31 Dic

Primera Etapa del Franquismo (1939-1959): Totalitarismo y Autarquía

El 1 de abril de 1939, Francisco Franco emitió el último parte militar en el que se comunicaba al país el final de la Guerra Civil. El franquismo tuvo dos etapas claras. La primera (1939-1959) se caracterizó por el totalitarismo político y la autosuficiencia económica. La segunda (1959-1975) por el desarrollismo económico, pero manteniendo el inmovilismo político. El rasgo común de los dos periodos fue el control absoluto del poder político por parte de Franco.

Franco creó un nuevo Estado, caracterizado por:

  • Dictadura personal, entre lo militar y lo católico, concentrando los poderes en la figura del dictador (Jefe de Estado, Presidente del Gobierno, Jefe Nacional de la FET y de las JONS (partido único), Generalísimo de los Ejércitos). Todo estaba subordinado a la voluntad del Caudillo (caudillismo).
  • Supresión de libertades y derechos de todo tipo, junto con el sufragio.
  • Inexistencia de partidos, salvo el Movimiento Nacional.
  • Profundo antiparlamentarismo: el parlamento pasó a ser unas “Cortes Orgánicas” en las que la representación era la familia, el municipio y el sindicato, constituyendo la “democracia orgánica”, dejando a un lado la pluralidad política.
  • A todo lo anterior se añade un profundo anticomunismo.

El franquismo sustentó su poder en tres pilares: civil, militar y eclesiástico, cada uno de ellos aportando su ideología.

  • El Ejército, columna vertebral del sistema, cuya aportación ideológica fue el nacionalismo, basado en la defensa de la integridad territorial de la patria, y en la defensa de valores conservadores.
  • La Falange “FET y de las JONS”, de ideología antiliberal, antimarxista y antidemocrática, además de la memoria de su líder José Antonio, al que convirtió en mito. Propició el “nacionalsindicalismo”, basado en el fascismo italiano, que establecía un partido político y un sindicato único (Sindicato Vertical), eliminando la lucha de clases. Encargados del control ideológico de la sociedad mediante la organización del Frente de Juventudes, el SEU (sindicato de estudiantes universitarios) y la Sección Femenina, impusieron una rígida censura sobre las actividades lúdicas, sociales y culturales.
  • Tras la depuración de docentes, se impuso el control del sistema educativo con la materia FEN (Formación del Espíritu Nacional).
  • La Iglesia Católica apoyó a los sublevados. Franco dejó en sus manos la educación y el control religioso y moral de la sociedad. España se convirtió en un Estado confesional, el “nacionalcatolicismo”, en el que la Iglesia colaboró legitimando la dictadura.

Dentro del franquismo, además de estas instituciones, se encontraban las “familias políticas”, grupos de apoyo que ganaban o perdían poder a lo largo de la dictadura: monárquicos, tecnócratas, católicos y franquistas puros. Cada una de estas familias aportaba sus ideas y solo les unía su fidelidad al Caudillo. Franco jugaba entre ellas, nunca daba el poder en exclusividad, ni las excluía en su totalidad.

La dictadura fue un fenómeno de masas, bien por acción o por pasividad. Estuvo respaldada por los grupos sociales conservadores: grandes terratenientes, empresarios industriales, financieros y medianos propietarios de tierras. Las clases medias y bajas se acomodaron a la dictadura, como una mayoría silenciosa, hasta los años 60 y 70.

Carente de Constitución, el régimen se institucionalizó a través de unas “Cortes Orgánicas”, cuyos miembros eran designados por el poder. Pretendiendo dar una imagen de legalidad, promulgó las Leyes Fundamentales, leyes de máximo rango. Fueron siete en total: Fuero del Trabajo, Ley de Cortes, Fuero de los Españoles, Ley de Referéndum Nacional, Ley de Sucesión a la Jefatura de Estado, Ley de Principios del Movimiento Nacional y Ley Orgánica del Estado. Realmente definían un Estado autoritario y personalista, en el que se penalizaba y represaliaba al ejército de los más elementales derechos y libertades (los partidos políticos y los sindicatos de clase estaban prohibidos).

En el plano territorial, el país se estructuró en municipios y provincias al frente de alcaldes y gobernadores civiles (Movimiento Nacional), nombrados por Franco, y desde el punto de vista militar, los Gobernadores Militares al frente de las Capitanías Generales.

El 20 de noviembre de 1975 murió Franco. Se aplicó la Ley de Sucesión, sucediéndole en la Jefatura del Estado Juan Carlos de Borbón, aunque el camino hacia la democracia era ya inevitable.

Segunda Etapa del Franquismo (1959-1975): Desarrollismo Económico e Inmovilismo Político

En 1959 comenzó la segunda etapa de la Dictadura, basada en una reorientación de la política económica hacia la liberalización de la economía de mercado capitalista. Franco nombró a ministros tecnócratas para lograr el desarrollo económico y el industrialismo. Durante esta etapa el Franquismo entró en una contradicción interna: “desarrollismo” económico, frente a inmovilismo político.

