16 Sep
El gobierno de Onganía: El periodo de 1966-1973:
Las Fuerzas Armadas llamaron Revolución Argentina al golpe de Estado de 1966. A diferencia de los gobiernos militares anteriores, los golpistas del 1966 no afirmaban que so objetivo fuera restablecer el orden constitucional en algún momento; manifestaban su intención de realizar una “transformación” y “modernización” del país.
La “Revolución Argentina”:
El derrocamiento de Illia fue llevado a cabo por una Junta de comandantes de las FF.AA, que designó como presidente a Juan Carlos Ongania. Antes de entregar el mando al nuevo presidente, la junta dio a conocer los objetivos del nuevo régimen y un “Estatuto de la Revolución Argentina, que se establecía como norma fundamental, por encima de la Constitución. La dictadura declaro disueltos todos los congresos y los partidos políticos, prohibió todo actividad partidaria, removió a la Corte Suprema de Justicia e intervino en todos los poderes provinciales y municipales. Los objetivos de la dictadura se enmarcaban dentro de la “Doctrina de la Seguridad Nacional”, y una de sus metas fundamentales era “participar en defensa del mundo libre occidental y cristiano”. En el orden interno los militares plantearon la necesidad de modernizar el país, mediante una transformación que pusiese fin a las pujas sectoriales y asegurarse el desarrollo. Este proceso debía realizarse en etapas (llamadas “tiempos”, aunque no se fijaba una fecha determinada). En un primer “tiempo” el proceso de “modernización” abordaría el aspecto económico, y en un segundo lugar el aspecto social y por ultimo el político.
El Onganiato:
Contó inicialmente con el apoyo de un amplio conjunto de sectores que se habían opuesto al gobierno de Illia: los grupos económicos más poderosos y las entidades empresarias que los representaban, dirigentes sindicales, como Vandor y Alonso, la alta jerarquía de la Iglesia Católica e incluso dirigentes políticos de distinto signo partidario, como el desarrollista Frondizi y el liberal Álvaro Alsogaray. Desde el exilio Perón dijo que los objetivos de la “Revolución Argentina” coincidan con los del peronismo y llamo a sus seguidores a que no se opongan al régimen hasta ver las medidas que este implementaba. Su acción de gobierno, desde el comienzo, tuvo un marcado tono autoritario, que afirmaba que las instituciones democráticas era una “legalidad forma estéril”, y anticomunista expresión que no solo incluía el rechazo al comunismo y otras corrientes marxistas, sino a toda actitud considerada contraria a los valores de la “civilización occidental y cristiana”. La censura y la represión se extendieron a todo tipo de manifestaciones y ámbitos: la vestimenta, el largo del pelo, los paseos públicos, la prensa, el cine, los medios de comunicación y la educación. Junto con la persecución a los grupos de izquierda el gobierno de Ongania centro su represión y control sobre sectores del movimiento obrero y sobre todo el estudiantado universitario.
La política económica de Ongania:
Las medidas económicas de Ongania retomaban las ideas del desarrollismo, pero daban prioridad a aumentar la eficiencia, recortando el poder de negociación de los sindicatos. Se aplicaron planes de racionalización, que incluyeron la fijación de nuevas normas laborales en el puerto (lo que llevo a una huelga reprimida) y el cierre de empresas como el de ingenios azucareros tucumanos. Su ministro de economía Adalbert Krieger Vasena, llevo adelante un plan que suspendió las negociaciones de convenios colectivos de trabajo, estableció retenciones a las exportaciones agropecuarias y favoreció una mayor concentración económica en manos de grandes grupos empresariales, mayormente trasnacionales. Mientras que las retenciones o impuestos a las exportaciones afectaban a los agropecuarios, otras medidas afectaban a empresarios industriales. Una de ellas fue la baja en los aranceles de importación, medida tomada con la idea de “mejorar la eficiencia” de la producción local.
