13 Feb

Desarrollo del Periodismo de Masas: De la Guerra Civil a 1898

El «New Journalism» de Pulitzer

Joseph Pulitzer (1847-1911), nacido en Hungría, es una figura clave en la historia del periodismo. Reclutado por el ejército de la Unión en 1864, llegó a Estados Unidos y, aunque no participó activamente en el conflicto, obtuvo la ciudadanía estadounidense en 1867. Comenzó su carrera periodística en el Westliche Post, un diario en alemán de San Luis.

Tras varias incursiones en la política, regresó al periodismo y compró el Dispatch, un periódico en bancarrota fundado en 1864. Lo fusionó con el Post de Dillon, creando el Saint Louis Post-Dispatch. Pulitzer imprimió un nuevo carácter al periódico, con una línea editorial crítica hacia la administración y un lema que perdura hasta hoy: «Continuidad, continuidad, continuidad». Este lema exigía a sus redactores investigar a fondo cada historia.

El periódico también incluía informaciones sensacionalistas: crímenes, sexo, violencia y linchamientos, entre otros temas.

El Salto a Nueva York: The World

En 1883, Pulitzer compró el diario neoyorquino The World. Aplicó la misma fórmula que le había dado éxito en San Luis: una tirada inicial de 15,000 ejemplares de ocho páginas a dos centavos, y campañas a favor de los inmigrantes, los pobres y las clases trabajadoras. Pulitzer entendía bien a su audiencia, compuesta en un 80% por inmigrantes o descendientes de inmigrantes.

Con The World, resurgió el sensacionalismo de la década de 1830. El periódico contaba con secciones femeninas y un departamento de promoción, del cual surgió una de sus iniciativas más conocidas: la vuelta al mundo de la reportera Nellie Bly.

En 1887, The World ya tenía una versión vespertina y su correspondiente edición dominical. Pulitzer demostró el potencial informativo y comercial de la prensa dominical. En 1890, el Sunday World publicaba 48 páginas, superaba los 250,000 ejemplares y, a partir de 1893, comenzó a utilizar el color.

La Llegada de Hearst y la «Prensa Amarilla»

William Randolph Hearst (1863-1951), nacido en una familia rica de California, fue el gran rival de Pulitzer. Su padre había adquirido el San Francisco Examiner. William fue expulsado de Harvard, pero su experiencia en la costa este le permitió conocer los periódicos Boston Globe y, sobre todo, The World de Pulitzer.

Cuando su padre fue nombrado senador, William tomó las riendas del San Francisco Examiner. Se rodeó de grandes colaboradores, como Chamberlein, quien había trabajado con Pulitzer. Juntos, transformaron el diario, impulsando el periodismo femenino con figuras como «Annie Laurie».

El Examiner mejoró sus aspectos técnicos, como la impresión, gracias a la ayuda de George Pancoast. Duplicó su tirada en el primer año, alcanzando los 30,000 ejemplares, y llegó a 72,000 en 1893.

La Batalla por Nueva York: New York Journal

Con las ganancias obtenidas, Hearst compró el New York Journal en 1895. Se propuso contratar a los mejores periodistas de la ciudad, que en su mayoría eran colaboradores de Pulitzer. La operación se llevó a cabo en el mismo edificio donde trabajaban los periodistas de The World.

Figuras clave como el director del Sunday World, Goddard, y el dibujante de la tira cómica «Yellow Kid», abandonaron a Pulitzer para unirse a Hearst. La competencia fue tan feroz que, aunque el dibujante original se marchó, Pulitzer lo sustituyó por otro que continuó con la misma temática, por lo que ambos diarios publicaban la misma tira. Sin embargo, estas nuevas incorporaciones no tardaron en abandonar a Pulitzer y unirse a Hearst.

De esta batalla, y en especial del episodio de «Yellow Kid», surgió el término «Yellow Journalism» o «prensa amarilla».

El Papel de la Prensa Amarilla en la Guerra Hispano-Estadounidense

El New York Journal adoptó un estilo demagógico, interviniendo activamente en diversas causas. Su papel en el conflicto hispano-estadounidense fue determinante en el fenómeno del amarillismo periodístico.

Hearst, un ferviente patriota, vio en la insurrección cubana contra España (iniciada en marzo de 1895) una oportunidad. La cercanía de los intereses estadounidenses en la isla hizo que la prensa cubriera ampliamente los acontecimientos. La antiguerrilla del general Weyler fue presentada de forma sensacionalista para conmover a la audiencia. La Associated Press cubría los hechos, pero periódicos como The World y el Journal tenían sus propios corresponsales. Weyler fue rápidamente apodado «The Butcher» (El Carnicero).

La guerra, sin embargo, no ofrecía mucho material para publicar. Hearst envió a Davis como corresponsal y, ante la sugerencia de devolverlo debido a la falta de noticias, respondió con una frase que se ha hecho famosa: «Tú proporciona las imágenes, que yo proporcionaré la guerra».

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