01 Nov

El Manifiesto de los Persas y la Restauración del Absolutismo en España

Localización y Clasificación

El texto que se nos presenta es un fragmento del llamado «Manifiesto de los Persas». Este documento se sitúa en el contexto histórico posterior a la derrota de José Bonaparte en la Guerra de la Independencia y la entronización de Fernando VII tras el Tratado de Valencay (diciembre de 1813). Se trata de un texto histórico primario, cuyo contenido se deriva directamente de los acontecimientos con los que se relaciona. De contenido político y destinado a ganarse la voluntad del rey Fernando VII, sus autores fueron los persas, un grupo de 69 diputados (34 de los cuales eran eclesiásticos) «serviles» partidarios del absolutismo en las Cortes ordinarias que se reunieron en Madrid tras la derrota de José I Bonaparte. Aunque el texto tenía carácter de carta o misiva particular al nuevo rey, Fernando VII (1814-1833), es evidente su trascendencia pública.

Análisis

En este texto se nos plantea el deseo de la nobleza y el clero absolutistas de que vuelva el Antiguo Régimen tras el episodio liberal gaditano. En defensa de lo que no dejaba de ser un auténtico golpe de Estado respecto a la legalidad vigente (la emanada de las Cortes de Cádiz), los firmantes sugieren contar con el apoyo incondicional del pueblo, que según ellos contempla a Fernando VII como el deseado. Tras la metafórica alusión histórica que da nombre al manifiesto, el texto manifiesta una encendida loa de la monarquía absoluta, tanto por antigüedad y origen («obra de la razón y de la inteligencia») como por su necesidad para el buen gobierno. De la que se desprende la necesidad de abolir «los decretos dictados en Cádiz», suspendiendo su obra legislativa y la Constitución, para mantener la legislación tradicional, es decir, «leyes, fueros» y la celebración de unas cortes estamentales convocadas en la forma en que se celebraron las antiguas.

Contextualización

Como ya se ha comentado, este texto es un documento que coincide con el comienzo del reinado de Fernando VII a su vuelta a España en 1814. Recibido con entusiasmo, el Rey pronto manifestó cuáles eran sus intenciones respecto a los cambios acaecidos en el país en su ausencia. Para ubicar correctamente el texto hay que remontarse a la Guerra de la Independencia (1808-1814), conflicto bélico librado en España que tuvo una doble vertiente: por un lado, la lucha contra la dominación francesa en nombre de Fernando VII; por otro, una pugna entre dos sistemas políticos, el viejo absolutismo y la nueva ideología liberal, que no se había producido nunca con anterioridad. El curso de la guerra acompañó a la progresiva implantación del liberalismo con la formación de Juntas emanadas del Pueblo, la formación de las primeras Cortes liberales de la historia de España en Cádiz, y la aprobación de una Constitución por parte de esas Cortes.

El problema, a partir de entonces, fue la división entre absolutistas y liberales que existía en España tras la experiencia liberal de Cádiz. Unos y otros esperaban contar con el favor del rey: mientras los liberales confiaban en el acatamiento real de las medidas adoptadas por la Nación española durante la guerra, los absolutistas hicieron saber a Fernando VII su apoyo para reinstaurar la monarquía absoluta, una vez había concluido el periodo de anarquía bélica y política de la guerra contra el francés. Esto es precisamente lo que refleja el fragmento seleccionado y en esa coyuntura cabe ubicar el texto. Conocido el apoyo de militares tan importantes como el general Elio, y el respaldo de los firmantes del Manifiesto que analizamos, el rey decidió (4 de mayo en Valencia) y dictó un Real Decreto por el que suprimía las Cortes, declaraba nula toda su actuación y, por consiguiente, abolía la Constitución y toda la legislación realizada por la Cámara. El 10 de mayo entraba el Rey en Madrid, aclamado por una población que seguía viendo en él a un auténtico salvador.

Importancia del Texto

El Manifiesto de los Persas es un símbolo de la pugna entre dos sistemas políticos: el absolutismo y el liberalismo. Pugna que se dio en muchos países europeos a finales del siglo XVIII y principios del XIX y que concluiría con el destierro definitivo del primero. En España, la Guerra de la Independencia significó los inicios del liberalismo, pero no su consolidación, pues documentos como este Manifiesto ponen de relieve la influencia que los absolutistas tenían todavía políticamente. Así, Fernando VII restauraría la monarquía absoluta en cuanto regresó a España en 1814, y el resto de su reinado sufriría esa pugna política entre ambos sistemas (absolutismo en 1814-20 y 1823-33 y liberalismo en 1820-23). La muerte del «Deseado» en 1833 enterraría definitivamente el absolutismo en la historia de España y pondría en marcha los procesos conducentes a la creación del Estado liberal, aunque el movimiento gaditano mantendría vivas esas ideas, si bien de manera cada vez más marginal.

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