El Plan de Estabilización de 1959 y el «Milagro Económico Español»

El Plan de Estabilización de 1959 fue un conjunto de duras medidas de reajuste económico para liberalizar la economía y lograr la integración en la economía europea, bases del desarrollo económico desde la década de los 60. Las medidas más significativas fueron: reducción del gasto público, con restricciones en créditos y congelación de los salarios. Esto obligó a devaluar la peseta, dando facilidades a las empresas extranjeras.

El crecimiento económico se basó en la expansión industrial y en la construcción, arrastrando al sector agrícola, además de la expansión del sector servicios, en concreto el turístico que, junto a la emigración, generó una balanza de pagos positiva, clave en el desarrollismo español.

Se elaboraron Planes de Desarrollo cuatrienales, se inició un desarrollo acelerado basado en “indicar” objetivos para la industria. Uno de los aspectos más destacables de estos Planes fue la creación de los polos de desarrollo, para alcanzar un desarrollo equilibrado. Estas medidas fueron utilizadas propagandísticamente por el Régimen, calificándolas como “el milagro económico español”, pero los objetivos económicos no se cumplieron.

Se construyó un tejido industrial acelerado, que provocó un éxodo rural y, a su vez, un aumento de los salarios agrícolas por la falta de mano de obra. Este hecho conllevó al impulso de la agricultura. El sector servicios fue el verdadero motor de la economía: miles de europeos acudían a España por los bajos precios y excelentes condiciones. El eslogan “Spain is different”, la amplia oferta de sol y playa e infraestructura hotelera en rápida expansión.

Sus tres fuentes de ingresos esenciales, todas de origen externo, colocaron a España en fuerte dependencia: la inversión de capitales extranjeros en España, las remesas de los emigrantes y la entrada masiva por el turismo extranjero.

Consecuencias Sociales y Económicas del Desarrollismo

Se originaron grandes desequilibrios regionales, una parte de la población activa tuvo que emigrar al extranjero; la migración interior a través del éxodo rural generó un crecimiento urbano rápido y desordenado (barriadas, barrios periféricos). La dependencia del exterior en tecnologías, energía y capitales, con un sistema insuficiente de prestaciones y servicios sociales (sanidad, jubilados y desempleados).

El desastre ecológico y la despreocupación por el medio ambiente relacionados con el desarrollo del turismo, sin ningún tipo de planificación. La economía comenzó a presentar dificultades, a partir de 1973 con la crisis del petróleo.

Estas transformaciones dieron lugar a cambios de la estructura social. Hubo un considerable incremento demográfico producto del “baby boom” por las políticas natalistas del Régimen. La España agraria, rural y tradicional dejaba paso a una España industrial, urbana y moderna, similar a los países de Europa occidental. El sector primario disminuyó, con una población activa cada vez menor, con el aumento del sector industrial y el sector servicios. Con predominio de las clases medias urbanas, el aumento de los salarios y de la renta per cápita elevó el nivel de vida, provocando una sociedad de consumo.

La Ley de Bases de la Seguridad Social (1963) garantizaba asistencia médica gratuita, pensiones de jubilación y otras prestaciones, aunque insuficientes. La Ley General de Educación de Villar Palasí ampliaba la escolarización obligatoria (EGB), lo que disminuyó el analfabetismo.

La forma de pensar de los españoles también se transformó. El contacto con los turistas extranjeros, la vida urbana y la televisión (pese a la censura y manipulación), cambió hacia una concepción del mundo más abierta y tolerante; buscaban una inspiración cultural en Europa (modo de vestir, música, pensamiento). España se volvió más laica, la mujer se incorporó al mercado laboral y a los estudios universitarios y las nuevas generaciones exigían libertad política.

Crisis del Franquismo y Oposición Política (1970-1975)

A comienzos de la década de los 70, el debate político se polarizó en torno a la continuidad de la dictadura. El enfrentamiento entre los reformistas y los inmovilistas (Búnker) provocó una crisis de gobierno en 1973 que Franco resolvió formando un nuevo Gobierno, en el que separaba por primera vez la Jefatura del Estado y la del Gobierno, cargo que asumió Carrero Blanco, que practicó un “giro a la derecha”, que aseguraba el “franquismo después de Franco”. Sin embargo, en diciembre de 1973, el presidente Carrero Blanco moría en Madrid víctima de un atentado de ETA. El sucesor político de Carrero Blanco fue Carlos Arias Navarro, quien formó gobierno en enero de 1974, con predominio de franquistas puros. No obstante, en un discurso ante las Cortes pretendía adoptar una vía aperturista al declararse partidario de ciertas reformas (“espíritu del 12 de febrero”), pero el Búnker no lo iba a aceptar. Tras un recordatorio, Franco exigió a Arias Navarro que se olvidara de la apertura. El cambio terminaba ante la falta de apoyos al régimen (búnker), y el Gobierno de Arias optó por endurecer la represión contra cualquier protesta.

