25 May
¿Qué es el realismo mágico?
Realismo mágico: en la construcción se combinan dos términos que se contradicen. Realismo supone un modo de apropiación de la realidad por parte de la literatura, pero que inmediatamente es puesto en cuestión por la inclusión de lo mágico. Esto se llama oxímoron: palabras que se contradicen, en todas el adjetivo invierte el sentido del sustantivo. La realidad objetiva impone condiciones y límites, y lo real imaginario puede trascenderlos, ambos se combinan en el realismo mágico para poetizar el mundo. Lo real-imaginario que propone esta literatura es tan auténtico como lo real-objetivo: ya no hay límite, y asistimos a la dualidad normalizada: lo real-histórico y su contracara, el mundo inagotable de los sueños, conviven en el universo textual sin perturbar a nadie, como la ‘normalidad’.
Una visión de nuestro mundo
El realismo mágico es una literatura absolutamente latinoamericana, nacida en el siglo XX. En el realismo mágico los dos planos (real e imaginario) aparecen completamente unidos, como partes inseparables del universo narrativo. Junto a la realidad objetiva latinoamericana, que aparece como opresiva, coexiste una realidad de otro tipo, que manifiesta las posibilidades latentes detrás de los eral. Por esta cualidad, el realismo mágico tiene una componente utópico: la ilusión de transformar la realidad, suplantarla o abolirla. El realismo mágico es una forma particular de percibir y expresar estéticamente la realidad, creada por un grupo de artistas latinoamericanos, que incorpora, frente a los acontecimientos y percepciones objetivas, el mundo de lo onírico, el de la magia, el de los mitos y leyendas, lo profético, adivinatorio, el milagro, lo fantástico, lo maravilloso, es decir, las múltiples esferas de la imaginación.
Las características de lo real en Latinoamérica
El mundo real y mágico que ofrece esta forma literaria tiene su origen en: La naturaleza latinoamericana que, con sus selvas, ríos, montes, montañas y desiertos, se presenta como excesiva, exuberante e indómita, como una fuerza misteriosa y omnipresente. La historia latinoamericana, con sus hechos inexplicables, absurdos, ‘irreales’: dictaduras, desigualdades… El imaginario colectivo latinoamericano (idiosincrasia del pueblo latinoamericano), que como producto de la mezcla entre las culturas indígenas y la española, sumado a las migraciones africanas y del sur de Europa, acepta el ‘milagro’, el ‘portento’, como moneda corriente y parte de lo real. Los escenarios latinoamericanos exhiben los niveles más duros y crudos de la pobreza y marginalidad social. Lo maravilloso aparece como parte constitutiva de la realidad cotidiana de estos pueblos: la creencia de sus habitantes en lo sobrenatural es muy fuerte. Esta creencia parece definir su cultura y su historia. Realismo alude a la tradición europea. Y realismo mágico designa lo propio de la historia latinoamericana, cargada de mitologías.
La narrativa del realismo mágico
La narrativa del realismo mágico se ha caracterizado por el empleo de técnicas narrativas novedosas, de alguna forma revolucionarias, ya que suponen una ruptura con la narración unívoca y con el orden coherente y la causalidad lógica de las novelas realistas del siglo pasado. Se rompe la idea de un tiempo lineal que vertebra el relato: en Cien años de soledad, el tiempo es cíclico, pero no perfectamente cíclico. Todo vuelve a pasar, todo se repite, pero no exactamente igual. Existe una superposición de tiempos: el tiempo histórico se encuentra con otros tiempos que fluyen paralelamente: el tiempo mítico, el de los sueños, el de la imaginación. Se ha dicho que la temporalidad del realismo mágico es parecida a la temporalidad que experimentamos cuando soñamos: presente, pasado y futuro coexisten en el mismo espacio. Se rompe con la causalidad tradicional: en la lógica de Cien años de soledad, lo ‘esperable y cotidiano’ se vuelve inesperado y extraño. Y a la inversa. Lo verosímil en el realismo mágico: cada texto literario supone un pacto de lectura que se establece entre un escritor y una comunidad de lectores, quienes suspenden momentáneamente su incredulidad y aceptan el mundo que se les presenta como verdadero, de acuerdo con determinadas reglas. Cada lector, al abrir un libro, sabe lo que puede esperar, y está dispuesto a creer en ello. Por eso, podemos decir que cada género construye su propio verosímil. Será verosímil, en el realismo mágico, una realidad transfigurada por la magia, que se integra a lo cotidiano sin perturbar la unidad interna del relato, como parte constancial de ese mundo. Cien años de soledad: tiempo cíclico: tiempos fragmentados. Se narra en presente y hay hielo, espejo y espejismos (ilusión de realidad, diferente de lo real). Saltos temporales. Cien años de soledad: están condenados a 100 años de soledad debido al pecado original, el incesto, porque los Buendía siempre tuvieron relaciones entre familiares. Éxodo: fue así. Milagros: los ángeles ayudan a Aureliano a cuidar pergaminos. Sueño: es algo sobrenatural. Fundación como algo onírico, espejeante, prodigioso, de ahí viene el Realismo Mágico. Ejemplos de realismo mágico (varias versiones sobre un hecho): un momento…, Te sientes mal?. Remedios, la bella, se eleva: se convirtió en su destino de abeja reina. La familia levitada. Prodigio – milagro. Página 415 (más o menos): varias versiones de un hecho. Ejemplo puro de realismo mágico (exageración, ejemplos de hipérbole): Tan pronto como… El hielo de sangre que recorre la ciudad. Melquíades: exageración de los atributos y estados de ánimo. Página 258: hiperbolización de la monstruosidad del horror.
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