22 Oct
El Liberalismo Político: Origen, Evolución e Influencias
El Surgimiento del Liberalismo
El nuevo régimen de producción capitalista se dio a finales del siglo XVIII y principios del XIX tras la desaparición del feudalismo. Este régimen se caracteriza porque la burguesía se convierte en la clase social dominante, introduciendo nuevas costumbres y mentalidad. Crea una nueva concepción de la sociedad, llamada liberalismo, que se basa en la democracia y la libertad del hombre en varios aspectos: económico, político y cultural.
Debemos distinguir dos tipos de liberalismo:
- Liberalismo económico: Doctrina que defiende la no intervención del estado en la economía, ya que postula que el equilibrio económico se establece automáticamente por el libre juego de las leyes de la oferta y la demanda.
- Liberalismo político: Doctrina que defiende el establecimiento del estado liberal basado en los principios de soberanía nacional, división de poderes y existencia de una constitución.
Antecedentes del Liberalismo Político
El liberalismo político tiene sus antecedentes en una serie de filósofos del siglo XVII y principios del XVIII, que sentaron las bases de esta corriente. Estos pensadores fueron:
John Locke
Locke fue el que más influyó en los pensadores del liberalismo político. Su obra titulada “Tratado sobre el Gobierno Civil”, recoge su concepción del significado de sociedad política o estado. Para Locke, antes de formarse la sociedad existía una situación original llamada estado de naturaleza, donde los hombres tenían derechos naturales tales como el derecho a la vida, la libertad y a la propiedad.
En un determinado momento de la evolución social, las relaciones entre los componentes de la sociedad se vuelven complejas y es necesario crear un pacto entre los miembros para asegurar el goce de esos derechos básicos. Por ello, los hombres delegan en la autoridad una parte de sus derechos naturales. De este modo, la autoridad que se forma consiste en un estado limitado, que no es más que la esencia o base de la concepción liberal del estado.
Montesquieu
Montesquieu, en su obra “El espíritu de las leyes”, formula la teoría de la división de poderes. Afirma que en todo régimen político existen tres funciones básicas:
- Crear derecho.
- Solucionar los conflictos que se susciten en la interpretación de las normas generales.
- Ejecutar y aplicar las normas garantizando el orden público y defendiendo a la sociedad frente a posibles ataques extranjeros.
Montesquieu advierte que si esas funciones las realiza un único órgano, todo está perdido ya que “el poder tiende al abuso de poder”. Por ello, como solución formula la teoría de la división de poderes, según la cual en todo sistema político deben existir tres poderes independientes e iguales entre sí: el poder legislativo, judicial y ejecutivo.
Jean-Jacques Rousseau
Rousseau, en su obra “El Contrato Social”, formula una teoría sobre la soberanía popular, partiendo de la idea de que existe una etapa anterior al establecimiento de las sociedades políticas; etapa que él denomina estado de naturaleza. Esta etapa inicial se supera y se llega a la sociedad política mediante la celebración de un pacto.
La diferencia entre Rousseau y Locke radica en que para Locke los hombres mediante ese pacto delegan algunos derechos conservando aún así derechos innatos, mientras que para Rousseau el hombre recupera automáticamente lo que cede ya que lo que entrega tiene por objeto crear la voluntad general. Así nace la idea de soberanía popular que reside en el pueblo.
El Liberalismo en Inglaterra
A partir de estos postulados básicos, el liberalismo se desarrolla de forma distinta según la época y los países. En Inglaterra, destacan dos representantes del liberalismo político:
Jeremy Bentham
Bentham, en 1789, escribe su obra “Introducción a los Principios de la Moral y la Legislación”, donde parte de un principio básico llamado principio de la mayor felicidad. Según este principio, las acciones y actos son buenos y adecuados en la medida en que tienden a promover la mayor cantidad de felicidad para el mayor número de personas posible. Bentham extrae este principio del mundo de la moral y lo aplica en la política. Para Bentham, la función de un estado debe ser la de promover el principio de mayor felicidad a un gran número de personas.
Para lograr esto, Bentham propone una serie de reformas políticas:
- Reconocimiento del sufragio universal masculino.
- Renovación anual del parlamento.
- Garantía del voto secreto.
Con esto, busca eliminar el dominio de las clases sociales dominantes y permitir la entrada en el juego político de otros grupos sociales más desfavorecidos.
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