El notable crecimiento económico de España en 1960 manifestó una gran dependencia del exterior tecnológica y energética. En 1973, la crisis del petróleo originó graves desajustes y un aumento de la inflación, afectando la inversión extranjera y el turismo. Las remesas de los emigrantes dejaron de llegar, el desempleo aumentó y la economía española colapsó.

Distanciamiento de la Iglesia y el Ejército

Dos pilares del régimen comenzaron a dar señales de distanciamiento: la Iglesia Católica y un sector del Ejército. Se produjo un conflicto entre el régimen y la Iglesia, cuando el obispo de Bilbao defendió el derecho del pueblo vasco a su identidad. Esto supuso un grave enfrentamiento entre la Iglesia más aperturista y el franquismo. Los sectores más progresistas de la Iglesia Católica, con sacerdotes de zonas obreras, proponían un cambio hacia la democracia. Del seno del ejército surgió una minoritaria Unión Militar Democrática (UMD), aunque fue inmediatamente desarticulada.

Intensificación de la Oposición

Los grupos de la oposición política intensificaron sus protestas frente al régimen. En 1974, por iniciativa del PCE (comunistas), se constituyó en París la Junta Democrática de España, que integraba a partidos de izquierda y la derecha democrática, en un programa democrático común para salir de la dictadura. El PSOE, en 1975 en Francia, celebró un congreso, con el nuevo liderazgo de Felipe González.

Condena Internacional al Régimen Franquista

Este texto, de carácter político, es una fuente primaria y pública. Sus autores son los miembros de la Asamblea de la Organización de las Naciones Unidas, institución supranacional creada en 1945, tras finalizar la II Guerra Mundial, con el objeto de propiciar la paz y las relaciones internacionales. La presente resolución tiene un destino general, emitida para todos los países miembros, y un destino particular, el régimen del General Franco. Su cronología es en el año 1946, un año después de la victoria aliada en la II Guerra Mundial.

La condena de la Asamblea General de la ONU al régimen del general Franco se basa en dos argumentos expuestos en los puntos A y B del texto. El primero (A), el carácter fascista del régimen, implantado con la ayuda de la Alemania nazi y la Italia fascista. Efectivamente, la exaltación de Franco como “caudillo”, líder indiscutido e indiscutible, y la ayuda militar y económica recibida de Alemania y de Italia durante la guerra, fueron fundamentales para su implantación por la fuerza al pueblo español.

El segundo argumento (punto B) denuncia la ayuda que Franco prestó a las potencias del Eje (División Azul, entre otras), tomando posiciones poco claras durante la guerra, como la neutralidad o la no beligerancia.

En los tres últimos párrafos, la Asamblea recomienda el aislamiento del régimen franquista y la no pertenencia del mismo a las organizaciones internacionales creadas por la ONU hasta la implantación en España de un gobierno democrático. Incluso podemos entender la posibilidad de llevar a cabo otro tipo de medidas. Termina con un llamamiento a la retirada “de embajadores en Madrid”.

Aislamiento Internacional y sus Consecuencias

Aunque el régimen, una vez más, supo rentabilizar esta resolución que sirvió para avivar los sentimientos patrióticos y Franco lo utilizó en beneficio propio, haciendo responsable a una “conspiración internacional dirigida por la URSS”, pero las consecuencias negativas de esta fueron importantes para el país, sometido a un aislamiento internacional. Francia cerró sus fronteras, España no pudo acogerse a las ayudas norteamericanas del Plan Marshall para la reconstrucción de Europa y solo cinco países mantuvieron sus embajadores en nuestro país, pues el resto de países retiraron de inmediato a embajadores y diplomáticos.

Se impuso un sistema económico autárquico acorde a las ideas del régimen, que se convirtió en un auténtico fracaso, alargando la posguerra con grandes y graves carencias, miserias y cartillas de racionamiento.

El Fin del Aislamiento y la Guerra Fría

Los objetivos de la ONU no se pudieron llevar a cabo ya que la división del mundo en dos bloques enfrentados y el comienzo de la Guerra Fría dieron lugar a un replanteamiento de la política occidental; Franco pasó a ser considerado un luchador frente al comunismo, por lo tanto, “amigo”, y España un espacio defensivo liderado por los Estados Unidos.

Al mismo tiempo, el régimen fue cambiando paulatinamente, en una “operación maquillaje”, eliminando posturas fascistas.

Fue a partir de 1953, con la firma del Concordato con la Iglesia y de los convenios con los EE. UU. (se establecieron en territorio español bases militares norteamericanas), cuando se puso fin a ese aislamiento internacional y se permitió la entrada de España a la ONU.

La implantación del Plan de Estabilización Económica (1959), abriendo España a las inversiones extranjeras y generando un crecimiento económico, se denominó “desarrollismo”. La visita a España del presidente Eisenhower en 1959 selló esta etapa y dio lugar al comienzo de otra, en la que Franco, aliado contra el comunismo, fue respaldado por los Estados Unidos y, por ende, por los demás aliados occidentales (aunque no se le permitió entrar en el Mercado Común Europeo).

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