02 Mar

El País Vasco en la Segunda República (1931-1936)

En 1931, el País Vasco presentaba una configuración política y social compleja. El Partido Nacionalista Vasco (PNV), reunificado, competía con la izquierda nacionalista de Acción Nacionalista Vasca (ANV). Las derechas tradicionales se encontraban desunidas, mientras que la izquierda republicana y socialista emergía con fuerza, liderada por Indalecio Prieto.

El PNV no participó en el Pacto de San Sebastián, manteniendo una postura neutral respecto a la forma de gobierno. La Comunión Tradicionalista y otras derechas apoyaban la monarquía, mientras que las fuerzas republicano-socialistas y ANV abogaban por la República. En las elecciones municipales del 12 de abril, las derechas y el PNV triunfaron en las zonas rurales, mientras que los republicanos y socialistas se impusieron en las ciudades y grandes núcleos, exceptuando Vitoria.

El 14 de abril, Eibar fue la primera ciudad española en proclamar la República. José Antonio Aguirre proclamó la «República Vasca», federada con la República Española, similar a la acción de Maciá en Barcelona, aunque con menor repercusión.

El Camino hacia el Estatuto de Autonomía

En las elecciones a Cortes Constituyentes, el PNV se alió con los carlistas de la Comunión Tradicionalista, obteniendo la mayoría en el País Vasco. La cuestión religiosa era prioritaria para el nacionalismo vasco en ese momento, lo que motivó la alianza con las fuerzas conservadoras. El PNV se retiró de las Cortes Constituyentes y no votó la Constitución republicana.

Durante este bienio, el nacionalismo vasco evolucionó hacia el apoyo al régimen republicano, impulsado por la cuestión nacional y autonómica. La iniciativa para elaborar un Estatuto surgió de José Antonio Aguirre, con un movimiento de ayuntamientos que culminó en la reunión de Estella en junio de 1931. Allí se aprobó un texto redactado por la Sociedad de Estudios Vascos, apoyado por carlistas y nacionalistas. Este «Estatuto de Estella» fue aprobado por una mayoría de alcaldes, con el respaldo de la derecha católica, carlista y nacionalista. Sin embargo, fue declarado anticonstitucional por incluir el derecho a establecer acuerdos propios con el Vaticano.

El gobierno central encargó, a finales de 1931, la redacción de un nuevo estatuto a las comisiones gestoras de las diputaciones, con un carácter laico y más democrático. Una asamblea de alcaldes en Pamplona aprobó este segundo texto, apoyado por republicanos y nacionalistas. Este nuevo estatuto contemplaba una unidad autónoma político-administrativa llamada «País Vasconavarro». Cada provincia debía decidir, en asamblea de municipios, si se unía a un estatuto conjunto o mantenía uno provincial. Finalmente, se aprobó un nuevo estatuto que excluía a Navarra. Fue aprobado mayoritariamente en Bizkaia y Gipuzkoa, pero no en Álava. El PNV evolucionó hacia posiciones democrático-liberales, distanciándose de los tradicionalistas. Fueron años de escasa conflictividad social y laboral en Euskadi.

El Frente Popular y la Guerra Civil (1936-1939)

Tras el fracaso del Bienio Conservador, el Estatuto fue incluido en el programa electoral del Frente Popular (FP) en 1936. El PNV se mantuvo aislado, mientras que al bloque de las derechas se unieron carlistas, la CEDA y Renovación Española. A diferencia del resto de España, donde el centro se hundió, en el País Vasco el PNV mantuvo buenos resultados. El panorama político y social mostraba una clara mayoría social en Bizkaia y Gipuzkoa a favor de la autonomía vasca, mientras que en Navarra se preparaban para un golpe militar.

La Guerra Civil en el País Vasco

Durante la Guerra Civil, los militares sublevados y los voluntarios carlistas tomaron casi toda Álava, pero el golpe fracasó en otras zonas. Se crearon Juntas de Defensa, con milicias formadas por militantes del FP, de la CNT y del PNV. La batalla más importante se libró en Bidasoa. Tras un cambio de estrategia del ejército franquista, el frente norte se convirtió en prioritario, reforzado con la ayuda de Italia y Alemania.

La guerra aceleró el proceso estatutario. El PNV envió a Aguirre a Madrid para negociar con el gobierno la aprobación rápida del estatuto. Las fechas de promulgación se enmarcan en el inicio de la segunda fase de la Guerra Civil en el País Vasco.

Aguirre intervino en las Cortes y reafirmó la lucha contra el fascismo. El «Estatuto de Elgueta» fue aprobado, resultado de un acuerdo con el PSOE, y mantenía las diputaciones forales de las provincias vascas. El 7 de octubre, en la Casa de Juntas de Gernika, se formó el gobierno vasco. Aguirre fue nombrado lehendakari y el gobierno duró hasta el año siguiente.

El Gobierno Vasco y el Bombardeo de Gernika

El programa del gobierno estatutario fue moderado, promoviendo la propiedad de la tierra para los cultivadores, la defensa de la cultura vasca y el euskera, y la preocupación por el orden público. Sin embargo, su breve periodo de vigencia se centró principalmente en la organización y defensa militar.

La ofensiva de los sublevados incluyó los bombardeos alemanes, bajo las órdenes de Franco, sobre Gernika (26 de abril) y Durango (31 de abril). A pesar de la resistencia, Goikoetxea facilitó la ofensiva, que culminó con la entrada en Bilbao de las brigadas navarras y el ejército italiano. La caída de Bizkaia supuso un golpe decisivo para la República. Aguirre y parte del gobierno permanecieron en el exilio hasta 1939, mientras que la gran burguesía vizcaína apoyaba a Franco.

Deja un comentario