El gobierno sostenía que permitiendo la importación de ciertos artículos extranjeros, los fabricantes argentinos se verían obligados a mejorar sus sistemas de producción (tecnología, formas de trabajo, etc) para reducir sus costos y asi poder competir con los bienes importados. El resultado, en cambio fue que ante la escasez de crédito para hacerle frente a la inversiones necesarias, muchas empresas chicas o medianas quebraron, lo que llevo a una concentración de la economía en lo poderosos grupos empresarios. El plan Krieger Vasena econtro una fuerte oposición en los gremios. En 1967, la CGT anunció un Plan de Acción. Ante el reclamo sindical, el gobierno le retiró a varios sindicatos la personería gremial, aunque también con algunos sindicatos, los que estaban dispuestos a colaborar, el gobierno todavía negociaba.
La división sindical:
En 1968, en el Congreso convocado para elegir nuevas autoridades, la CGT se dividió entre los dirigentes que se oponían mas firmemente a la política de Ongania y los que colaboraban o negociaban con el gobierno. Los que se oponían mas firmemente a la política de Ongania, dirigidos por Raimundo Ongaro del gremio grafico, constituyeron la CGT de los Argentinos, (CGTA)
que contaban con el apoyo de los grupos de izquierda y al principio con el de Perón.Y los que negociaban o colaboraban con el gobierno, encabezados por Vandor, apoyados por el gobierno, mantuvo en su poder la cede central de la CGT de la calle Azopardo de la capital. La CGTA, entonces sesionó en el local de los gráficos en la avenida del Paseo Colón, y los dos nucleamientos fueron conocidos por los nombres de esas calles. La CGT del Paseo Colón adopto una línea opositora, con la realización de actos de protesta contra la dictadura, que la persiguió hasta disolverla y detener a sus dirigentes en julio de 1969. La CGT de Azopardo, mas negociadora, fue intervenida por el gobierno para su “normalización”. Eso provoco que algunos de sus dirigentes convocasen también a medidas de fuerza. En algunas importantes regiones del interior, como las de Córdoba y Rosario, las dos centrales sindicales comenzaron a coordinar sus acciones en contra de política oficial.
Una oposición creciente:
La oposición al gobierno de Onganía iba creciendo. Muchos empresarios se veían perjudicados por las medidas del plan Krieger Vanesa. Los empleados, asalariados, obreros sufrían el deterioro de sus ingresos al igual que la clase media. Ante esta situación a comienzo de 1969 una serie de manifestaciones estudiantiles iniciadas en el interior del país por la privatización de los comedores universitarios, se unió a los reclamos obreros. Todo esto llevo a movilizaciones populares, que a partir del CORDOBAZO de mayo del 69 enfrentaron abiertamente a la dictadura. (Perón ya había en el 68 a manifestar su oposición a la dictadura, al igual que Frondizi).
El Cordobazo – Mayo de 1969 – Una movilización iniciada por obreros y estudiantes cordobeses, que se convirtió en una rebelión popular contra la dictadura de Onganía, así se inició una serie de protestas similares en muchos puntos del país en los dos años siguientes. A estas manifestaciones se las denomino Puebladas o azos (Cordobazo, Rosariazo, Tucumanazo). Estas manifestaciones ponen fin al proyecto de la llamada Revolución Argentina y buscaron una salida institucional a la crisis.
¿Cómo fue el Cordobazo?
Comenzó el 29 de mayo de 1969, de forma pacifica gran cantidad de empleados, estudiantes, obreros se dirigían al centro de la ciudad de Córdoba. La policía controló los ingresos a la ciudad de los manifestantes, para impedir el ingreso de lo mismos. La muerte a un mecánico Máximo Mena, encendió los disturbios.La mayoría de las columnas eran empleados de las industrias automotriz, trabajadores de luz y fuerza, transporte, de la construcción, ferroviarios, gráficos, administración pública.
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