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