25 Jul
Dualismo ontológico y mundo inteligible
Platón sostenía la existencia de dos realidades: el mundo sensible y el mundo inteligible. El mundo inteligible, eterno e inmutable, era la verdadera realidad, mientras que el mundo sensible, transitorio y efímero, era una mera imitación.
Vitalismo y crítica a la razón
Nietzsche, por otro lado, rechazaba la idea de dos mundos separados. Para él, solo existía este mundo, en constante cambio y evolución. Consideraba que la razón era limitada y que la realidad era subjetiva y cambiante.
Crítica a la cultura occidental
Nietzsche criticaba la cultura occidental por su desconexión con lo dionisíaco y lo apolíneo, aspectos esenciales para una vida plena. Lo dionisíaco representaba la pasión y el caos creativo, mientras que lo apolíneo simbolizaba la racionalidad, el orden y la armonía.
La tragedia y el eterno retorno
La tragedia, como expresión de lo dionisíaco, simbolizaba la lucha y el devenir de la vida. Nietzsche argumentaba que una vida auténtica requería la integración de ambos aspectos, y que la falta de esta conexión era una de las razones de la decadencia de la cultura occidental.
Transvaloración de los valores y el superhombre
Nietzsche proponía una transvaloración de los valores, invirtiendo la moral establecida. El superhombre, una nueva forma de humanidad, emergía a través de tres metamorfosis del espíritu: el camello, el león y el niño. El superhombre recuperaba sus instintos vitales y lideraba la revaluación de los valores establecidos.
Antropología y dualidad cuerpo-alma
Platón creía en la dualidad del cuerpo y el alma, considerando al cuerpo como una prisión del alma. Nietzsche, en cambio, veía al ser humano como una entidad única e indivisible, sin separación entre cuerpo y alma.
La alegoría de la caverna
La alegoría de la caverna de Platón tiene tres sentidos: onto-epistémico, antropológico y ético-político. Representa el viaje del alma desde el mundo sensible al mundo de las Ideas, y la importancia del conocimiento y la educación.
Teoría del conocimiento de Platón
La teoría del conocimiento de Platón es dualista, distinguiendo entre conocimiento sensible (engañoso) y conocimiento intelectual (verdadero). El conocimiento intelectual se obtiene a través de la razón y nos lleva a las Ideas, la verdadera realidad.
El camino hacia la sabiduría
El camino hacia la sabiduría, según Platón, implica un esfuerzo desde la ignorancia hacia la sabiduría a través de la dialéctica. Esta pasa por cuatro fases: imaginación, creencia, conocimiento discursivo e inteligencia.
La inversión de valores
Tras Sócrates, hubo un cambio en los conceptos de bueno y malo. Los buenos pasaron a ser los sometidos y los débiles, mientras que los malos eran los fuertes y valientes. Nietzsche atribuyó esto al carácter vengativo de los débiles y al miedo al caos.
La muerte de Dios y el nihilismo
Nietzsche declaró que»Dios ha muert», afirmando que el concepto de un ser supremo carecía de sentido. Esta situación, el nihilismo, planteaba dos posibles respuestas: un nihilismo negativo que mantenía los criterios anteriores o un nihilismo positivo que creaba sus propios valores.
El superhombre y la doctrina del eterno retorno
El superhombre, tras la»muerte de Dio», sufría transformaciones metafóricas: camello, león y niño. El niño alcanzaba el estatus de superhombre, controlando su propia fuerza y construyendo su propia realidad. La doctrina del eterno retorno sugería que todo lo que sucedía se repetiría eternamente.
Conclusión
Las perspectivas opuestas de Platón y Nietzsche han moldeado la filosofía occidental. Platón enfatizaba un mundo ideal y la supremacía de la razón, mientras que Nietzsche desafiaba estas ideas resaltando la subjetividad y el cambio constante de la vida. Estas visiones contrapuestas han generado debates fundamentales sobre el conocimiento y la ética.
Deja un comentario