02 Feb
Toda la teoría del conocimiento de Descartes se centra en el problema del método. En la escolástica, el objeto de conocimiento determina el método a través del cual se estudia ese objeto de conocimiento, de manera que cada ciencia tiene su método. Sin embargo, para Descartes solo existe una razón universal que también es universal en su aplicación, por lo que existe un saber único y universal que unifica todos los saberes. Descartes denomina este saber como mathesis universalis.
La Mathesis Universalis y el Método Deductivo
La mathesis universalis puede servir de base para un método de conocimiento universal, que estará basado en las matemáticas. El método que siguen las matemáticas es el método deductivo que tiene tres componentes:
- Una verdad evidente.
- Teoremas, es decir, proposiciones derivadas de la verdad evidente.
- Reglas de derivación, que sirven para pasar de las verdades evidentes a los teoremas.
Estos tres componentes son posibles gracias a las fuentes de conocimiento. La primera de estas fuentes de conocimiento es la intuición, que se da cuando captamos inmediatamente naturalezas simples. Además, no tiene posibilidad de error, por lo que se utiliza para encontrar las verdades evidentes. La otra fuente de conocimiento es la deducción, que es una serie encadenada de intuiciones. Una deducción implica una serie de reglas lógicas que permiten derivar nuevas verdades desde la verdad evidente.
Las Reglas del Método Cartesiano
El método es un conjunto de reglas fáciles y ciertas que permiten tener un conocimiento siempre verdadero, que irá incrementándose de manera gradual a través de la deducción y nos permitirá un conocimiento de todo lo que es capaz. La primera de estas reglas es la evidencia, que consiste en encontrar una verdad de la que no se puede dudar, es decir, aquello que es evidente y, por lo tanto, es claro, ya que se percibe directamente y sin dudas, y distinto, ya que se pueden distinguir los elementos que forman parte de lo que percibes. Otra de las reglas es el análisis, que consiste en dividir las dificultades en sus partes constitutivas. Este proceso tiene como límite las naturalezas simples, que son aquello que se capta mediante la intuición y no se puede dividir más. La síntesis consiste en conducir ordenadamente mis pensamientos a través de la deducción desde las naturalezas simples. Y finalmente, la enumeración o revisión, que consiste en enumerar y revisar todos los elementos del proceso para asegurarse de no omitir nada.
La Duda Metódica: El Camino Hacia la Verdad Indubitable
El primer paso del método para encontrar una verdad cierta e indudable y fundamentar el edificio del conocimiento es la duda metódica. Esta es metódica ya que sigue el método. Además, no es escéptica, por lo que busca una verdad. Para ello, duda de todo lo que se puede poner en duda, pero esto lo hace como inicio de la argumentación de la búsqueda de un fundamento indubitable, no como objetivo final. Se aplica a todo conocimiento, por lo que es universal. También es teorética, ya que se aplica al método de conocimiento, pero no al de la moral. Además, es exagerada, no solo se pone en duda aquello de lo que es más fácil dudar, sino que se duda de todo aquello que es susceptible mínimamente de ser puesto en duda.
Niveles de la Duda
La duda metódica se puede aplicar en tres niveles:
- Duda acerca de los sentidos: Ya que estos nos han engañado alguna vez y puede que lo hagan siempre.
- Duda de toda la realidad: Dado que no se puede distinguir entre sueño y vigilia, porque a veces se piensa que se está soñando y en realidad se está despierto. Si esto es así, tenemos que dudar de todos los conocimientos de origen empírico. No sabemos si existe una relación directa entre el mundo y las ideas que tenemos del mundo.
- Duda hiperbólica (acerca del entendimiento): Descartes imagina la posible existencia de un genio malvado que nos engaña acerca de la estructura de la razón, es decir, de las verdades matemáticas.
«Pienso, Luego Existo»: La Primera Verdad y el Criterio de Certeza
“Pienso, luego existo” se convierte en la verdad absoluta e indubitable, ya que en el hecho de dudar o incluso cuando te equivocas hay algo indudable, que estás pensando. Por lo tanto, la intuición del yo como sujeto pensante se convertirá en la primera verdad. Además, esto se convertirá en el criterio de certeza, que son aquellos requisitos que ha de tener algo para ser cierto. Debe mostrarse con claridad y distinción. De esta manera, mi existencia como sujeto pensante servirá de criterio para afirmar la verdad de algo.
El Problema del Solipsismo y la Necesidad de una Realidad Extramental
En este momento surge el problema del solipsismo, que a partir del cogito debe demostrar la existencia de una realidad extramental. Esto es necesario para construir todo el edificio del conocimiento (física). Tendrá que realizarse a partir del propio pensamiento porque en este punto es lo único que sabemos con certeza que existe.
Esto supone una revolución, ya que en la filosofía antigua el pensamiento recae directamente sobre la realidad porque no hay problematización acerca de la realidad. Sin embargo, en la filosofía de Descartes el pensamiento recae directamente sobre la representación que tenemos de la realidad, es decir, sobre las ideas, ya que se pone en duda la realidad.
Tipos de Ideas y la Salida del Solipsismo
Existen tres tipos de ideas en la razón:
- Adventicias: Aquellas que consideramos que proceden del mundo exterior, son creadas a partir de nuestra experiencia.
- Facticias: Las que construye nuestra mente a partir de la experiencia, estas pueden ser mezcla de dos o más adventicias.
- Innatas: Pertenecen de manera constitutiva a la razón, no tienen relación con la experiencia. Además, la principal idea innata será la de Dios.
De esta manera, para salir del solipsismo las ideas adventicias y las facticias no sirven porque tienen relación con el mundo empírico. Por el contrario, las innatas nos sirven ya que no tienen ninguna relación con el mundo externo, y en concreto nos servirá la idea de Dios para demostrar la idea del mundo externo y de esta manera salir del solipsismo.
Demostración de la Existencia de Dios
Para ello, debemos demostrar la existencia de Dios, a partir de tres argumentos:
- Argumento ontológico: Basado en el argumento ontológico de San Anselmo. La idea de Dios es la idea de un ser sumamente perfecto y, por tanto, es poseedor de todas las perfecciones en grado máximo. La existencia es una perfección, por tanto, Dios existe.
- Argumento gnoseológico o noético: Basado en San Agustín, consiste en que si tenemos la idea de Dios como perfecto y todo lo que existe ha de tener una causa superior a él, la idea de Dios solo ha podido ser causada por Dios, ya que nosotros somos imperfectos y, por lo tanto, no podemos ser la causa de la idea de un ser perfecto. Por lo tanto, no somos superiores a Dios.
- Argumento causal: Basado en la tercera vía de Santo Tomás, que defiende que todo ser contingente existe gracias a un ser necesario, es decir, nosotros tenemos la idea de un ser perfecto y no hemos podido crearnos a nosotros mismos, ya que somos imperfectos y si nos hubiésemos creado, lo habríamos hecho con todas las perfecciones. De esta manera, nos ha tenido que crear un ser con todas esas perfecciones y ese ser solo puede ser Dios.
La Existencia de Dios como Garantía de la Realidad
Ya que Dios existe como un ser bueno y no engañador, las ideas que tenemos del mundo provienen de un mundo externo que existe. De esta manera, se da la salida del problema del solipsismo. Además, el cogito hubiese sido incapaz de demostrar la realidad sin la existencia de Dios.
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