22 Jun

El Método Cartesiano: Ideal Matemático de Certeza, Duda Metódica y Criterio de Verdad

Conocidas las dos operaciones básicas de la razón y su modo propio de conocer, Descartes define el método como “reglas ciertas y fáciles, mediante las cuales el que las observe exactamente no tomará nunca falso por verdadero, y, no empleando ningún esfuerzo de la mente, sino aumentando su ciencia, llegará al conocimiento verdadero”. Descartes muestra interés por las matemáticas, el resto de enseñanzas las considera confusas y falsas. Deja claro que la verdad no se tiene acumulando ideas verdaderas, ni son garantía de verdad la antigüedad de un saber, para Descartes la única garantía de verdad es el método y solo encuentra verdad en las matemáticas. Se inspira en la lógica, el análisis matemático de los antiguos y el álgebra de los modernos. La idea de un único método es importante porque se convierte en una idea central del sistema cartesiano. Descartes nos afirma que la razón es única y por tanto debe haber un único método para alcanzar la sabiduría. En general, Descartes defiende la idea de una acción unificada y universal, fundada en la razón y en la unidad del método de inspiración matemática. Descartes formula los cuatro preceptos en los que finalmente ha resumido sus análisis y reflexiones sobre el método de las matemáticas y su aplicabilidad a la filosofía.

Los Cuatro Preceptos del Método Cartesiano

  1. Evidencia: Hay dos elementos importantes de este precepto. En primer lugar, evitar la precipitación y la prevención. La precipitación es aceptar como evidente lo que es confuso y oscuro y la prevención es el error contrario, no aceptar como evidente aquello que es claro y distinto. En segundo lugar, formula el criterio de verdad estableciendo la claridad y la distinción como características de las ideas o naturalezas simples, que son obtenidas por medio de la intuición. La claridad es la nítida presencia de un conocimiento en la mente y la distinción el hecho de estar perfectamente separado de todo lo demás.
  2. Análisis: Nos propone el análisis de los problemas hasta reducirlos a las ideas simples claras y distintas por la intuición.
  3. Síntesis: Nos explicita con claridad la vía de la deducción, en este proceso de la síntesis es donde interviene el segundo modo del conocimiento, la deducción es una cadena ordenada de evidencias que parte de las ideas claras y distintas para llegar al conocimiento de lo más complejo de los principios.
  4. Enumeración: Tanto del análisis como de la síntesis mediante el recuento se hace la prueba del análisis y mediante la revisión es la de la síntesis la pretensión final de estas enumeraciones es extender la evidencia de la intuición a la deducción.

La Duda Metódica

La sola posibilidad de dudar ya será motivo suficiente para que una opinión o creencia que hasta este momento hayamos considerado verdadera quede rechazada, este primer paso se denomina duda metódica, porque es resultado de la aplicación del primer precepto del método, no admitir jamás ninguna cosa como verdadera en tanto no la conociese con evidencia, esta duda no debe ser considerada como real sino como un instrumento metódico para alcanzar su objetivo.

Motivos de la Duda Metódica

  1. La duda sobre la fiabilidad de los sentidos: Los sentidos nos ponen en contacto con el mundo material y un conocimiento de cosas que solemos aceptar como verdaderas, pero también sabemos que a veces los sentidos nos engañan. Existe un gran número de ilusiones y alteraciones, estos son hechos innegables, las experiencias del engaño no se han de llevar a concluir que el conocimiento proporcionado por los sentidos es probable y lo probable no es lo absolutamente verdadero, por el contrario, lo probable es dudoso.
  2. La dificultad de distinguir la vigilia del sueño: A veces tenemos dificultad para distinguir el sueño de la vigilia, tenemos sueños tan vivos que lo sentimos como reales y solo al despertar descubrimos que era un sueño, no solo debemos dudar de que las cosas sean como las vemos, sino de la misma existencia de las propias cosas.
  3. La hipótesis del genio maligno: La duda no se ha llevado a dudar del conocimiento proporcionado por los sentidos, pero Descartes añade un tercer motivo de duda aún más radical, la denomina duda hiperbólica, la hipótesis del genio maligno, es una hipótesis generadora de duda, afecta a las verdades matemáticas, las verdades que son consideradas como evidentes y absolutamente ciertas.

Criterio de Verdad

La primera certeza absoluta, de la existencia del sujeto que piensa, verdad que resiste toda duda por muy radical que sea, incluso es inmune a la hipótesis del genio maligno. Descartes: “Todo lo que pienso puede ser falso estoy convencido de que nada existe, incluso que las consideradas verdades matemáticas son errores provocados por un genio engañador, pero de lo que no cabe duda alguna es del hecho de que yo dude de que yo pienso”. Esta primera verdad no solo nos informa de la existencia del sujeto, sino que también aporta conocimientos sobre que no puede afirmar que sea un cuerpo otra cosa, porque la vida lo ha demolido, sólo se puede afirmar que es pensamiento. Una percepción puede ser clara y no distinta, sin embargo, si es distinta debe ser clara.

tinta debe ser clara.

Deja un comentario