21 Jul
3.1. La oposición a la dictadura: principales grupos y evolución en el tiempoLa oposición antifranquista estuvo protagonizada por grupos de ideología variada, aunque con el liderazgo indiscutible del PCE. A pesar de su heterogeneidad, la oposición coincidía en el restablecimiento de un régimen democrático y descentralizado. La respuesta del régimen fue siempre la misma: la represión.La oposición a la dictadura comenzó desde el final de la Guerra Civil, y evoluciónó a lo largo de toda la etapa adatándose a las circunstancias.• La posguerra: el régimen desató una durísima represión para asentar las bases del nuevo Estado y liquidar cualquier intento de disidencia. Miles de españoles fueron encarcelados y fusilados bajo la cobertura de sucesivas leyes represivas(citadas en lapágina 2). Ello explica que los primeros años de la dictadura la oposición antifranquista en el interior se limitara a sobrevivir. La situación cambió en 1944, con el retorno de republicanos que habían combatido contra los nazis en la Resistencia francesa, que reforzaron las partidas guerrilleras (maquis) organizada por el PCE (y la CNT en Cataluña). Su principal acción fue la fracasada invasión del Valle de Arán.En el exterior la oposición intentaba obtener el apoyo de las democracias occidentales: por un lado, el Gobiernorepublicano en el exilio denunciaba el totalitarismo del nuevo Estado y reclamaba la restauración de la democracia. Por otro lado, los monárquicos encabezados por el primogénito de Alfonso XIII, D. Juan de Borbón, reivindicaban el restablecimiento de una monarquía constitucional (Manifiesto de Lausana).Los años 50 y los 60: se llevó a cabo una reorganización de la oposición. El PCE renunció a la lucha armada (disolución del maquis),concentró sus esfuerzos en reivindicaciones pacíficas de masas(huelga de tranvías de Barcelona en 1951, revuelta universitaria de Madrid en 1957), y en 1956 hizo un llamamiento a la reconciliación nacional. En los años 60 el PCE fundó el sindicato clandestino Comisiones Obreras (CC.OO.) que lideraría en los siguiente años las reivindicaciones obreras (huelga de mineros de Asturias, 1962).En 1962 se celebró la Conferencia de Múnich, congreso europeísta en el que participaron todos los partidos políticos españoles democráticos excepto los comunistas. También en esta época se reactivó el nacionalismo periférico vasco y catalán, a la vez que nacía la organización independentista vasca ETAque pronto se inclinaría por la estrategia violenta (terrorismo). El régimen respondíó a todo ello incrementando la represión: creación del Tribunal de Orden Público, que juzgaba delitos políticos, y declaración del estado de excepción en los momentos de máxima tensión.Final del franquismo: las contradicciones del desarrollismo (que generó transformaciones sociales y un auge de la economía que no se acompañó de libertades políticas) provocaron el aumento y diversificación de la oposición. El PCE y CC.OO.eran las organizaciones hegemónicas de la oposición: lideraron la lucha obrera y sindical (las huelgas se multiplicaron con el inicio de la crisis económica), las protestas estudiantiles (que provocaron el cierre periódico de universidades y huelga de profesores no numerarios) y los conflictos vecinales (que cobraron fuerza en las barriadas de las grandes ciudades).En este periodos surgieron pequeños grupos monárquicos de tendencia liberal o democristiana. Lideradas por personalidades procedentes del régimen marginadas por su aperturismo. También, a principios de los 70, nacieron las organizaciones terroristas de izquierda radical (FRAP, GRAPO).A partir de los 60 aparecíó la disidencia dentro de dos instituciones que habían sido el soporte del régimen, la Iglesia y el Ejército, circunstancia que preocupó e indignó a unas autoridades incapaces de entender los cambios sociales producidos. Tras el Concilio Vaticano II, una parte de la Iglesia católica se distanció del régimen: el clero catalán y vasco se acercó al nacionalismo, mientras que un sector creciente de sacerdotes militaban e sindicatos obreros. Paralelamente, un pequeño grupo de oficiales fundó el Ejército la UMD (Uníón Militar Democrática), que a pesar de su carácter minoritario alarmó a las autoridades, especialmente tras la Revolución de los claveles portuguesa.
En 1975 el deterioro de la salud de Franco animó a la oposición democrática a unirse en torno a dos grupos: La Junta Democrática (liderada por el PCE de Santiago Carrillo
) y la Plataforma Democrática (liderada por el PSOE de Felipe González
).
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