27 Nov
Las Cinco Vías de Santo Tomás de Aquino
Entre las causas eficientes, no hallamos que cosa alguna sea su propia causa, pues en tal caso habría de ser anterior a sí misma, y esto es imposible. Esta cadena causal no puede ser infinita; por lo tanto, tiene que existir Dios, una causa primera.
La tercera vía es la contingencia: la existencia de todo lo que existe en la naturaleza está marcada por la contingencia. Existe, sí, pero podría no existir. La conclusión de esta vía ya es conocida: «es forzoso que exista algo que sea necesario por sí mismo y que no tenga fuera de sí la causa de su necesidad, sino que sea causa de la necesidad de los demás, a lo cual todos llaman Dios».
La cuarta vía es la de los grados de perfección: en esta vía no aparece explícitamente un principio de causalidad, aunque sí se puede adivinar, de un modo implícito, el principio de participación neoplatónico: los efectos participan de sus causas y, por tanto, las criaturas que son más o menos perfectas participan de la máxima perfección, que es Dios.
Quinta vía: es la vía de la finalidad o el orden del mundo: la finalidad le viene dada al ser vivo por una inteligencia suprema y ordenador. En este caso, Santo Tomás omite la imposibilidad de que haya una cadena causal infinita y concluye directamente en la existencia de un ser inteligente. «Por debajo de esta vía está la idea de finalidad, uno de los nervios centrales de la biología aristotélica».
Guillermo de Ockham
Puede ser considerado como el último filósofo medieval o el primero que anticipa ideas renacentistas. Su filosofía se encuentra marcada por el fin de una época, por el hundimiento y por la crisis de toda una visión del mundo. Una nueva forma de pensamiento en esta época: el teocentrismo medieval es sustituido por el antropocentrismo renacentista.
El pensamiento de Guillermo de Ockham representa un intento de renovación y revisión de toda la filosofía y la teología anterior en un ejercicio de libertad filosófica, hasta el punto que esto le llevó a ser acusado de herejía. Una sustitución del teocentrismo medieval por el antropocentrismo tendrá consecuencias importantes en otros aspectos característicos de la filosofía medieval: la demostración de la existencia de Dios, el naturalismo ético, la religión Iglesia-Estado…
Separación entre razón y fe
Ockham defiende la separación absoluta entre razón y fe. Para él son facultades distintas y carece de sentido que existan verdades comunes o que puedan conocer un mismo ámbito de la realidad. Esta tesis se distancia de la propuesta tomista de las verdades comunes, también del punto de vista agustiniano.
El pensamiento de Ockham es un agnosticismo fideísta: niega la capacidad de la razón para alcanzar las verdades de fe y solo un acto de fe permite acceder a estas verdades. Sólo la fe puede llevarnos a admitir la existencia de Dios o la inmortalidad del alma. Como consecuencia, la existencia de Dios será, a juicio de Ockham, indemostrable. Esta desconfianza respecto a la capacidad de la razón sitúa a Ockham en la tradición empirista. Como consecuencia de la separación entre fe y razón, se rompe también la subordinación de la filosofía a la teología. La filosofía comienza así a independizarse del dogma religioso. Otro de los efectos será también la separación de la Iglesia respecto al Estado. Hasta el siglo XIV, el poder político estaba directamente relacionado con el poder religioso: se revestía de un carácter divino aquel que ostentaba el poder.
Renacimiento
El periodo que va de la segunda mitad del siglo XIV a los años finales del siglo XVII es el paso de la Edad Media a la Edad Moderna. En este periodo se están gestando ya el espíritu moderno. El término alude a una renovación del ideal formativo de la antigüedad, la educación de una personalidad libre. El problema del hombre se abre paso en el mundo religioso y prevalece sobre el tema de Dios, dando lugar a una visión antropocéntrica del universo, en lugar del teocentrismo medieval. Se va a reconocer la primacía de la razón sobre la fe.
Modernismo: El Absolutismo Regio
Se trata de un proceso socio-político que se inicia en la Edad Media con la lucha de la monarquía contra la nobleza. En esta lucha gana la monarquía debido a la personalidad de los monarcas y sus gobiernos, al cansancio de las guerras político-religiosas y al apoyo de una burguesía en auge. En la Paz de Augsburgo, en 1555, se clarifican las relaciones entre protestantes y católicos. En el plano social, esto lleva consigo a la concesión de privilegios a los pocos que se muestran incondicionales del rey. En este ambiente acontece la guerra de los Treinta Años, en la que tomó parte Descartes. El absolutismo no es solo una doctrina o una época histórica, sino que es una mentalidad: el Rey es el señor absoluto y cualquiera que ejerza una autoridad en la sociedad lo hace de manera igualmente autoritaria. Dentro de este clima no es extraño que Descartes pretenda fundar un saber absoluto, una filosofía única que fuera universalmente aceptada por todos.
La Contrarreforma
Movimiento que lleva a cabo la Iglesia Católica en el siglo XVI con el fin de renovar las ideas y costumbres de la Iglesia. Los hechos más significativos de este movimiento son: la reforma del Carmelo, la fundación de la Compañía de Jesús y el Concilio de Trento. Los hechos negativos de esta Contrarreforma son la Inquisición y las luchas políticas entre católicos y protestantes.
El triunfo de la nueva ciencia
El resurgimiento de la filosofía moderna, que se inicia con Descartes, está en íntima relación con el triunfo de la ciencia moderna. Copérnico, Kepler y Galileo asientan los pilares para una ciencia experimental.
Filosofía moderna
La filosofía moderna se asentará en el terreno de la subjetividad. Las dudas planteadas sobre la posibilidad de un conocimiento objetivo de la realidad, material o divina, harán del problema del conocimiento el punto de partida de la reflexión filosófica. Acontecimientos que dan fin a la Edad Media: el desarrollo del humanismo y de la filosofía renacentista, junto con la revolución copernicana, asociada al desarrollo de la nueva ciencia, provocará el derrumbe de la escolástica.
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