15 Jul

UTOPÍAS Y REALISMO POLÍTICO. EL RENACIMIENTO. NICOLÁS MAQUIAVELO (Siglo XV)

A mediados del siglo XV, el feudalismo comenzó a desmoronarse, cuestionando la legitimidad de la unión entre trono y altar. Surgieron utopías como «La ciudad de las damas» y «La nueva Atlántida», que imaginaban sociedades ideales y pacíficas. En contraste, Nicolás Maquiavelo propuso un realismo político que marcó una nueva era en la reflexión política. Desligó la política de la ética y la religión, proponiendo que esta es un ámbito independiente con su propia metodología de legitimación. Basado en una visión pesimista de la naturaleza humana, Maquiavelo argumentó que el soberano debe ser duro y cruel cuando sea necesario, prefiriendo ser temido a ser amado para mantener el poder. El príncipe ideal, según Maquiavelo, debe combinar la astucia de una zorra con la fuerza de un león. Gobernar de manera taimada y utilizar a los súbditos como medio para perpetuarse en el poder es esencial, ya que un estado fuerte y centralizado es la única garantía de que los ciudadanos puedan alcanzar sus deseos y aspiraciones.

LA REFORMA PROTESTANTE. EL NACIMIENTO DEL ESTADO MODERNO

La Reforma Protestante de Lutero y Calvino desafió la legitimidad de la Iglesia católica como única representante de la voluntad divina, desencadenando las guerras de religión y una violencia sin precedentes en Europa. Esto llevó a replantear la legitimidad del poder soberano, que anteriormente se fundamentaba en la concordia con la Iglesia. La separación entre trono y altar liberó al pueblo de la autoridad tradicional pero generó la necesidad de buscar nuevas formas de legitimación para los Estados modernos. Surgió una distinción entre legalidad, en el ámbito público, y legitimidad, en las esferas privadas. En el plano político, el desafío consistió en conciliar la libertad y los derechos del pueblo con las obligaciones y deberes del orden civil. Esto marcó un gran desafío para la reflexión política moderna y contemporánea.

EL ORIGEN DE LA SOCIEDAD TRAS LA FIRMA DEL CONTRATO. CONTRACTUALISMO

La teoría contractualista surge con autores como Thomas Hobbes, John Locke y Jean-Jacques Rousseau, quienes reflexionan sobre la existencia del Estado Moderno y cómo los individuos han aceptado el monopolio estatal de la violencia de manera consciente y libre. Hobbes, en su visión pesimista de la naturaleza humana, describe un estado de guerra de todos contra todos en el que los individuos renuncian a sus derechos en favor de un soberano, creando así un Estado totalitario donde la seguridad prima sobre la libertad. Por otro lado, Locke sostiene que en el estado de naturaleza existía una paz precaria y los individuos poseían derechos naturales que incluían la vida, la libertad y la propiedad privada. En su contrato social, los individuos renuncian al derecho de venganza y otorgan al Estado el poder de perseguir y castigar, manteniendo intactos sus derechos fundamentales. Rousseau, en contraste, parte de un estado de naturaleza optimista donde reina la paz generalizada. Propone un pacto social en el que los individuos renuncian al derecho de todo sobre todo a favor de un papel activo en la conformación de las leyes. Su modelo ideal es una democracia directa donde prevalece la voluntad general, lo que conforma un Estado social donde el bien común es prioritario.

LA LEGITIMIDAD DEL PODER. MAX WEBER

La teoría contractualista surge con autores como Thomas Hobbes, John Locke y Jean-Jacques Rousseau, quienes reflexionan sobre la existencia del Estado Moderno y cómo los individuos han aceptado el monopolio estatal de la violencia de manera consciente y libre. Hobbes, en su visión pesimista de la naturaleza humana, describe un estado de guerra de todos contra todos en el que los individuos renuncian a sus derechos en favor de un soberano, creando así un Estado totalitario donde la seguridad prima sobre la libertad. Por otro lado, Locke sostiene que en el estado de naturaleza existía una paz precaria y los individuos poseían derechos naturales que incluían la vida, la libertad y la propiedad privada. En su contrato social, los individuos renuncian al derecho de venganza y otorgan al Estado el poder de perseguir y castigar, manteniendo intactos sus derechos fundamentales. Rousseau, en contraste, parte de un estado de naturaleza optimista donde reina la paz generalizada. Propone un pacto social en el que los individuos renuncian al derecho de todo sobre todo a favor de un papel activo en la conformación de las leyes. Su modelo ideal es una democracia directa donde prevalece la voluntad general, lo que conforma un Estado social donde el bien común es prioritario. Las ideas de Rousseau influirán en corrientes socialdemócratas y servirán como base para el socialismo primitivo, interpretado más tarde en clave marxista y comunista.

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