10 Jul
Discurso: es una acción; es una forma de práctica social entre las personas que se articula a partir del uso lingüístico contextualizado (oral o escrito); es parte y a su vez crea la vida social, constituye las situaciones, los objetos de conocimiento, la identidad social de las personas y la relación de estas con los grupos entre sí. Todos los ámbitos tanto públicos como privados generan prácticas discursivas. El discurso está siempre relacionado con una práctica social dada (discurso jurídico, médico, religioso, antropológico, humorístico, meteorológico, literario, económico, etc.), y por ello son “discursos sociales”.
Discurso/lengua: la lengua, definida como sistema de valores virtuales, se opone al discurso, al uso de la lengua en un contexto particular que restringe estos valores o provoca nuevos. Puede tratarse de: un posicionamiento en un campo discursivo (ej. discurso periodístico); un tipo de discurso (periodístico, administrativo, etc); producciones de una categoría de locutores; una ficción del lenguaje (polémico, compromisivo).
Discurso/género: género: agrupación de textos que suelen cumplir funciones sociales similares y tienen ciertas características formales en común. Género discursivo implica matrices discursivas de comunicación socio-histórica//definidas.
Rostier: “todo discurso está organizado por medio de varios géneros, que corresponden a diferentes prácticas sociales dentro de ese mismo campo” al grado tal que un género es lo que vincula un texto a un discurso. Todo texto tiene que ver con un género, y todo género con un discurso. Las reglas de los géneros no pertenecen al sistema lingüístico estrictamente hablado, sino más bien a otras reglas sociales.
Discurso referido: los discursos son por lo general heterogéneos ya que tiene relevancia el discurso de los “otros” en él. Son situaciones en las que un enunciador hace hablar al otro dentro del discurso propio.
Discurso directo: “estilo directo”. Es una transcripción literal, fiel de la palabra de la otra persona; ruptura de la sintaxis por el uso de “”, cambian los pronombres y los tiempos verbales que se utilizan, (y se suele poner Juan DICE: no soporto a su novia).
Discurso indirecto: no es una cita textual, normalizamos, contamos lo que el otro dice, no hay ruptura de la sintaxis (Juan dice que no soporta a su novia)
Discurso indirecto libre: cito al otro sin aviso previo, no hay marcas como el “dice”. Por ejemplo: si digo las palabras Riquelme está feliz, no son mis palabras, pero sí las reconozco, ya que son propias del saber popular; si no las reconozco no me doy cuenta que es una cita encubierta.
El Texto y su Contexto
Texto: es producto del discurso, del proceso social de producción lingüística, en situaciones específicas, a cargo de los hablantes. No existe siempre una relación 1 a 1, en un mismo texto puede haber varios discursos o modalidades discursivas y viceversa.
Contexto: Von Digh, el contexto es todo lo que es relevante para interpretar el texto. Consta de 3 elementos: el lugar (social, geográfico, etc-), tiempo, y relación entre participantes de la comunicación. Hay 2 tipos de contexto: co-texto (todas las partes del tema anteriores y posteriores, explicación de algo, ej. ambigüedad) y contexto.
Criterios de Textualidad
La cohesión: es la conexión que surge cuando la interpretación de un elemento del texto depende de otro elemento dentro de éste mismo. Es una propiedad que permite que el desarrollo lingüístico de un texto no presente repeticiones innecesarias y no resulte confuso para el receptor. La cohesión es una característica de todo texto bien formado, consistente en que las diferentes frases están conectadas entre sí mediante diversos procedimientos lingüísticos que permiten que cada frase sea interpretada en relación con las demás. La cohesión corresponde a la estructuración gramatical que trae un texto. Sucesión de oraciones, se le asocia a la estructura superficial. En la cohesión lo léxico y gramatical se junta.
La coherencia: es la conexión que produce algo fuera del texto. Este «algo» es habitualmente el conocimiento que se supone que tiene el oyente o lector. La coherencia es una propiedad de los textos bien formados que permite concebirlos como entidades unitarias, de manera que las diversas ideas secundarias aportan información relevante para llegar a la idea principal, o tema, de forma que el lector pueda encontrar el significado global del texto. Así, del mismo modo que los diversos capítulos de un libro, que vistos por separado tienen significados unitarios, se relacionan entre sí, también los diversas secciones o párrafos se interrelacionan para formar capítulos, y las oraciones y frases para formar párrafos.
Intencionalidad: significa que los autores y hablantes deben tener la intención consciente de lograr objetivos específicos con su mensaje y transmitir información o refutar una opinión. Cuando no se asigna ninguna intención, la secuencia de palabras se transforma en el equivalente a una página de palabras al azar, no muy distinta de las prácticas de caligrafía de los alumnos en la escuela primaria.
Aceptabilidad: exige que una secuencia de oraciones sea aceptable para la audiencia destinataria a fin de ser considerada como un texto. Se refiere a la postura del receptor del texto.
Informatividad: es necesaria en el discurso. Un texto debe contener información nueva. Si un lector sabe todo lo que contiene el texto, este no califica como tal. Así, si un lector no comprende lo que está en el texto, este tampoco califica como tal. La información que entrega un texto no es otra cosa que la referencia que hacemos al mundo.
Situacionalidad: es un aspecto esencial para la textualidad. Dice relación con los factores que hacen que un texto sea relevante en una situación comunicativa.
La intertextualidad: significa que una secuencia de oraciones se relaciona por forma o significado con otra secuencia de oraciones.
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