07 Jul

INTRODUCCIÓN

Al acabar la guerra, la intención de Franco fue crear un nuevo Estado fuerte que desterrara toda idea de democracia y en el que había que terminar con el comunismo y con ideas anticatólicas o separatistas. En la zona nacional se había impulsado una honda contrarrevolución social basada en la propiedad, la religión y el orden. Los terratenientes y la burguesía financiera mostraron entusiasmo con esta política. También se sintieron identificados pequeños y medianos campesinos de arraigadas convicciones católicas y sectores diversos de las clases medias urbanas.

DESARROLLO

1.- CARACTERÍSTICAS POLÍTICAS DEL RÉGIMEN

A) Exaltación del líder

El nuevo régimen era un sistema totalitario. Todos los poderes se concentraban en la figura del General Franco. Controlaba el poder ejecutivo (como jefe del Estado y Presidente del Gobierno), el legislativo y el judicial. La exaltación de su persona como caudillo nacional lo situó por encima de todas las tendencias políticas del régimen y hay que añadir una labor de propaganda que resaltaba las virtudes de Franco para evitar cuestionamientos de su poder absoluto.

B) Control de la sociedad

El objetivo político en la posguerra fue eliminar cualquier resto de oposición como garantía de la supervivencia del nuevo régimen. La pena de muerte fue restablecida y algunos españoles conocieron años de reclusión, trabajos forzados, destierros… La libertad de expresión quedará reducida a cero por la Ley de prensa de 1938 y por la censura. Se revisaron los textos escolares y en las escuelas se introdujo la Formación del Espíritu Nacional. Se crearon el Frente de Juventudes, que organizaba campamentos y ciclos educativos de formación política, y la Sección Femenina de FET y JONS, dirigida por Pilar Primo de Rivera, donde se defendía el ideario de la dictadura en relación al papel de la mujer en la sociedad.

C) Principios ideológicos del régimen

La dirección del nuevo Estado la compartían las “familias” del régimen:

  • La aportación ideológica militar fue el patriotismo nacional: concibe España defendiendo la unidad territorial de la patria. Se prohibió el uso de cualquier lengua que no fuese el castellano.
  • La Falange aportó parte de su ideario, sus uniformes azules, sus desfiles, sus himnos, sus banderas y sus emblemas. Defendían un sistema totalitario llamado nacionalsindicalismo inspirado en las teorías del fascismo italiano.
  • La Iglesia apoyó la sublevación militar. Defendía el nacionalcatolicismo, es decir, la defensa de la religión y la moral católica en su versión más tradicional.

D) La estructura del nuevo Estado

Estado autoritario de partido único (el Movimiento Nacional) y cuyo funcionamiento lo iban marcando una serie de Leyes Fundamentales. De las siete Leyes Fundamentales destacamos: el Fuero de los Españoles (1945) que pretendía ser una especie de declaración de derechos y la Ley del Referéndum Nacional (1945) que posibilitaba al jefe del Estado someter a referéndum proyectos de ley elaborados por las Cortes. También la Ley de Sucesión (1947) que establecía el gobierno vitalicio de Franco, declaraba el Estado español como “Reino” y la Ley Orgánica del Estado (1967), recopilación de las Leyes Fundamentales anteriores y que abre la posibilidad de separar los cargos de Jefe de Estado y de Gobierno.

2.- EVOLUCIÓN POLÍTICA DEL RÉGIMEN

a) La España filofascista (1939-1945)

El franquismo estaba ligado ideológicamente a las potencias fascistas durante la II Guerra Mundial. Aunque España se declaró neutral, la posibilidad de obtener ventajas y la presión que ejerció el Eje hicieron que el Caudillo se entrevistara con Hitler en Hendaya en octubre de 1940. Pero Hitler desestimó las exigencias de Franco y éste no entró en la guerra. La victoria de los países aliados representó una amenaza para la estabilidad del franquismo, que quedó aislado. La ONU rechazó la entrada de España y recomendó a todos los países que retirasen a sus embajadores. Incluso D. Juan de Borbón insistió en su política de restauración monárquica y emitió su Manifiesto de Lausana en 1945. Desde el punto de vista económico los años 40 fueron de crisis. La política económica se basará en el intervencionismo y la autarquía. El Estado franquista quiso controlar la economía. El resultado fue el desabastecimiento de alimentos, lo que obligó a mantener cartillas de racionamiento hasta 1951 y un gran gasto público.

b) La España pro-occidental (1945-1957)

Se disminuyó el peso de los falangistas a favor de los sectores católicos. Cuando se desata la etapa de la Guerra Fría entre las potencias occidentales y la URSS y sus aliados, España se convirtió en un fiel aliado contra el comunismo. En 1950 España es admitida en la FAO y la UNESCO; la ONU recomienda la vuelta de los embajadores a Madrid; en 1953 España firma un Concordato con la Santa Sede y un tratado bilateral con Estados Unidos que le permitía establecer bases militares a cambio de que España recibiera ayuda económica.

c) La España desarrollista (1957-1975)

A finales de los 50 llegaron al gobierno hombres procedentes del Opus Dei, los tecnócratas, que completarían el camino de liberalización económica. Eran técnicos cuyo objetivo fue justificar el régimen por sus resultados económicos. Se intentó hacer atractiva la inversión extranjera en nuestro país a través del Plan de Estabilización de 1959. Esto trajo una estabilización de los precios, pero un aumento del paro. Se producirá la emigración de españoles a la Europa en desarrollo. En industria, gracias a la inversión extranjera y a la tecnología importada, aumentó el peso de la producción de bienes de equipo, y esto hizo crecer la productividad, los salarios y la industria de bienes de consumo.

CONCLUSIÓN

El desarrollo favoreció una contradicción entre una sociedad progresivamente más moderna y un régimen que se resistía a cambiar. La apertura al exterior, hizo que los españoles aspiraran a un sistema de libertades democráticas. Desde dentro del sistema, toda una nueva generación de jóvenes que no habían vivido la Guerra Civil empezó a participar en política introduciendo un aire de renovación. Desde fuera, hay un aumento de los frentes de oposición al régimen imparable. Ante esto, el franquismo se mantendrá en una postura inmovilista. Pero las circunstancias que se dan a partir de 1973 empiezan a indicar que con la muerte de Franco morirá también el régimen.

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